Laura Baena: “Yo quiero trabajar y aprender”

Hoy nuestra redacción se llena de luz, alegría y mucho arte, nos visita una de las grandes artistas que nos ha regalado nuestra tierra, una persona llena de magia y sensibilidad, con una sonrisa que contagia buen rollo, una mujer que nunca ha dejado de soñar, que ha conseguido hacerse un hueco en todas las casas de España y que destaca por su humildad. Con valores tan marcados como la lealtad, el respeto, la tolerancia y todo lo que lleve a la libertad, estamos hablando nada más y nada menos que de la gran Laura Baena Torres. Algunos la conoceréis por su paso en la serie Vis a Vis, otros por su maravillosa interpretación en Malaka, aunque ha pasado por series tan reconocidas como Aída, Los Hombres de Paco, Arrayán, Velvet, etc. También tiene un largo recorrido en teatro, cine, tv y docencia.

Laura nos cuenta como de forma inconsciente, su madre fue su primera fuente de inspiración a la hora de dedicarse a la interpretación, y con todo el orgullo que cabe en su boca, cuenta que su madre era “una artista de mucho cuidado, cantaba, bailaba, dibujaba, era alucinante, no se pudo realizar porque tuvo muchos hijos y vivió en una sociedad que la tuvo atada a la pata de la cama, pero fue una mujer muy luchadora”. Estudio 1 también marcó su trayectoria, le impresionaban esas actrices con esos vestidos de época y las interpretaciones de las grandes como Lola Herrera, Lola Gaos, las Gutiérrez Caba y la gran mayoría de actrices. Ver a esas personas contar historias hacía que se quedara embobada y, después, ver obras de García Lorca, con esas mujeres pasionales como la madre, la novia, la luna, despertó algo en ella, pensando que también le gustaría contar historias a través de la interpretación, sentir en su piel a esos personajes.

A sus 17 años, Laura Baena Torres trabajaba con niños, y algo hizo que todo su mundo cambiara, apareció un profesor de teatro, Chencho Ortíz, que le mostró una manera diferente de enfocar, de hacer ejercicios con los niños, de jugar, y como a través de la interpretación, se podía crecer como persona, ahí es donde ella dijo, “voy a intentar hacerlo”, a pesar de que lo veía como algo inalcanzable, aunque rápidamente se dio cuenta de su amor hacia la interpretación, del enamoramiento tan grande que sintió al subirse a un escenario, y es allí donde decidió que sería artista, que quería poner el cuerpo a la vida de otras personas y sintió el veneno y la pasión por la profesión.

Cuando se sumerge en un personaje, le gusta poner el cuerpo, vivir, investigar, crear, buscar todos los matices necesarios, eso sí, sin que le afecte, proyectar la empatía con el personaje y luego, adiós muy buenas, incluso en secuencias trágicas o duras, es necesario que sea así para que no le afecte.

No me puedo resistir a preguntarle si ser actriz ofrece ventajas a la hora de mentir, “no, y no es que no sepa mentir, miento como todos, pero no sé sacarle partido, se me nota, además soy un poquito tímida” puntualiza Baena Torres. Mi siguiente pregunta es, ¿cómo una persona tímida es capaz de ponerse delante de las cámaras?, “porque tengo el arrope del personaje que ya está en mí, la complicidad de los compañeros del elenco, el apoyo de todo un equipo que rema en la misma dirección. Cuando interpretas pones tu cuerpo y tú voz a un personaje que no tiene nada que ver contigo, que no siente como tú. Interpretar es un ejercicio de empatía, de ponerte en el lugar del otro. Mientras ensayas estudias, creas al personaje, notas que vas entrando en él, pero es cuando te pones el vestuario, cuando ya sientes el personaje en tu piel, sucede algo mágico, y es que cambia tu forma de mirar, de andar, de decir el texto, dejas de ser Laura para ser el personaje”. También nos cuenta el momento en que descubrió que le encantaba estar delante del público, fue cuando se abrió el telón en un montaje teatral, sintió el silencio, la conexión con los compañeros y compañeras, y sintió la batería con el público.

Laura nos cuenta que se sintió una artista reconocida por el público por primera vez, con 25 o 26 años en la serie “El Joven Picasso” de José Antonio Bardem en el año 1992, donde actuó junto a Toni Zenet, “cuando ya veía la cámara y veía a José Antonio Bardem, ¡dios mío de mi vida!, decía sí, sí, sí, ya pertenezco al gremio” puntualiza Baena Torres. También nos habla de “Padre Coraje”, una serie de Benito Zambrano que abrió el campo de la naturalidad, mostraba la sociedad que nadie enseñaba y apostó por actores andaluces no muy conocidos, e hizo un trabajo fantástico, Laura habla con orgullo de ese trabajo.

Nos cuenta que nunca imaginó llegar hasta aquí, que ella vive su profesión como vive su vida, “lo que venga y para delante, disfrutarlo y aprender” dice Laura, que prosigue con una frase que voy a anotar en mi cuaderno de frases del día, “en la vida y en nuestro mundo hay que disfrutar del momento, y sobre todo en esta profesión que es tan bonita, tan dura y volátil, estás siempre en la cuerda floja… aprender en cada momento, disfrutar de lo que venga y agradecerlo todo”, parece un mantra.

Cuando hablamos de sus personajes, dice “a mí me han marcado mucho como la gitana, la merdellona, la puta… lo que a mí me encanta es el reconocimiento profesional, el reconocimiento al trabajo bien hecho, el reconocimiento a la entrega y al respeto hacia todo el equipo. El que te reconozcan por la calle da orgullo y pellizquito. En cuanto a las redes sociales es un arma de doble filo, tienes que emplear tiempo en estar al día, y sé que en los castings buscan que tengas muchos seguidores y no valoran tanto la profesionalidad.” confiesa Laura.

Como actriz es impresionante, pero como persona, en las distancias cortas, se hace querer, su grandeza es la simpatía, la naturalidad, la sencillez, la humildad, y es que a pesar de que no lo dice, tiene el PREMIO CULTURA 2019 de La Opinión de Málaga, y el PREMIO ONDAS 2015 a todo el elenco femenino de la serie “VIS A VIS”, es una fuera de serie que merece todo lo bueno que la vida le dé.

Nos ponemos más serias y le pregunto qué cambiaría de su sector, Laura responde sin titubear “aunque en la dirección de trabajo ya ha habido un acuerdo por el que se ha aprobado un incremento salarial, todavía tenemos un 6´5%, queda muchas cosas que arreglar en el sector, tema de hacienda, seguridad social, paro, todavía estamos ahí en el camino… Mira yo he trabado dos o cuatro días a la semana, pues me han dado de alta solo esos días, así cuesta reunir días cotizados para pedir prestaciones. Nos pasamos mucho tiempo sin trabajar, y cuando estamos en un proyecto hacienda nos clava. Todo trabajo debe estar remunerado, aunque tengamos la suerte de que nuestro trabajo nos encante y nos apasione. Cuando termino una jornada salgo feliz, pero no por eso voy a dejar de cobrar por mi trabajo. Es una labor dura, de largas horas, de madrugones. Nadie debe trabajar gratis, por amor al arte. Y puede ser un problema la competencia desleal en nuestra profesión”.

Laura también le pediría a la industria cinematográfica que confíe más en la preparación y capacidad que tienen las mujeres en el sector audiovisual, “que se cuente con nosotras en todos los departamentos, que se vean más mujeres con cargos responsables, en puestos directivos y en el mundo audiovisual, tenemos muchas mujeres muy preparadas. Que trabajemos junto a los hombres, que no queremos quitarles el trabajo, solo queremos trabajar con ellos en igualdad de condiciones También pediría que se creen personajes más reales de mujeres de todas las edades y con todo tipo de físicos.”. Baena Torres no cree que la imagen real de la mujer esté reflejada en el cine, confiesa que le gustaría que hombres y mujeres trabajaran juntos y se reconociera el papel de mujeres reales, mujeres poderosas que han cambiado el rumbo de la historia, que no se han reconocido, “somos la mitad de la población y estamos a su lado para trabajar con ellos con los mismos derechos y las mismas oportunidades… Yo siempre lo digo, fíjate que han empezado a conocerme ahora con mi edad, con mis carnes y con mi físico, y también está bien ¿no? que estén saliendo series y películas con mujeres como son Adelfa Calvo, Mercedes León. Hice un curso con Emilio Gutiérrez Caba, con él aprendí muchísimo, sobre todo a saber estar en un rodaje, la humildad y la sencillez que debemos tener los actores… le tengo un gran cariño, mucho respeto y emana sabiduría constantemente”.

Hacemos un repaso por toda la profesión y le pregunto qué opina de las plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime y nos explica que están dando mucho trabajo a todo el sector, que se hacen muchas series, películas y eso es bueno, pero que baja el nivel de calidad en el trabajo, “los contratos son más exigentes, se han vuelto a poner muchas horas de trabajo cuando ya teníamos nuestras ocho horas de jornada” sentencia Baena Torres.

Tiene claro que el mundo de la cultura tiene el compromiso y la responsabilidad con la sociedad de transmitir valores, de hace la cultura visible y dar a conocer a través de ella cualquier problema social, nos explica que, mediante la cultura, la literatura, el cine, el teatro, la pintura, se invita a la reflexión y el mensaje entra más suave. Está convencida que la interpretación debería darse en las escuelas al igual que se da música, nos explica que ayuda a crecer, a conectar, a desarrollar la empatía, a educar en valores, a conocerse a uno mismo, que es muy terapéutica, sanadora y motivadora. “Cuando trabajas con los compañeros, cuando estás creando un personaje, estás trabajando la psicología de ese personaje, y a la vez te ayuda a ti a comprender, a abrirte…” recalca Laura.

Hay un personaje en concreto que es el que más le ha gustado interpretar, “La Tota” de “Malaka”, “me gustó muchísimo porque ha sido un personaje rompedor, ha sido una gitana que como esta se dan pocas veces… además, un personaje lésbico, fuerte, que dirige y manda a hombres, con una carga tan fuerte, tan segura de ella… me encantó zambullirme en esa persona, en esa mujer” dice orgullosa Laura.

Me atrevo a preguntarle cuál es el personaje que jamás interpretaría, y su respuesta es rotunda, “una actriz nunca debe decir que no haría ningún personaje si el proyecto es bueno, porque además es un reto”, pero puntualiza que al tener que meterse tanto en la piel del personaje, prefiere que no sean maltratadoras, ni mujeres malignas, prefiere no engullirse en personajes oscuros y tener que justificar su maldad, pero aclara que si hay que hacerlo se hace. De la misma manera, nos cuenta que le encantaría interpretar algún personaje de García Lorca; o de las Troyanas, Hécuba; cualquier mujer que luche por sus derechos y por el derecho de todas las mujeres, que se haya posicionado contra viento y marea a través de su sabiduría, de su talento, peleando como Victoria Kent, Clara Campoamor, Marie Curie, etc.

Es una entusiasta de lo de que hace y de su profesión, se nota que disfruta con la interpretación y no deja de nombrar personas del gremio con las que ha disfrutado trabajando como Ramón Salazar, todo el elenco de VIS a VIS, Inma Cuevas, María Isabel Díaz, Roberto Enrique, Alberto Velasco, Jesús Colmenar, Rafatal, Estrella Morente y algunos con los que desearía trabajar en un futuro, “me encantaría trabajar con Meryl Streep, madre mía lo que me daría esa mujer, lo que me enseñaría con solo mirarla, la grandeza que tiene como persona, con ese saber estar; con Javier Bardem, eso tiene que ser vamos, ponerte delante de él y echarte a temblar; yo que sé, con muchísima gente, con Javier Cámara, me encantaría; y de mis compañeras pues ya ves, te digo todo el elenco de VIS A VIS, Itziar Castro, Terele Pávez que he trabajado también y ha sido una gozada, es que quiero trabajar con todo el mundo, yo quiero trabajar y aprender” concluye Laura.

Solo puedo decir que se nota su bondad y su grandeza en cada mirada transparente que regala con sus respuestas, que es puro amor y alegría, pero también la fuerza de una mujer que tiene sus principios, sus valores y está segura de lo que quiere en esta vida, no dejéis de seguirla, es una de las grandes actrices que nos ha regalado nuestra Málaga.

Autora de la entrevista: Sara Gili Gatius – Directora de Ciudad con Alma