Tips para lucir una piel madura espectacular

Como dice el dicho: “siempre es mejor prevenir que curar”, y esto en la piel es un concepto fundamental. Aunque nunca es tarde para empezar a cuidarse la piel cuanto antes lo hagamos mejor, en España no tenemos una cultura de cuidado personal asentada como la pueden tener en otros países como Corea del Sur o Japón.

Y siempre que se habla de las mujeres asiáticas en los medios de comunicación españoles las presentamos con una mezcla de incredulidad, admiración y asombro por lo jóvenes que lucen a pesar de la edad que tienen. Sin embargo, esa “juventud” no es nada más ni nada menos que pequeños cuidados diarios durante años. Algo que nosotros, con la suficiente disciplina, también podemos conseguir.

Para poder lucir una piel que se vea limpia y brillante, lo cual denota más salud y juventud que el hecho de no tener líneas de expresión o arrugas, tenemos que tener en cuenta quiénes son los principales agentes que la dañan: el sol, la falta de hidratación y la contaminación. Entonces, ¿cómo hacemos para protegernos de estos elementos dañinos? Lo primero y lo más fácil es mantenernos bien hidratados, un adulto debe beber de media al día dos litros de agua u ocho vasos al día. Beber agua nos mantiene energizados y jóvenes tanto por dentro como por fuera; el segundo paso es echarnos crema solar todos los días antes de salir de casa y si es necesario aplicarla de nuevo a lo largo del día. Es importante que protejamos nuestra piel del sol, sin importar si es verano o invierno, si está nublado o si hace sol… es fundamental protegernos del fotoenvejecimiento para evitar arrugas y manchas prematuras.

Si llevamos maquillaje algo fundamental es comprar un buen primer, producto que sirve de barrera entre la piel y el maquillaje, y también mantiene hidratada nuestra piel, la clave es hidratar la piel tanto por dentro (bebiendo agua) como por fuera, con cremas, serums (para más información puedes ver nuestros posts de belleza donde hablamos de productos como el ácido hialurónico o el matrixyl) o mascarillas. Y al igual que la hidratamos, tenemos que renovar la piel cada cierto tiempo, lo cual se consigue a través de la exfoliación, hay exfoliantes naturales como el azúcar o el café, que mezclados con aceite de oliva o de coco se convierten en unos grandes exfoliantes; los exfoliantes grumosos de mercado, que tienen la misma textura que el azúcar o el café, y los exfoliantes químicos como el Retinol. La exfoliación nos ayuda a deshacernos de la piel muerta, residuos estancados en los poros y a limpiar en profundidad los puntos negros. Es importante destacar que la exfoliación debe realizarse una o dos veces por semana, nunca todos los días, y hay que hidratarla muy bien después de realizar este paso en nuestra rutina.

Por último, recordar que debemos evitar malos hábitos como fumar, dormir a deshoras, llevar una mala alimentación o una vida sedentaria. Todos estos malos hábitos se reflejan en nuestra piel, en nuestro ánimo y en nuestra vitalidad. Lucir joven va mucho más allá de una piel radiante, también es una actitud.

¿Tenéis una rutina diaria de cuidado facial? Contádnoslo en los comentarios.

Autora del artículo: Silvia Moya