La sexualidad en pareja en tiempos de confinamiento

Llevamos ya varias semanas de confinamiento y puede que hayamos aprovechado para ponernos al día con el trabajo atrasado,  e incluso con un montón de tareas domésticas desacostumbradas. Posiblemente hemos hecho limpieza a fondo, organización de armarios y leído libros pendientes o visto alguna serie televisiva, para la que antes no teníamos tiempo.  Quizás, incluso, hayamos hecho algún trabajo de introspección y crecimiento personal.

Pero, ¿qué hay de nuestra relación de pareja? ¿Y del sexo? ¿Hemos aprovechado también para actualizarlo, desempolvarlo o diversificarlo? ¿O hemos seguido posponiéndolo u obviándolo, como ocurre a menudo en parejas consolidadas de duración considerable?

Si os habéis puesto las pilas en este terreno: ¡fenomenal!  ¡Seguro que estáis disfrutando de sus beneficios! Pero por si aún no lo habéis hecho, empezaré recordándoos, con intención motivadora, algunos de los beneficios de mantener una sexualidad satisfactoria en pareja:

 Fortalece el sistema autoinmune. Este, en las circunstancias actuales, es por sí sólo un motivo de peso; además,  sin efectos secundarios indeseables.

1. Reduce el riesgo de ataque cardíaco.
2. Fortalece el suelo pélvico.
3. Disminuye la presión arterial.
4. Protege contra el cáncer.
5. Es un ejercicio físico. ¿No buscabas alguna alternativa a andar por casa hasta hacerte los kilómetros que te habías propuesto?
6. Ayuda a descansar. Y es que el sexo es de los pocos ejercicios físicos que ayudan a descansar, pese a haberlo practicado de forma intensa, justo o pocas horas antes de ir a dormir.
7. Bloquea el dolor. ¿Cuántos nos vemos afectados en estos días por la intensificación de dolores crónicos o por la aparición de nuevos, dado el sedentarismo actual?
8. Reduce el estrés. ¿Quién no es víctima del estrés en los tiempos que corren?
9. Disminuye la ansiedad y la frustración.
10. Nos hace sentir bienestar y satisfacción. El sexo correlaciona inversamente con la depresión.
11. Mejora nuestra relación de pareja. No olvidemos que el sexo es uno de los vértices del triángulo amoroso romántico (intimidad, pasión/sexo, compromiso).
12. Aumenta la libido. Y es que lo que se refuerza, se aumenta. ¡Y qué mejor refuerzo que experimentar estos beneficios a los que me he referido!

Cada día son más numerosos los estudios experimentales que avalan los beneficios expuestos,  y que ponen de manifiesto que disfrutar de una sexualidad satisfactoria aumenta nuestra calidad y esperanza de vida.  Tengamos en cuenta que lo que sentimos llega, a través de los mensajeros neurohormonales, a todas y cada una de nuestras células de nuestro organismo. ¡El mecanismo es fascinante!

A pesar de los beneficios expuestos, es posible que estéis atrincherados en ciertos peros; como que todo eso está muy bien, pero que no hay lugar con todos en casa, qué no están las cosas para sexo o que ya pasó esa etapa… ¡Porque que no tenéis tiempo, no creo que sea un pretexto ahora!  Pues bien, con relación a esos posibles peros, te sugiero las siguientes propuestas:

. Fomentad los momentos de intimidad en la pareja.  Compartid ocio, valorar y reconocer lo que os aportáis mutuamente, aceptad lo que menos os gusta del otro y tened atenciones.  ¡El ocio compartido es uno de los mayores afrodisíacos!

.  Potenciad los inductores internos del deseo, por ejemplo, haciendo mentalmente fantasías eróticas y leyendo literatura erótica o visualizando material de este tipo, sobre todo antes de dormir. ¡El cerebro es nuestro órgano sexual más potente!

. Aprovechad para ampliar vuestra educación sexual e informaros sobre posibles dudas que os asaltan sobre estos temas. Una adecuada educación sexual ayuda a prevenir posibles disfunciones sexuales y favorece el disfrute de una sexualidad saludable.

. Recordad que la sexualidad no tiene edad; aunque cada edad pueda tener una sexualidad con matices diferentes.  Conocer los cambios que se van produciendo en nuestro cuerpo con el paso del tiempo,  y cómo repercuten en nuestra respuesta sexual, nos ayudará a adaptarnos a ellos sin renunciar a la misma, ni a sus múltiples beneficios.

. Agudizad el ingenio para buscar momentos y espacios,  especialmente si tenéis mucho movimiento en casa.

. Haced con cierta frecuencia una evaluación constructiva de vuestra sexualidad: expresando la sexualidad ideal de cada uno, negociando las demandas mínimas necesarias para mantener una sexualidad satisfactoria por parte de cada miembro de la pareja, e incluso, elaborando fantasías sexuales conjuntas.  Dije: evaluación constructiva.

. Recordad que la sexualidad en pareja no se limita al coito: es algo mucho más amplio y abarca mucho más. ¡No confundamos el todo con una de las partes, por atractiva que sea! Si lo hacemos, nos dejaremos mucho atrás.

. Salid de la rutina, potenciando la creatividad e innovando.  Ampliad la diversidad de contextos, posturas y complementos.

Puede que además de los peros anteriores, se añadan otras dificultades como que alguno de los miembros padezca algún tipo de trastorno o disfunción sexual.  También es posible que ahora mismo no os podáis encontrar con la pareja, porque estéis geográficamente separados.  Estas serán cuestiones a tratar en otra ocasión.

Para más información sobre este tema, podéis contactar conmigo en las siguientes reseñas:

Carmen Pérez Rojas

Psicóloga G. Sanitaria

Máster Sexología Clínica y Terapia de Pareja.

Tfno.: 657452442

psicologia.carmenpr@gmail.com

www.carmenperezpsicologa.es