Iris Oboe: la cantante de soul que mueve conciencias

Iris Nieto, conocida artísticamente como Iris Oboe, es una joven de 27 años que ha entrado en nuestra redacción como un torbellino de aire fresco. Mujer rompedora, de dulce locura, espontánea, optimista, decidida y luchadora. Todo esto lo transmite con su forma de saludar, de sonreír, y eso, que todavía no ha comenzado la entrevista.

Para comprender quien es Iris Oboe debemos comenzar explicando que con 2 años ya se creía una estrella del rock & roll, se disfrazaba con los tacones de su madre, se pintaba la cara y cogía los lápices como si fueran un micrófono para convertirse en Shakira, Tina Turner… Con 4 años pisó por primera vez un escenario y lo hizo por todo lo alto, junto a John Lee Hooker Jr., hijo del guitarrista de Aretha Franklin, y es que como ella misma dice “yo sabía quién era desde que nací”. Nos explica que su primera foto, con tan solo un mes de vida, representaría perfectamente quien es ella “salgo así con los dedos (hace el gesto de estar tocando el oboe) … da miedo, yo me asusto de mí misma” dice Iris.

Está claro que es una persona segura de sí misma, que sabe perfectamente quien es y se define con una sola palabra, “Alma”. Es algo que comprendes cuando te está contando anécdotas como la que le pasó en Austria, donde estuvo viviendo durante tres años mientras estudiaba en el Conservatorio de allí. Su ídolo era François Leleux, solista de la Filarmónica de París de oboe y por Navidad, le llegó un regalo de su profesor por las buenas notas que sacó y por ser su mejor alumna (porque además es una persona constante e inteligente), y sí, le regaló unas entradas para ir al Teatro Principal en Brengenz en el lago Constanza para ver a Françoise Leleux, por supuesto, una vez allí, aprovechó para colarse en el camerino y conocerle en persona. A partir de ahí, la casualidad hizo que se lo encontrara en varias ocasiones e incluso que él le pidiera a Iris que fuera su alumna. Y es que la vida de Iris, se define en muchas ocasiones como ella cuenta “esto no me puede estar pasando, pero por hacer locuras, irme con una mano delante y otra detrás a experimentar algo nuevo, por loca, porque estoy loca; pero es que, si no se vive así, no vives… y si quieres vivir de la música, te vas al país de la música, y allí me pasaron cosas como esta y es alucinante, conocí a mi ídolo. Lo que tú crees, creas.” sentencia Iris.

En Austria ha vivido muchas historias, pero se queda con la enseñanza de que “una sonrisa te arregla la vida. En el conservatorio de Austria, yo vivía en mitad de los Alpes con cabras y vacas y no tenía a nadie con quien hablar, con todo lo que yo hablo, yo iba a explotar allí (risas). Pues me compré un chubasquero del Pescanova amarillo y yo decía, si aquí no hay sol, el sol lo llevo yo encima. En el conservatorio, yo llegaba y decía ¡guten morgen!, y la gente, nada más que con esa tontería, con el chubasquero amarillo, ¡guten morgen!, ya se reían, y el conservatorio ya era de otra manera y al final los profesores no querían que yo me fuera de allí, pero era por eso, por una simple sonrisa”.

Es fascinante escuchar cómo una persona tan joven se cultiva día a día, con tenacidad, intentando ser mejor persona que el día anterior “me analizo mucho a mi misma, porque los músicos somos muy sensibles y cualquier cosa nos afecta” nos cuenta Iris. Y aunque confiesa que es despistada, un poco torpe, maravillosa e independiente, deja claro que es muy ambiciosa y tiene mucha ilusión por hacer muchas cosas, sobre todo, aportar su granito de arena para que este mundo, sea un lugar mejor. Además de cantante y músico (toca varios instrumentos), es compositora y dirige muchas cosas de las que hace, pero si destaca por algo, es porque sus canciones son reivindicativas (mujeres, cultura…), porque canta con un sentido, con un fin, existe un propósito en su vida. Después de esta explicación, me vi obligada a preguntarle qué opina del reggaetón, “si son letras ofensivas a las mujeres, me molesta bastante” dictamina Iris. Nos cuenta que vivimos en un patriarcado bastante severo aun, que en los didácticos que hace en los colegios junto a su padre (que toca la guitarra), les explica a las/os niñas/os como Aretha Franklin fue madre con 11 años, Lady Gaga se tuvo que operar porque su belleza estaba fuera de los cánones marcados, e incluso al principio Adele fue rechazada por su peso, “yo lucho mucho en contra de todas esas cosas, porque es mi único granito de arena que puedo aportar. Quiero mover conciencias, quiero que sirva de algo” manifiesta Iris.

“Mi padre veía que era una niña rara, que me ponía a Queen y me abrazaba al altavoz a llorar, o me subía a un escenario con 4 años con John Lee Hooker Jr. y me sabía las canciones, o me llevaba a un concierto en un conservatorio para ver como reaccionaba y, a lo mejor tenía 5 o 6 años, y en vez de salir corriendo y pasar, me quedaba así (con la boca abierta) y me tenían que sacar a rastras llorando. Entonces decía, esta niña es rara y me llevó a la Banda Miraflores de aquí de Málaga y ahí empecé tocando zarzuela, pasodobles. Me presenté al conservatorio con 7 años, saqué la nota más alta y he estado en 5 conservatorios diferentes” asegura Iris. Con 15 años, era la músico más joven de la Orquesta Sinfónica de Málaga.

Lleva en los escenarios desde los 5 años y sabe muy bien que es lo quiere. Uno de sus sueños es montar su propio Conservatorio, un Conservatorio donde pueda estudiar todo el mundo sin necesidad de ser rico; con flamenco, musicoterapia, musicología, etc. porque son cosas que sirven mucho. Explica que la música te hace ser mejor persona, te hace más sensible, te remueve por dentro y es necesario enseñarlo. Impartiría creatividad obligatoria, producción musical, y es que tiene ideas de visionaria que, con su preparación y valentía, estamos seguros que llevará adelante.

Su estilo de música preferido es el rock sinfónico y el soul, por eso es fácil entender, que uno de sus referentes es Freddie Mercury que se inspiraba en la ópera. Iris Oboe compone obras que vienen del oboe barroco o romántico del siglo XVII o XVIII y las transforma en heavy metal, rock & roll o reggae, por eso su musa es Freddie, porque lo que compone Iris es una segunda Bohemian Rhapsody, pero en español. Otro de sus ídolos es Seguéi Rajmáninov “es una pasión tan pura, yo es que soy muy sentida, es que es una cosa que te mueve el alma, tú estás escuchando el instrumento y sabes que el clarinete es el hombre, el oboe es la mujer, que está llorando porque el hombre se le va, la tromba es, yo que sé… yo escucho eso y personifico los personajes, les estoy dando vida, no sé, supongo que los músicos, seguramente me entenderán” dice claramente emocionada Iris.

Aparte de la música, que por supuesto es su gran pasión, también le gusta hacer deporte, le encanta bailar, le fascina la psicología, leer libros sobre esta temática para investigar cómo piensa la gente, porque nos confiesa que le gustan mucho las personas.

Como es de imaginar, quedan muchos sueños por cumplir en su vida, y es que tiene toda una vida por delante, “tengo que llenar un estadio con 100.000 personas como Wembley, hasta que no lo consiga no paro. Tengo que hacer el Conservatorio, mi propio Conservatorio, lo de los hijos y eso ya no me llama tanto la atención, porque si tengo hijos a lo mejor ya no puedo hacer todas esas cosas, y a lo mejor cuando consiga todas esas cosas ya tengo 60 años” dice Iris entre risas. También nos cuenta que otro propósito es sacarse los títulos de los varios idiomas que habla y viajar mucho mientras hace lo que le gusta, irse de gira y verlo todo.

Hay dos frases que marcan su forma de ser: “El show debe continuar” y una que sale en la película Moulin Rouge “no hay nada más grande que te pueda suceder en el mundo que amar y ser correspondido, o algo así, y es verdad, esa es una cosa muy grande, pero es que tampoco hay nada más grande que amarte a ti mismo y ser correspondido por ti, y es difícil, pero cuando lo tienes, ¿quién te hace falta?” asegura Iris.

Toda la conversación es profunda, tiene una inteligencia emocional superior a la media y aunque es muy independiente, sabe que es lo realmente importante en la vida. “Lo que no puede faltar en mi vida es mi familia. Si algún día triunfo y llevo una pedazo de orquesta sinfónica con mi banda de rock & roll y mi coro góspel a un escenario, que es lo que yo quiero; en algún número tiene que salir mi padre a tocar la guitarra, o mi madre a hacerme los coros que canta también ella, o mi hermana estar allí aplaudiendo, o mis abuelos en primera fila. Tu sabes lo que es salir a un concierto y tener a mis cuatro abuelos aplaudiéndome, que es que tengo un vídeo en internet, que corté al director y le dije para, ahora empezamos, que primero tengo que decir una cosa, un aplauso para mis cuatro abuelos que están aquí viéndome, y todo el mundo se reía, pero es que eso es una pasada ¿quién tiene esa suerte? Eso es, eso es lo que no puede faltar en mi vida, lo demás, pues va y viene, pero eso es que es precioso” declara Iris.

Un concierto de ella es un estallido de energía, donde te olvidarás de coger el móvil y de todas las banalidades posibles, porque te sumergirás en la magia de su espectáculo, donde te hará vibrar, formarás parte de su concierto haciendo coros, bailando, tocando palmas… captará tu atención hasta el final y hará que lo pases estupendamente, porque su propósito es que quieras repetir.

Acaba de sacar un videoclip impresionante que le ha producido Timmy Ropero, “Un alma en libertad”. Tal y como nos cuenta, surgió la magia entre ellos dos, y es que es la única manera de que nazca algo tan maravilloso como este videoclip, donde la conexión se ha transformado en música y voz. “Fui yo la que lo busqué y le dije, tienes que trabajar conmigo porque no vas a encontrar un producto mejor que el mío. Porque yo dije, si le digo esto, por lo menos se ríe aunque luego no quiera trabajar conmigo, pero por lo menos se ríe, le llamó la atención y dijo pues voy a trabajar contigo, y entonces yo llegué con mis obras, mis papeles, mis partituras allí y le dije, pues mira toma, estas son mis obras, no es comercial, pero es lo que quiero hacer para que te hagas una idea y me dijo, bueno, pues vamos a hacer una canción comercial basada en tu estilo de música que es soul sinfónico en español con oboe, con orquesta; maravilloso le dije, pues mira, yo quiero que sea un 6X8, quiero que la tonalidad sea sol menor, y me la hizo a mi medida, se sentó a tomar un café conmigo y me dijo, cuéntame quien eres tú y estuvimos hablando y no sé cómo ha escrito esa letra tan maravillosa que habla de mí,  o sea, él quería que yo la pudiera expresar creyéndome la canción de verdad, y no te puedes creer nada que sea mentira, y todo lo que dice la canción es verdad. Es la situación que yo estaba pasando en ese momento, me caló sin yo contárselo, es que no se lo conté, pero lo intuyó y lo plasmó” nos cuenta con emoción Iris. Deja claro que no habría podido hacerlo con otro productor, que tenía que ser él porque musicalmente se creó la magia. “Yo quiero vivir en un estudio de grabación… yo lo secuestraba para mí y hacía cada semana una canción diferente, te lo juro. Ha sido como un parto, han sido nueve meses de ideas, de charlas, ha sido bonito y quiero hacer eso todos los días, es magnífico, increíble de verdad”.

Seguidla en Youtube, Instagram, Facebook, Spotify, Deezer, Apple Store… en todas ellas la encontraréis como Iris Oboe. Veréis versiones suyas, entrevistas y su último videoclip “Un alma en libertad”. Todas las semanas tiene conciertos en Hoteles de Marbella, Estepona, Puerto Banús, Puerto Marina, Torrox, Los Álamos, “tengo 5 actuaciones a la semana o 6 y es una locura. Que me sigan en redes y el que quiera venir que me pregunte y yo encantadísima le invitaré a venir a los conciertos” finaliza Iris.

Le deseamos mucho éxito porque se me lo merece. Nosotros ya somos fans incondicionales de ella, no solamente por lo buena artista que es, también por su personalidad arrolladora. Esperamos que su historia os haya llegado al alma tanto como a nosotros.

Autora de la entrevista: Sara Gili – Directora de Ciudad con Alma