Recetas sencillas para intolerantes
Independientemente de si sufrimos alguna intolerancia, o tenemos un familiar o amigo que la padece, queremos compartir algunas recetas saludables para que podáis incluirlas en vuestra dieta, en este artículo os dejamos dos ejemplos de recetas sencillas que no llevan gluten, lactosa, ni fructosa, etc.
Nuestra primera receta es algo básico en cualquier casa: el pan. El pan no puede faltar en la dieta mediterránea, y mucho menos en la dieta andaluza, por lo tanto, en esta receta aprenderemos a hacer un pan con harina de maíz, muy sencillo y mucho más saludable que el pan de trigo que estamos acostumbrados a comer.
Para el pan de maíz necesitaremos:
- Harina de maíz, 500g (también la podemos mezclar mitad y mitad con harina sin gluten, o incluso hacer 400g de harina sin gluten y 100g de harina de maíz si queremos ir transicionando en el sabor)
- 500ml de agua del tiempo
- 15g de levadura sin gluten
- 1 cucharada de aceite
- 1 cuchara pequeña de sal
- Opcional: podemos añadirle una cucharada de miel para darle un sabor más hogareño.
Para preparar este pan tendremos que poner en un bol la levadura y la miel (si decidimos añadirla) con un vaso de agua del tiempo. Lo removemos todo muy bien y lo dejamos reposar hasta que veamos que se ha formado espuma.
En un bol aparte metemos las harinas que hayamos utilizado, la levadura fermentada y añadimos mientras mezclamos el resto del agua del tiempo. Por último, añadimos la sal y seguimos mezclando hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos. Es a partir de aquí cuando tenemos que dejar reposar el pan hasta que se doble en tamaño, así que aseguraros de usar un bol bien grande para que el pan tenga espacio para crecer.
Una vez el pan haya crecido nos untamos las manos las manos en aceite y comenzamos a amasar, contentos con como dejemos la mezcla la esparcimos en una bandeja para hornos (es importante que antes pongamos un papel vegetal) y que lo volvamos a dejar reposar hasta que se doble en tamaño por segunda vez (al amasar se va a bajar el volumen del pan, por eso lo dejamos reposar una última vez antes de hornear). Precalentamos el horno a 200ºC mientras el pan reposa y finalmente introducimos la masa durante media hora.
Nuestra segunda receta es un postre que le encanta a todo el mundo: el brownie. Una de las recetas más sencillas de hacer, independientemente de si la adaptamos a nuestras intolerancias o no, y además, siempre sale deliciosa, sin importar si al hornearlo se nos queda más compacto o más cremoso. El brownie es perfecto en todas sus formas.
Necesitaremos:
- 225g de chocolate para derretir o fondant, puede ser chocolate con leche, o en su defecto (si somos intolerantes a la lactosa) chocolate negro. Es importante que nos fijemos que no lleve gluten, no porque el chocolate en sí sea un elemento que se haga a partir de ingredientes con gluten, sino porque puede llevar trazas al contaminarse en su fabricación, siempre es mejor prevenir.
- 150g de azúcar, pero si somos intolerantes a la fructosa lo podemos sustituir por jarabe de glucosa.
- 85g de mantequilla o mantequilla vegetal
- 2 huevos
- 5 g de cacao en polvo (sin gluten)
- 30 g de harina de maíz o de arroz (sin gluten)
- Opcional: 140 g de nueces picadas
Para preparar el brownie tenemos que derretir la mantequilla junto con el chocolate, recomendamos meterlos en el mismo bol en el microondas en intervalos de un minuto, entre esos intervalos sacamos el bol y removemos hasta que consigamos que la mantequilla y el chocolate hagan una mezcla líquida y homogénea. A esto le añadimos la harina y el polvo de cacao, volvemos a remover hasta crear una mezcla compacta y sin grumos. Por último, añadimos las nueces (si hemos elegido incorporarlas).
Finalmente, en una bandeja para horno que hemos preparado previamente, ya sea forrándola con papel vegetal o untándola con mantequilla o aceite (es preferible usar el papel). Metemos el brownie al horno precalentado a 180ºC y lo dejamos media hora aproximadamente, para comprobar su consistencia podemos pinchar el brownie con un tenedor o un palillo, cuanto menos sucio salga más se habrá cocido por dentro, pero a partir de la media hora el nivel de cocción queda a gusto del consumidor y lo podemos sacar del horno.
Recomendamos dejarlo enfriar entre 5 o 10 minutos antes de emplatar. Dejadnos en los comentarios si os han gustado estas recetas o si las habéis probado. ¿Cuál os ha llamado más la atención?
Autora del artículo: Silvia Moya
Independientemente de que sea o no para intolerantes, la receta del brownie es una maravilla
Pan y brownie, vaya dos delicias para el paladar
Cariño igual esta tarde preparo un brownie
Noemí, acuérdate de nosotrxs…. jajajaja
Pues ahora para desayunar un buen trozo de pan hecho por una con aceitito de oliva, uhmmmm
Que rico Carlota
Hoy está la cosa bien, pan y brownie, anda como nos miman
Recetas muy facilitas que tal y como se dice en el artículo, aunque no seas intolerantes las puedes hacer
Un par de rebanadas de pan con aceite y tomate y un trocito de brownie, el desayuno perfecto
Anda que no sabes tú nada Claudia 🙂 🙂
Uhmmmmm, el brownie que rico
Yo ahora un trozo de brownie con un café me tomaba
Que rico chicxs
Es que mira que está bueno el brownie y si te lo haces tú, le puedes echar el chocolate a tu antojo, ohhhh se me hace la boca agua
Tere lo has pintado tan bien, que vaya ganas de brownie me han entrado