Rincones con historia de Málaga: Una estatua recuperada del olvido y olvidada
Seguro que alguna vez os habéis fijado en la estatua que estaba justo en la rotonda del final de la Alameda Principal. Esa estatua que, durante algunos años, ha pasado desapercibida por la mayoría de malagueños por su deterioro y por estar colocada sobre un pedestal, impidiendo ser vista por todo aquel que pasaba a su lado. Ahora ha sido restaurada y reubicada, por eso venimos a hablaros de su historia, pues los años no han pasado en balde para la estatua del II Marqués de Larios.
Y sí, como habéis adivinado, la calle Larios debe su nombre a este señor, a Manuel Domingo Larios y Larios, quien fue el principal inversor para que la conexión entre la actual plaza de la Constitución y la Alameda Principal fuese una realidad.
Fue un periodista el que lanzó la propuesta de crear esta estatua, una forma de agradecer por parte de los malagueños la importancia de la familia Larios en la industrialización y el crecimiento de la ciudad. Esto ocurrió en agosto de 1895, el Ayuntamiento de Málaga suscribió enseguida la idea y el plan empezó a tomar forma.
El 1 de enero de 1899 a las dos de la tarde tuvo lugar la inauguración del monumento, por lo que acaba de cumplir 121 años. Situando al II Marqués de Larios en una posición privilegiada, apuntando justo al centro de la Alameda Principal y de la calle que llevaba su nombre. Todo estudiado meticulosamente por Mariano Benlliure, a quien el ayuntamiento encargó este proyecto.
Originalmente, esta estatua diseñada en bronce y asentada en un pedestal de mármol, estaba flanqueado por las figuras de un hombre que sostiene un pico y un azadón sobre el hombro, que representa al trabajo. Y a una mujer semidesnuda, la Caridad, sujetando a un niño, representando a la ciudad de Málaga agradecida.
El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República, algunas revueltas de la ciudad hicieron que la estatua acabase por derribarse, siendo arrastrada posteriormente por toda la ciudad hasta ser finalmente arrojada al mar en el puerto. Durante unas horas, la bandera republicana se izó en el lugar que ocupaba originalmente el marqués, pero posteriormente se decidió poner la “Alegoría del trabajo”, que se encontraba en la parte trasera baja del monumento.
Así mismo, en el momento en el que se decidió derribar la estatua, algunas personas que escalaron por el pedestal se apoyaron en el brazo del niño, siendo esta la razón de por qué siempre lo hemos visto sin brazo. La “Alegoría del trabajo” ocupó el lugar del marqués hasta el comienzo de la Guerra Civil, cuando fue devuelta a su lugar original.
El pedestal, sin embargo, quedó vacío. El II Marqués de Larios seguía en el fondo del mar, abandonado a su suerte desde 1931. No fue hasta 1951 que se decidió recuperar el monumento, siendo el marqués rescatado de su destierro, así como reformado. Aunque el trabajo no fue muy exhaustivo, pues al niño le seguía faltando el brazo, así como faltaban cuatro figuras que sostenían guirnaldas alrededor del monumento.
Más tarde, llegó la construcción del aparcamiento de la plaza de La Marina. Y aunque esta no supuso una reubicación de la estatua, sí provocó cambios en el plan original. Se suprimieron los cuatro escalones que daban acceso al pedestal original, sustituyéndolo por otro de cemento que elevaba aún más la figura del marqués. Impidiendo así que fuese observado por los peatones que pasaban a su lado.
Ahora, el que había sido olvidado por la ciudad que le vio crecer, vuelve a su mejor forma. Con las obras de la Alameda Principal, el ayuntamiento decidió restaurar el monumento que ya no lucía como en sus buenos tiempos. Y con esto, también decidieron reubicarlo, pues la nueva estructura de la Alameda eliminaba la rotonda en la que se encontraba situado. Esta reubicación ha levantado un debate en Málaga, ¿deberíamos respetar la localización original o seguir con el nuevo plan urbanístico?
Y aunque son muchas las personas que opinan que la ubicación original era la adecuada, pues le daba al monumento un lugar privilegiado y tenía estudiadas cosas tan importantes como la iluminación de cada estatua. La reubicación ha sido inevitable, acercándose aún más a la calle del marqués y alejándose del centro neurálgico de la Alameda Principal.
Autora del artículo: Noelia Ruiz
Este monumento es historia de nuestra ciudad y no veas el pobretico de vueltas que ha dado.
No conocía la historia de este monumento, la de vueltas y chapuzones que se ha llevado. Me encantan las historias antiguas, gracias!!!
Vaya historia ha tenido la pobre estatua, pero anda que tirarla al mar, no veas no, la peña como se las gastaba.
Una auténtica historia de idas y venidas, a ver si ahora ya la dejan definitivamente por fin donde está. Ha habido muchos comentarios al respecto, pero a mi me gusta su ubicación actual.