Elegir los colores de tu casa según el resultado que quieras

Como todo en esta vida cuando ves algo igual todos los días te acabas cansando, pero para que esto no pase hay una solución muy simple. Cámbialo.

Y no, no me refiero a esa oficina donde pasas mil horas o ese camino que recorres siempre para recoger a tus hijos, eso no lo puedes cambiar, pero si le puedes dar una vuelta a tu mundo privado cambiando la decoración, distribución o colores de tu casa.

Tu casa es tu santuario y ahí tus pones las normas, por eso puedes ser todo lo excéntrico, creativo e innovador que quieras.

Por si ya te has aburrido de las cuatro mismas paredes, si te vas a mudar o si simplemente te apetece un cambio, te vamos a decir que resultados puedes lograr pintando y decorando tu casa con distintos colores.

Lo primero que tienes que saber es que el color es emoción y es que no da la misma sensación un cuarto entero pintado de rojo, que uno entero blanco. Sin embargo, cada persona es un mundo y lo que a uno le parece una habitación estilo hospital, otra puede percibir una habitación minimalista y acogedora, aunque existen varios conceptos más o menos universales sobre los colores y la sensación que estos transmiten. Aun así, guíate por tus propios gustos y diviértete en este proceso.

• Colores cálidos. El amarillo, rojo y naranja, forman parte de los colores cálidos y suelen transmitir, energía, fuerza, alegría, calidez y refugio. Sin embargo, y a pesar de que son emociones muy positivas, son colores muy fuertes y saturantes, por ello se aconseja usarlos con cautela y no pintar todo de estos colores sino e integrarlos gracias a muebles y decoración. El color amarillo aporta alegría y es ideal para el recibidor, el salón o la cocina. El color rojo es muy pasional, por eso se recomienda usarlo en dormitorios matrimoniales, aunque solo en una pared. El color naranja transmite energía y se recomienda para sitios de trabajo y de actividad física.
• Colores fríos. El azul, el violeta y el verde son colores fríos y transmiten frescura, calma y amplitud. A diferencia de los tonos cálidos, estos sí pueden formar gran parte de las habitaciones (como ocupando todas las paredes). Son la mejor opción para dormitorios y habitaciones infantiles ya que estimulan la relajación y calman a los más pequeños, y no tan pequeños. También son perfectos para los baños puesto que dan esa sensación de spa que tanto buscamos en nuestros momentos de relajación.
• Colores neutros. Los grises, blancos, beige, crema y negro son colores pertenecientes a esta gama. Son elegantes y muy fáciles de combinar con otros colores. Nos ayudan a lograr un resultado moderno y sofisticado, perfecto para dormitorios. Es el color ideal para combinar con colores cálidos ya que crean un equilibrio perfecto, reduciendo el impacto.

Por último, cabe destacar que a la hora de combinar varios colores existen varias técnicas.

• Los colores monocromáticos. Estos son los más fáciles de combinar y dan uniformidad a la casa.
• Los colores análogos. Elegir 2 o 3 colores cercanos a el círculo cromático (como verde y azul).
• Los colores complementarios. Estos son los colores opuestos al círculo cromático (como rojos con azules).

Ya estamos listos para jugar, probar y enloquecer con los colores y nuestros hogares.

Autora del artículo: Paula Prieto