Eyaculación precoz: ¡Que no llego!
En general se considera que un porcentaje elevado de las personas adultas presentan disfunciones sexuales. Según Master y Johnson (1970) el 50% de las parejas heterosexuales; según Oksuz y Malhan (2005) 43,3% en los hombres, y según Hayes, Dennerstein, Bennet y Fairley (2008) hasta el 46 % de las mujeres. Darnos cuenta de que lo que nos pasa no nos pasa sólo a nosotros, no es una solución, pero a veces conlleva cierto consuelo; ya sabemos lo de: “Mal de muchos, consuelo de tantos”.
Pero estos datos también nos pueden llevar a preguntarnos: ¿A qué se debe este alto porcentaje de prevalencia en la población? ¿Cuáles son los factores que originan y/o mantienen las disfunciones sexuales? ¿Y en el caso de la eyaculación precoz?
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de eyaculación precoz?
Para la conceptualización de eyaculación precoz, existen diversos criterios: algunos autores han definido la EP en términos temporales, estableciéndose márgenes que oscilan de uno a siete minutos, antes de que tenga lugar la eyaculación. Otros mantienen como criterio el número de empujes intravaginales o movimientos de frotación en el coito. Se ha establecido un mínimo de entre ocho y quince empujes, a partir de los cuales ya no se trataría de una EP. Algunas definiciones están basadas en la satisfacción de la pareja. El déficit de control voluntario es otra variable que se ha tenido en cuenta a la hora de concretar el proceso.
En el DSM-IV-TR se define como la eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima, antes, durante o poco después de la penetración y antes de que la persona lo desee. En esta definición se advierte que deben tenerse en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de excitación, como son la edad, novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.
En ámbitos relacionados con la sexología, la falta de control por parte del hombre para posponer su orgasmo, con independencia del tiempo que tarde en eyacular, es lo más relevante.
¿Qué puede provocar la eyaculación precoz?
Lo más habitual es que las disfunciones sexuales sean el resultado de un conjunto variado de factores, que pueden actuar de forma aislada en diferentes momentos o de forma simultánea, llegando a interaccionar y complementarse. En este sentido podemos hablar de factores biológicos, factores psicológicos (personales), factores de la relación y factores sociales y culturales. Por tanto, una adecuada actuación clínica deberá considerar siempre un enfoque bio-psico-sociocultural.
¿Qué factores psicológicos pueden intervenir en la EP?
Dentro de los factores psicológicos (personales), los problemas de miedo y ansiedad ocupan un lugar preferente en la alteración del ciclo de la respuesta sexual (bloqueo de deseo, excitación y orgasmo). Y en este sentido, podríamos preguntarnos: ¿Cómo es posible que los problemas de miedo y ansiedad repercutan hasta en nuestras conductas más íntimas? A lo que podríamos responder: Y, ¿por qué no iba a ser así?….Nos relacionamos sexualmente, hacemos el amor, como vivimos….Si estamos estresados continuamente, si apenas dejamos tiempo para nuestro ocio, si hacemos lo que hacemos con “el piloto automático puesto”, si lo que nos preocupa es llegar y tener logros pero pasamos por alto el proceso, si no sentimos nuestro cuerpo y solo estamos pendientes de los pensamientos y las expectativas, si andamos perdidos en el pasado o en el futuro y nos perdemos el presente, o si nuestro cuerpo está en un tiempo y nuestra mente en otro, ¿qué podemos esperar? Por eso, sería aconsejable que comenzaras por ver dónde te encuentras y adónde quieres llegar, pero… poniendo….mucha….atención….al…..recorrido….
Se ha comprobado que mientras que los hombres sin problemas eyaculatorios se centran en la excitación y satisfacción durante la respuesta sexual, los eyaculadores rápidos están preocupados por el control del orgasmo, ansiosos ante un posible fracaso y con pensamientos relacionados con el mantenimiento de la erección.
El fenómeno añadido de la autoobservación de la respuesta, tanto propia como de la pareja, impide el abandono y genera cada vez mayor nivel de ansiedad con el consiguiente incremento del tono simpático cortical, que mandará una excesiva cantidad de impulsos al centro medular y provocara una eyaculación más rápida de lo deseable.
Por otro lado, la eyaculación dependerá de la cantidad y calidad de las relaciones sexuales. Cuanto más se alargue la frecuencia, menor será la latencia eyaculatoria.
Datos significativos relacionados con la eyaculación masculina:
- 3´es la media de duración.
- En los monos, el que más dura tarda 17´´.
- Evolutivamente eyacular rápido ha sido una ventaja.
- El eyaculador precoz se excita más rápido.
- Suele haber mayor tensión muscular en el suelo pélvico de los hombres que eyaculan pronto.
- El DSM considera eyaculación precoz al que tarda menos de 1,5´.
- Los eyaculadores precoces también tienen un periodo refractario muy corto y la posibilidad de varias eyaculaciones en poco tiempo.
- Los eyaculadores precoces tienen menos serotonina (el enfado y la culpa bajan la serotonina). Lo que aumenta la serotonina, ralentiza la eyaculación.
- Los que son eyaculadores precoces y no evitan, tienen muy buen pronóstico.
Y si me pasa, ¿qué puedo hacer?
Pues te diría que no te preocupes; pero sí que te ocupes en corregir actitudes, exigencias y comportamientos inadecuados, e informarte, asesorarte y recibir ayuda profesional si el problema persiste. Pues si como referíamos anteriormente la prevalencia en la población de estas disfunciones es grande, es mucho mayor el porcentaje de casos recuperables tras recibir una terapia adecuada.
La terapia psicosexual para la EP va a consistir en aprender técnicas de control, ganar confianza y disminuir la ansiedad de ejecución.
Ánimo y deja de sufrir….
Para más información sobre este tema, podéis contactar en las siguientes reseñas:
Carmen Pérez Rojas
Psicóloga G. Sanitaria
Máster Sexología Clínica y Terapia de Pareja
Tfno.: 657452442
Muy buen artículo para un problema que es más común de lo que se piensa
Así es: muy frecuente y también poco atendido tantas veces por desconocimiento.
Gracias por tu comentario.
Es un tema tabú entre los chicos porque parece que se es menos hombre si lo sufres y eso no es así para nada
Coincido con lo que dices. Cuántos hombres sufren en silencio este problema que además puede tener solución! Esperemos que la información y el conocimiento acaben con este tabú.
Efectivamente Damián, es un tema tabú a pesar de la época en la que vivimos y si se sufre no pasa nada, se acude a un profesional al igual que cuando tenemos otra dolencia
Muy buena apreciación Óscar, para cualquier dolencia médica se acude al médico y tan tranquilo porque es lo normal, pero para este tema como que me lo callo y eso no ayuda a resolverlo
Apoyo lo comentado anteriormente, tabú fuera que no lleva a ningún sitio, si se sufre este trastorno pues se acude a un profesional que no pasa nada