Misión para el 2020: Superar los propósitos de Año Nuevo

¡Feliz año nuevo! Ya ha llegado 2020, hemos superado Nochebuena, Navidad y Nochevieja, y ahora un nuevo año está ante nosotros. Llegan los propósitos, esos famosos objetivos que luego tan solo el 9,2% de las personas llega a cumplir, incluso algunos llevamos posponiéndolos varios años por si cuela…

Pero en Ciudad con Alma sabemos que tampoco es misión imposible conseguirlo, y aunque sé que todos estáis flipando con lo que acabo de decir, seguid leyendo para comprobarlo. Pues hoy, vamos a hablar de los propósitos reales y de cómo podemos hacer que se cumplan.

1. Expectativas altas

Solemos exagerar, mucho, muchísimo. Esas listas interminables donde decimos que vamos a dejar de fumar, a perder 20 kilos, a encontrar el amor de nuestra vida y todo eso mientras trabajamos, dedicamos tiempo a los amigos y salimos más. Y aunque he intentado exagerar, seguro que más de uno alguna vez se ha propuesto algo similar (sí, yo también lo hice).

Tenemos que marcarnos unos objetivos reales, unas expectativas bajas de lo que vamos a cambiar en nuestra vida este año. No podemos pretender que el cambio de año nos convierta en seres perfectos, semidioses, o en Beyoncé, lo siento, no podemos ser Beyoncé. Así que, el primer truco es fácil, los objetivos que nos marquemos para este nuevo año tienen que ser sencillos, cosas que sepamos que, con un poco de esfuerzo, podremos conseguir y no venirnos abajo con una lista interminable que no podemos lograr.

2. Reflexionar

Ya sabemos que nuestra lista no puede ser muy exigente, ahora tenemos que pensar las cosas con calma. Solemos hacer nuestros propósitos mientras nos comemos las uvas, estamos intentando no atragantarnos mientras en nuestra cabeza planeamos lo perfecto que va a ser nuestro año. Para el carro. Hay muchos días libres en Navidad (lo siento por los que trabajáis, yo tampoco tengo vacaciones) y muchos momentos bonitos y de ilusión donde nos podemos sentar junto a nuestra familia o amigos para reflexionar sobre los propósitos de año nuevo.

El hecho de que alguien que nos conoce mejor que la madre que nos parió nos ayude a trazar nuestros objetivos puede servir para cumplir el primer punto de este artículo. Será más fácil cumplir unos propósitos estudiados y pensados, pues serán propósitos reales y que se adapten a nuestra vida y posibilidades.

3. Di no a lo digital

Sí, una millenial está diciéndoos que no uséis lo digital, ¡huid! Que no, que es broma, a mí me sigue encantando el formato papel y por eso, para algo tan especial como esto, os recomiendo usar el papel. Si abrimos un Word con nuestros objetivos es muy probable que lo dejemos olvidado dentro de la carpeta, de la carpeta, de la otra carpeta. Por eso, podemos coger un bonito trozo de papel y hacer una lista, en la que podamos tachar las cosas logradas y que la podamos colocar en algún lado donde podamos verla todos los días para que no se nos olviden esos objetivos que nos hemos marcado.

4. “Siempre negatifo, nunca positifo”

Louis Van Gaal no hablaba del pacto que le acusaban de romper con el brasileño Rivaldo, hablaba de los propósitos de año nuevo. Y es que, tendemos a afrontar con negatividad nuestra preciosa lista hecha en papel que hemos colgado en la despensa para verla cada vez que vamos a por chocolate. Los meses van pasando y no hemos logrado aquellos objetivos que reflexionábamos en Navidad (esto suele ser en febrero aproximadamente). El truco está en intentar cambiar esa negatividad por positividad, primero, pensando en todos los meses que nos quedan por delante, esto no es cosa de dos días. Segundo, siempre podemos bajar la “intensidad” de nuestros objetivos para hacerlos más sencillos y motivarnos más a la hora de intentar lograrlos. No, no es trampa, lo importante es lograr ese pequeño cambio que queríamos en nuestra vida y sentirnos felices por ello, ya subiremos de “intensidad” el año que viene.

5. Propósitos reales

Y ya que os hemos dicho algunos trucos fundamentales para poder cumplir la lista. Os vamos a dejar algunos propósitos que son sencillos, poco exigentes y que harán que nuestra vida mejore notablemente.

• Empezar a ahorrar
• Dedicar más tiempo a mis hobbies
• Aprender un nuevo idioma
• Ser más puntual
• Empezar una dieta sana
• Hacer ejercicio
• Dejar de fumar o fumar menos
• Leer nuevos libros
• Colaborar con asociaciones o ayudar a los que lo necesitan
• Dedicarle más tiempo al ocio

Pueden parecer ejemplos básicos, exigentes, pero el límite lo ha de marcar cada uno. Quizá para empezar a ahorrar no es necesario ahorrar 100 euros al mes, tal vez con dos euros al mes es suficiente para crearnos ese hábito e ir subiendo en exigencias. No tenemos que dejar de fumar radicalmente el día 1, podemos dejarlo progresivamente. O no empezar con 20 libros al año, podéis seguir leyendo todos los días Ciudad con Alma…

No es nada imposible, y sabemos que vosotros, nuestros lectores, sois capaces de todo, por eso os animamos a crear una lista de propósitos de año nuevo que este año, sí o sí vais a cumplir. Y ahora contadnos, ¿qué propósitos lleváis arrastrando desde hace décadas y vais a cumplir este año?

Autora del artículo: Noelia Ruiz