Mitos sobre la salud
El tema del que vamos a hablar hoy, nos apetece muchísimo tocarlo, ya que incluso nosotros, hemos aprendido y desmitificado algunos rumores convertidos en mitos, que por supuesto son erróneos y en muchas ocasiones, pueden modificar nuestra manera de ver y entender la vida.
A ver si te suena alguno de estos mitos.
–Cuanto más mayores somos, menos capacidad de reproducción tienen nuestras neuronas y las conexiones cerebrales se paran en la vejez. Es una afirmación totalmente falsa, estudios recientes afirman que las neuronas no dejan de reproducirse por la edad. De igual manera, se ha verificado, que la plasticidad del cerebro está siempre presente y se generan continuamente nuevas conexiones cerebrales.
–Si hago deporte, puedo comer lo que quiera. Si bien es cierto que hacer actividad física es muy beneficioso para nuestro organismo, nunca compensará una alimentación no saludable. Ambas actividades deben complementarse para que sean efectivas entre sí.
–El agua debe tomarse fuera de las comidas. En agua no engorda, no tiene calorías, pero si causa un efecto saciante. Es necesario hidratar nuestro cuerpo cuando comemos y cuando no lo hacemos. Lo aconsejable es tomar unos 2 litros de agua al día aproximadamente.
–Si tienes dolor de espalda, lo mejor para la recuperación es el reposo. Es uno de los mitos más erróneos que existen, ya que lo más aconsejable es tener un estilo de vida activo.
Ya que estamos hablando de mitos sobre la espalda, Sole de Soho Quiropráctica (https://www.ciudadconalma.com/la-quiropractica-es-sinonimo-de-salud/) me recuerda la importancia de una correcta postura corporal (https://www.ciudadconalma.com/la-importancia-de-una-correcta-postura-corporal/). Y aquí es donde empezamos una larga conversación sobre lo que las personas pensamos que es saludable y cómo pueden afectarnos esos pensamientos.
“La gente piensa que el síntoma es malo, que el síntoma es algo que tiene que desaparecer sí o sí. Nos han educado para pensar que si tienes fiebre es porque estás malo y porque algo va mal. Todo lo enfocado a respetar los ciclos naturales del cuerpo, a ser respetuoso con tu propio cuerpo, pero respetuoso de verdad, dejándole su espacio, dejándole que si tiene un síntoma se exprese, se manifieste, dándole tiempo para la recuperación y lo que decía, que los síntomas al final salen y no hay que pararlos. El síntoma te avisa y el síntoma te protege, o sea, al final, la fiebre alta es la manera que tiene el cuerpo de avisarnos de que hay algo ajeno a nosotros que nos está haciendo daño. El “bicho”, es más difícil que se reproduzca en temperatura alta, entonces lo que hace la fiebre es proteger al cuerpo para la eliminación de ese bicho, ayuda a disipar energía que ha estado almacenada en el cuerpo durante mucho tiempo, aumenta la circulación, aumenta la evolución de glóbulos blancos, realza el sistema inmunitario y promueve la filtración y eliminación de toxinas, si tu tomas un antipirético, lo que haces es bajar la fiebre para tú sentirte mejor, pero por dentro, la condición para que el bicho se desarrolle la estás fastidiando, porque esto debilita el sistema inmunitario. Al final, tú te sientes mejor por fuera porque la fiebre es incómoda y tienes que estar en cama, pero es que a lo mejor necesitas dos días de estar en cama para que tu cuerpo repose… si es que nosotros no sabemos más que el cuerpo. La sanación no consiste en no tener síntomas cuando te encuentras mal, al revés, cuando tienes síntomas, es que el cuerpo funciona perfectamente, si no tuvieras fiebre sería un problema. Las náuseas, vómitos o estornudos, por ejemplo, son un mecanismo natural del cuerpo. Cuando aumenta la mucosidad es porque es mucho más fácil que esa viscosa, esa vía de eliminación de toxinas del cuerpo, de polvo, de lo que sea a través de las fosas nasales, que si las tienes ahí, o sea, ¿cómo arrastras toda la porquería si no es a través de la viscosa? Y tú coges y le pones un antitusivo o un mucolítico para quitarte todos los mocos, pero no estás arrastrando, o sea, si coges un mucolítico no dejas que el cuerpo produzca el moco que le hace falta para que ese bicho esté fuera, ese bicho se queda dentro” sentencia finalmente Sole.
Pero no solamente lo físico no afecta, nuestra parte psicológica, es altamente influenciable. “Los cambios parecen estar aceptados por nuestro entorno, pero siempre con unos límites socialmente estipulados, si es un cambio pequeño, la gente de tu alrededor, seguramente te anime a hacerlo, incluso, te aplaudirá por hacerlo, pero cuando sea un cambio rápido e impredecible, la recomendación será que te lo pienses, porque tiene mucho riesgo y posiblemente te saque de tu núcleo seguro y puedes sufrir. Este mito nos anima a buscar una vida predecible y segura, una vida en la que nuestros planes nunca tengan que enfrentarse a cambios rápidos e impredecibles, porque eso nos hará perder el equilibrio, nos hará sufrir y estar mal. Hemos sido educados para evitar o estar aislados de esos sentimientos, experiencias, situaciones o eventos que preferimos no tener… El cambio es un proceso natural de nuestras vidas, una pérdida siempre viene acompañada de una ganancia, una relación que ya no nos nutre o de la que ya hemos aprendido todo lo que nos iba a ofrecer, deja el espacio libre a la siguiente, la sanación de verdad ocurre cuando aceptamos nuestras experiencias tal y como son, y aprendemos a abrazarlas, vivir estas experiencias tal y como son, consiste en no etiquetarlas de buenas o malas, correctas o incorrectas, suficientes o no suficientes, aceptable o inaceptable; consiste en renunciar al mito de que nuestra mente educada sabe más que nuestros mecanismos de sanación del cuerpo” nos explica Sole.
La conclusión a la que llegamos es que el éxito en la vida y el éxito en la salud consisten en estar equilibrados, estar seguros, estar cómodos y escuchar un poco más a nuestro cuerpo e intuición.
¿Has descubierto algún mito que estuviera entorpeciendo tu vida? ¿Quieres compartir algún otro que no hayamos comentado y pueda sernos de utilidad?
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Autora de la entrevista: Sara Gili Gatius
No debemos dejarnos influenciar por bulos, mitos o falsedades y menos en temas de salud
Muy buen enfoque del artículo 🙂 🙂
Cosas totalmente lógicas la que nos cuentan en el artículo, pero que por cultura de años pensamos que no era correcto y nada más lejos de la realidad