Dicen que detrás un gran proyecto siempre hay una bonita historia. No son distintos los inicios de la ONG Justalegría. Cuyo nombre nace de la fusión de dos conceptos: justicia social y alegría.
Allá por el año 2006, un 15 de enero concretamente, nacía Justalegría. Así lo relata Jesús Criado, uno de sus cofundadores. La cooperación internacional llamó a su puerta. Y estuvo 6 meses en la India, a los que le siguieron 3 años como voluntario en diferentes proyectos del Tercer Sector. En una de esta experiencias, conoció República Dominica. O más bien, “la otra cara” de este destino popular por sus playas de arena blanca y ‘resorts’ de “todo incluido”. “Esto es tan sólo una mínima parte del país”, señala Lucía Vázquez, actual directora de la asociación. En aquellos momentos, comenzó una intensa divulgación que logró que cerca de 60 voluntarios conocieran la labor que se estaba haciendo en la zona. Entre las personas que se desplazaron, se encontraba Lucía. “Recuerdo que lo que más me llamó la atención fue que Jesús y el resto de voluntarios, vivíamos en el mismo lugar donde se estaba desarrollando el proyecto. Con lo cual, el diagnóstico de las necesidades reales era más acertado”, manifiesta Vázquez.
Profesionalización
Dos años después, llegó la profesionalización. Comenzaron a trabajar a través de la metodología propia de cooperación para el desarrollo, asesorando a las entidades y comunidades locales en la ejecución y búsqueda de financiación. Fue una etapa en la que comenzaron a sumarse profesionales, empresas, estudiantes de posgrado y personas interesadas en la cooperación, entre otros. Actualmente, cuentan con 150 socios en Málaga, 20 voluntarios y tres técnicos en la sede situada en Calle Ancha del Carmen, 26. Además, de un profesional expatriado en República Dominicana para continuar con el trabajo de identificación de necesidades desde el terreno.
Cuando nos acercamos a sus instalaciones, advertimos en la entrada que se aprecia el apoyo del Ayuntamiento de Málaga y la Obra Social La Caixa. “El Ayuntamiento de Málaga nos apoyó desde los inicios, nunca dejó de proporcionar sus fondos, a pesar de que nacimos en época de crisis”, señala Criado. La incorporación de la fundación llegaría en el año 2015, apostando por un proyecto de Acción Social.
Su labor se estructura en cuatro líneas claves: Cooperación para el Desarrollo, Ayuda humanitaria, Acción Social y Educación para el Desarrollo. Dentro de la primera, destaca el proyecto Baraka, un centro ubicado en Nador para la formación e inserción laboral de la población marroquí en el sector hostelería y construcción. Como parte de la Ayuda Humanitaria desarrollada, son relevantes sus intervenciones en situaciones de catástrofes naturales y el diseño de refugios de manera preventiva. En 2014, ponen en marcha el Programa de Prevención del Suicidio como respuesta a una necesidad detectada por el Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga. Talleres y charlas de autoestima que cuentan con el asesoramiento de la Unidad Mental del Hospital Carlos de Haya.
Otras de las propuestas más recientes la desarrollan en colaboración con EMASA. Dentro del área de Educación para el Desarrollo, han elaborado un primer cuaderno pedagógico sobre el uso responsable del agua. Un material de apoyo para el docente que puede completar con charlas de expertos en el aula.
CONTACTO
C/ Ancha del Carmen, 26. 29002, Málaga
951 286 181
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www.justalegria.org
Este reportaje forma parte del último número de la revista Ciudad con Alma, que puedes íntegro a continuación: