La historia del puente de los alemanes
Málaga es una de las ciudades más antiguas de Europa, de gran influencia e interés internacional gracias a su situación geográfica, a orillas del mediterráneo. Es una ciudad donde el turismo y el sector servicios centran la economía en la misma, ya que hay mucha cultura e historia que contar en dicha ciudad; a lo largo de los siglos han ido surgiendo acontecimientos que son merecidos de saber y contar.
Situado en pleno centro de Málaga, el Puente de Santo Domingo tiene una historia detrás muy interesante y que todos debemos conocer. Conocido popularmente como el “Puente de los Alemanes” ¿os gustaría saber la razón? Seguid leyendo que os la cuento…
Situado sobre el río Guadalmedina, el Puente de los Alemanes es un símbolo histórico de la ciudad de Málaga, por el cual pasan cientos de personas al cabo del día, siendo éste un puente peatonal, de estructura metálica, construido en 1909. En 1992 se desplazó para que tuviera un ángulo de 90º con respecto a la Iglesia de Santo Domingo. Gracias a él podemos pasar de un extremo a otro. El puente conecta el Pasillo de Santa Isabel con Santo Domingo, creando una espléndida unión entre ambos polos, facilitando el recorrido a pie por esta pasarela de un lado a otro de la ciudad.
La historia comienza en 1900, cuando un temporal hizo naufragar a una fragata alemana o navío germano Gneisenau. Al ver la situación, los malagueños acudieron al socorro de los marineros alemanes, perdiendo la vida muchos de los rescatadores de la provincia. A consecuencia de este acto heroico, se reconoce a Málaga con el título de “Muy Hospitalaria”, luciéndose a día de hoy en el escudo de la ciudad.
El puente fue donado por el káiser Guillermo II en señal de gratitud de la colonia alemana a la ciudad de Málaga, de hecho hay una placa que cuelga en la pasarela de hierro peatonal, en la cual se señala: “Alemania donó a Málaga este puente agradecida al heroico auxilio que la ciudad prestó a los náufragos de la fragata de guerra Gneisenau”.
Pasaron los años y en una noche de septiembre de 1907, la gran riada del río Guadalmedina provocó la destrucción de varios puentes de la ciudad. Llegada la noticia a Alemania de dicha catástrofe, el pueblo germano decidió devolver el favor realizando una recogida o recolecta de dinero para ayudar a los malagueños con la reconstrucción del puente; con el dinero aportado se construyó el hoy conocido como “Puente de los Alemanes”
En 1982, por aquel entonces el alcalde de Málaga era Pedro Aparicio, el cual observó un visible deterioro del puente. Decidió pedir ayuda al gobierno de la Alemania Occidental para poder restaurarlo, y sin ninguna indecisión ni titubeo concedieron ayudar con la reforma. Se llevó a cabo una obra entre 1983 y 1984 y de nuevo se colocó una placa de agradecimiento por la ayuda prestada a la ciudad de Málaga.
Años más tarde, se movió el puente de su posición original, estableciendo así un ángulo de 90º con la Iglesia de Santo Domingo. Hace unos años, se llevó a cabo una celebración del centenario de la construcción del Puente de los Alemanes, estando presentes en el acto el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y destacados miembros del Consulado Alemán y de la aristocracia alemana, ya que para ellos es un monumento de gran importancia, semillita que han dejado en una ciudad lejana a su país.
Existe un cortometraje documental que relata la historia del puente que el káiser Guillermo II donó en modo de agradecimiento por la ayuda prestada a la ciudad de Málaga. El director del cortometraje «El Puente de los Alemanes”, llamado Jaime Noguera, define a la pasarela como “una obra de ingeniería” merecedora de ser contada y conocida, de ahí su interés en crear un documental de veinte minutos en múltiples piezas.
Comenzó el proyecto en 2008 con el propósito de que el estreno fuese en sintonía con el centenario del puente en 2009, aunque se presentaron múltiples incidencias que impidieron que el rodaje se presentase a tiempo.
En el documental, Thomas Scheerer relata cómo el capitán del navío ignoró las advertencias de las autoridades locales sobre la tormenta que se avecinaba. Por no prevenir y hacer caso, terminó colisionando con el muelle del puerto de Málaga y su repentino hundimiento, en el cual murieron 41 de sus marineros, en su mayoría jóvenes de edad.
Las campanas de la catedral de Málaga alertaron de los hechos, y múltiples ciudadanos acudieron a auxiliar y ayudar a los náufragos; algunos de ellos se quedaron recuperándose en hogares de familias de la ciudad.
Los barcos militares alemanes que se acercan al puerto de Málaga tienen la tradición de que su tripulación realice ofrendas florales en el Cementerio Inglés de la ciudad, donde se encuentran restos de algunos marineros fallecidos en el naufragio, por lo que la historia sigue muy presente en la actualidad.
¿Os parece interesante la historia del “Puente de los Alemanes”? Dejadnos un comentario sobre vuestra opinión acerca de esta historia.
Autora del artículo: Celia Nogueras Álvarez
Historia viva de nuestra ciudad
Pues si Reme porque ese puente ha visto muchas cosas de la ciudad
El puente tiene una gran historia y es ya un signo de la ciudad
Para mi tiene un encanto muy especial 🙂 🙂
Que extraordinaria historia
de hospitalidad y reciprocidad, cuan importante es «tender puentes».