Las chimeneas industriales de Málaga: historia viva de la ciudad
Una Málaga distinta. Una ciudad donde no existían altos edificios ni grandes hoteles, donde la playa era lugar de pescadores y jornaleros, las calles sin asfaltar llenas de niños jugando y el cielo coloreado de un azul grisáceo procedente del humo que producía las chimeneas industriales. Así era la Málaga industrial del siglo XIX.
La Málaga Industrial aparece como un simple recuerdo, como si de una postal de una ciudad distinta a la que conocemos apareciera. Aun así, caminando entre sus calles nos encontramos con pequeños vestigios de esas fábricas que dieron vida a la sociedad malagueña. Tras años de funcionamiento, estas chimeneas dejaron de escupir humo para convertirse en más que un símbolo para la ciudad. Las Chimeneas Industriales reflejan la cultura e historia de los malagueños. Son Málaga.
El siglo XIX fue la época de mayor esplendor industrial de la provincia. El mercado industrial nacido en Inglaterra, comenzó a tomar forma en Barcelona expandiéndose por el resto de España alcanzando lugares como País Vaco o Málaga. Con esta nueva vía de comercialización, Málaga llegó a convertirse en la segunda ciudad industrial más importante de España, únicamente por detrás de Barcelona. Numerosas fábricas e industrias decidieron instalarse en Málaga para explotar todos sus recursos aprovechando las ventajas que la cercanía del puerto les proporcionaba. El puerto ofrecía mayor rapidez en la adquisición de materia prima así como facilidades a la hora de exportar sus recursos a otras ciudades y países.
Fábricas como los altos hornos de Málaga o La Industria Malagueña supusieron una fuente de ingreso para miles de malagueños que tomaron la industria como forma de vida y único sustento familiar. Además de dar de comer a la sociedad malagueña, las industrias dejaron en la ciudad un rico patrimonio industrial reflejado en las famosas Chimeneas Industriales que decoran el cielo de las calles malagueñas. Durante los siglos XIX y XX se contabilizaron más de 300 chimeneas y altos hornos en toda la provincia, de las cuales solo quedan 13 en la actualidad.
De entre todas las chimeneas, hay una que destaca sobre el resto y es la “Chimenea de los Guindos”. Esta chimenea conocida mayoritariamente por la Torre Mónica es un emblema de la ciudad. Situada en el paseo marítimo Antonio Banderas, es un punto de referencia e importancia histórica de la ciudad. Esta antigua chimenea malagueña, construida en 1923 y con 106 metros de altura, formó parte de la fábrica de fundición de plomo de Los Guindos cuyo peculiar nombre proviene de una mina ubicada en La Carolina, Jaén, del cual se extraía el material utilizado en la fábrica.
Otra de las más populares es la Chimenea de la Central Termoeléctrica de San Patricio, popularmente conocida como La Térmica. Construida entre 1957 y 1960 dentro de un programa gubernamental de centrales situadas en la costa. Esta central térmica y eléctrica se situó junto a la playa de la Misericordia, cerca de la anterior chimenea, para poder coger el agua del mar para su refrigeración. Tras su cierre en 1980, se procedió a su derribo pero la presión ciudadana de los vecinos evitó su destrucción.
Continuamos en la misma ubicación y es que a lo largo del Paseo Marítimo Antonio Banderas se encuentra la Chimenea de la fábrica de ácido sulfúrico de La Cross o fábrica de abonos La Trinidad. Es una de las chimeneas más antiguas que aún se mantienen en el litoral ya que data en 1890. Esta chimenea servía para obtener los abonos artificiales que luego se usarían en la agricultura pero en 1932 pasó a ser propiedad de La Cross convirtiéndose en una fábrica de ácido sulfúrico.
Entre otras, nos encontramos con la Chimenea de la azucarera de Málaga El Tarajal, fundada en 1930, y parte del conjunto arquitectónico de la Fábrica de la Azucarera construida por la familia Larios. Este es uno de los edificios de mayor relevancia arquitectónica de la época industrial andaluza y es por ello que es una de las pocas construcciones de principios del siglo XIX que aún se conserva entera y en buen estado.
Por último, ubicado junto al mercado y la Iglesia del Carmen, en el barrio del Perchel, se sitúa la Chimenea Industrial de Calle La Serna. Esta es la única chimenea de la cual no se ha podido conocer a qué tipo de actividad se dedicaba aunque hay indicios de que servía para la producción del vino. Esta edificación no se encuentra en su lugar originario ya que tras problemas urbanísticos se decidió trasladarla 40 metros.
La Málaga industrial está marcada por personajes como Martín Larios, Manuel Agustín Heredia, Feliz Sáenz o Guillermo Huelin. Estos no son simplemente nombres ya que estos hombres fueron los responsables del desarrollo industrial de la ciudad y, por consecuencia, del incremento de su popularidad e importancia en el resto de Europa. Las Chimeneas Industriales y las fábricas han hecho de la ciudad la Málaga que todos conocemos permitiendo su desarrollo y evolución.
Este es el origen de las Chimeneas Industriales, un pedacito de la historia de Málaga reflejado en sus calles. Y vosotros, ¿conocíais el origen y la relevancia de estas chimeneas? Si la respuesta es que sí, estamos seguros de que no volveréis a verlas con los mismos ojos.
Autora del artículo: Paula Fernández
Fotografías sacadas de la web: Chimeneas y Patrimonios – ver web
Como bien dice el título, estas chimeneas son historia de nuestra querida Málaga
Una muestra del gran patrimonio que tenemos aquí
Las chimeneas forman ya parte de nuestro paisaje costero
Las recuerdo de toda la vida de cuando iba por esa zona con mis padres
Para mi las chimeneas le dan ese punto romántico a la ciudad