Los 3 productos de belleza que debes de tener en cuenta cuando llega el calor

Las consecuencias negativas del sol en la piel pueden ser muchas. Un exceso de sol y una falta de protección pueden derivar en aparición de arrugas, manchas o incluso envejecimiento prematuro. Una exposición prolongada sin protección también sería la causante de quemaduras y de problemas a largo plazo como el cáncer de piel. Si bien es cierto que las campañas de protección solar comienzan cuando llega el calor, no estaría de más protegerse durante todos los meses del año. ¿Cómo? Con diferentes productos. Podemos establecer 3 clásicos que nunca deberían faltar en nuestro neceser.

Crema hidratante con protección solar

Teniendo en cuenta que la hidratación de la piel es algo que hacemos (o deberíamos hacer) todos los días, no parece mala idea encontrar en el mercado cremas hidratantes que cuenten con protección solar. De esta forma, en nuestra rutina diaria también quedará incluido esta protección extra. Asimismo, también hay muchos productos para el rostro como serums o BBCreams que añaden también filtros de protección. Pueden ser una opción estupenda para el día a día.

Protector solar facial

En cuanto a la protección solar, la piel del rostro es quizá la más delicada de todas. No podemos negar que, además, su apariencia influye mucho en nuestra autoestima. Por tanto, deberíamos tener mayor precaución con ella. Es la piel más expuesta, por lo que requiere un nivel de protección mayor. En tu rutina facial intenta incluir un protector solar facial de uso diario que pueda protegerte de los rayos UV.

Crema de protección solar

En esta rutina si además incluimos los días de sol en la playa, será necesario meter un protector solar para todo el cuerpo. Como siempre, el nivel de filtro solar de de protección en general dependerá del tipo de piel que tengas, así como de si es una piel ya morena por el sol o más blanca.

La importancia de los filtros solares

Hay que tener en cuenta que en todos estos productos, que son como decíamos imprescindibles en un neceser de primavera-verano, la parte más determinante e importante es la de los filtros solares. Sí, lo cierto es que dependiendo de su modo de acción, vamos a encontrar una variedad de filtros solares faciales diferente.

Por un lado tenemos los filtros físicos, que son los que reflejan la radiación solar, evitando también el bronceado del cuerpo. Este tipo de filtros se recomiendan para las pieles más sensibles, como las pieles de bebé o la de personas con dermatitis, rosácea o cicatrices.

Por otro lado tenemos los filtros químicos. Estos filtros son los encargados de absorber la radiación solar ultravioleta. Se diferencian en su textura con los anteriores, siendo un poco más fluidos. Además, hay que saber que se deben aplicar media hora antes de exponerse al sol para que hagan efecto.

Por último, tendríamos los filtros biológicos. Son filtros que actúan como complemento de los anteriores. De ellos podemos decir que son agentes antioxidantes y que se encargan de potenciar el sistema inmunológico, al mismo tiempo que minimizan y reducen los procesos de oxidación que son causados por los rayos UVA.