El Pimpi bajo la mirada de Pepe Cobos
Nos dirigimos a contar la historia de un lugar emblemático para Málaga. De esos que cuando adoptas el rol de cicerone, presumes orgulloso de poder enseñarlo entre los foráneos que visitan la ciudad. Y más que enseñarlo, diría vivirlo.
Espacio que une a grupos en torno a un vino dulce, alrededor de una mesa. Que huele a madera, que sientes su calor. El calor que experimentas al llegar a casa. Porque El Pimpi, es como un hogar… Me recibe Pepe Cobos, cofundador de El Pimpi, y parte de su familia que se encuentran tomando un desayuno muy ecológico. Dentro de este ambiente acogedor, le pregunto por algo inusual que he ido comprobando nada más llegar al lugar. Cada uno de los empleados de El Pimpi pasan a saludarle. Él siempre responde con una sonrisa y devuelve otra pregunta a su interlocutor, interesándose por algún aspecto familiar o personal…
Buenos días Pepe, ¿esto es lo habitual? ¿Podría ser que todo este ritual formara parte de “la gran familia” de El Pimpi?
Los afectos hay que sacarlos a la luz. Y es un signo de afecto el saludar a cada uno de ellos… Son 170 saludos y 170 preguntas que les hago para interesarme por su padre, familia. Es una relación de hermandad la que mantenemos aquí.
Sin duda, se respira alegría nada más llegar. ¿Es esta la esencia de El Pimpi?
El Pimpi es popular pero también cosmopolita. En las mesas de El Pimpi no hay mantel. Comes directamente en la madera. Dejamos de lado el protocolo para que el cliente valore el servicio. Cada cocinero, cada camarero se desvive para dar lo mejor al cliente y la sonrisa forma parte de esto.
Popular y cosmopolita… ¿Ha sido esta la evolución de El Pimpi desde que se fundara en 1971?
La evolución de El Pimpi es la evolución de una ciudad. El Pimpi va de la mano de Málaga y experimenta los cambios junto a ella. En este lugar, come desde un jardinero que trabaje por aquí hasta un juez o un cónsul, todos tienen cabida en El Pimpi. Así que fíjate si es cosmopolita este lugar.
Pero Pepe, quizás se está refiriendo a este momento actual, pero allá por los años 70 cuando dos jovencísimos emprendedores deciden montar El Pimpi en Málaga, ¿era realmente tan abierta y moderna esta ciudad? Porque me consta que hubo otra candidata fuerte como era Granada.
Sí, Málaga en su escudo ya refleja la esencia de su apertura, su libertad… No es una ciudad clasista. En esta ciudad no hay ningún lugar donde una persona tenga vetada su entrada. Con respecto a Granada, efectivamente, junto al Darro, vimos un local precioso que se llamaba la Chirimía… Sin embargo, hacía un frío tremendo y a la vuelta decidimos comer en Málaga. Y lo hicimos en Antonio Martín. Allí una persona se levantó para pedirle un autógrafo a Antonio Gala e iniciamos una conversación entre los que nos encontrábamos en el restaurante. Nos hablaron de un local céntrico. Y justo era donde habíamos aparcado. En aquel entonces, el edificio era un polvero perteneciente a la familia Cuevas. Pero tiene más historia. Inicialmente, era un antigua vía romana, luego unas caballerizas, un convento de clausura y hasta una sala de fiestas. Una de las más conocidas de la costa. Sean Connery, Fosforito, Los Panchos, Chiquito de la Calzada… Todos pasaron por aquí.
Entiendo que supisteis valorar todo ese legado conservando la arquitectura del lugar…
Le tratamos las arrugas que el tiempo le había marcado. No hay ningún tabique reformado. El respeto a la arquitectura es fundamental. Qué sería El Pimpi si no se hubiese respetado este legado. Para nosotros es una filosofía.
¿También fue un legado el traeros una pequeña parte de Bodegas Campos en Córdoba?
Inicialmente abrimos el Pimpi como un lugar de degustación de Montilla-Moriles, como bien decías, porque era de donde veníamos. Sin embargo, aquello no fue bien. Los turistas cuando llegaban a Málaga querían probar vinos malagueños. Así que tras el primer año, decidimos dar un giro al negocio y dedicarnos a la gastronomía pero haciendo una fuerte apuesta por la cultura. Esto era el año 1972. Fecha en la que comenzamos los llamados viernes de gloria, dedicados a la cultura y la gastronomía
Conocen los malagueños esa fuerte apuesta por la cultura que me comenta? Háblenos de ella.
Aquí, de lunes a viernes se llevan a cabo de tres a cuatro reuniones literarias diarias con sus respectivas presentaciones promovidas por la Cátedra de Flamenco, los culturales de El Pimpi, La Asociación malagueña de escritores, El Club de lectura Kartio, entre otros. No hacemos esto por marketing, sino como filosofía empresarial. Todos los museos que se han inaugurado en Málaga, han celebrado en El Pimpi su acto de apertura.
¿Qué personalidades del ámbito artístico y poético recuerda con especial cariño?
Gloria Fuertes, Adolfo Marsillach, Alfonso Canales… (nos levantamos y nos dirigimos a una celosía que se encuentra en uno de los patios de la entrada y continúa dándome nombres ilustres). Han pasado muchos por aquí. Antonio Gala, Pablo García Baena, Fernández Canivell, Julián Sesmero… Todos ellos han sido los que han hecho posible el panorama cultural de nuestra ciudad.
Vemos también que personalidades como Carmen Thyssen pasaron por aquí y dejaron su huella…
El día de la inauguración del Museo Thyssen Carmen tenía previsto el almuerzo en otro lugar y ella decidió que no, que se venía aquí. Solo teníamos libre una pequeña sala a la que finalmente, le dimos su nombre.
Cuéntenos esta historia…
Creo que todos los sueños se cumplen y te diré porqué. Cuando tenía 12 años, quedé atrapado por la lectura de un libro que hablaba de Bután, ‘Horizontes Perdidos’ se llamaba. Desde entonces, siempre había soñado con ir allí. El 28 de junio de 2011 me dicen que llegaba la reina madre de Bután, y pensé que era una cámara oculta. Pero lejos de eso, recibimos la visita de la reina con su séquito
y al conocerla me comentó que había venido porque quería replicar un Pimpi allí.
Entonces, ¿ha cumplido ya su sueño?
No he ido todavía. La embajadora de aquel país me dice “Pepe que la reina te está esperando”; y yo le respondo “con el corazón estoy allí, pero aquí todavía hay muchas cosas por hacer”.
Continuando con las firmas en el barriles, ¿cuántas tenéis ya?
Lo de las firmas era ya una tradición que hacíamos en Bodegas Campos y expuestas tenemos en 40 barriles pero guardamos un archivo de firmas que sobrepasan las 40.000. Contamos con galletas que guardamos y por ejemplo, cuando llega el Festival de Cine sacamos las vinculadas a los actores y actrices.
¿Cuál le falta Pepe?
Me gustaría la del Papa Francisco. La historia de la humanidad hubiera sido de otra manera si él hubiera llegado antes.
De la cultura y el cine, pasando por las tradiciones… Descubro otra de las pasiones de Pepe Cobos: la agricultura ecológica.
Para nosotros la sostenibilidad es cultivar sin utilizar pesticidas, pero también apostar por productos de km0 y también verificar que el agricultor reciba un precio justo por su trabajo. En ocasiones, nos supone tener que pagar precios más elevados por los productos. Sin embargo, pensamos que apoyando a la industria agroalimentaria local, al final enriquecemos a la propia provincia. Nos importa el retorno que luego van a experimentar nuestros clientes. Los malagueños siempre han estado enamorados de El Pimpi. Cualquier malagueño trae a un visitante a conocer este lugar. Es como si le enseñaran una parte de su casa. Con decirte que El Pimpi tiene más visitas que la catedral, el Thyssen y el Picasso juntos.
Pero cómo hacéis para que precisamente generación tras generación, los malagueños sigan viniendo aquí. ¿Es el espacio La Sole un ejemplo de adaptación a los nuevos tiempos?
Pensamos en este espacio porque ahora está de moda la fusión de la gastronomía tradicional con la japonesa. Así que aquí hacemos sushi con productos de Málaga. El cocinero, Juanjo Perles ha recibido recientemente en Jerusalén un premio internacional como joven promesa. Queremos mostrar lo que sabemos hacer pero sin perder nuestro toque popular.
Confiando en los jóvenes talentos, comprometido con la ecología y también con las personas, llegamos a la parte más humana de Pepe Cobos… ¿Cuándo surge ‘La Revolución del Amor’?
El concepto de ‘La Revolución del Amor’ surge en una comida en la terraza de El Pimpi. Nos encontrábamos en plena crisis económica, haya por el 2013 y hablamos de cómo arreglar el mundo. A partir de ese momento comenzamos a firmar con este concepto todas las acciones solidarias. Pero desde 2013 a 2016 el volumen de estas acciones se triplicó tanto que un día se decide concentrar todas las ayudas en un solo día al año. Pero nos hemos engañado (ríe), porque finalmente hicimos ‘El Día Solidario Pimpi’ y continuamos con todas las acciones solidarias que nos iban llegando de gastronomía, cultura y social. Habitualmente colaboramos con más de 100 asociaciones.
Imparable, mente inquieta… ¿Algún proyecto más que no conozcamos de Pepe Cobos o de El Pimpi?
En el último, cultural, hemos presentado una cerveza fenicia en colaboración con Victoria. Es un homenaje a todos nuestros antepasados. Además, tenemos otro proyecto que nos encantaría poner en marcha en el 2018 y que se trata de una travesía por las ciudades fenicias del Mediterráneo. Cada localización aportará un remero que participará remando en favor de la paz. No sé si sabes que en el balcón de El Pimpi ondea una bandera de la paz que nos concedió la American Colleague. Tan solo hay dos en todo el mundo, la otra está en el Museo de la Guerra de Londres. Con esa bandera visitaremos todas estas ciudades. Nuestra idea es llevar a cabo incluso un documental. Todo lo que se haga por la paz merece ya la pena.
Autora del reportaje: Isabel Alba
Fotografías: Fran Acevedo
Buenas tardes,
Los malagueños nos debemos de sentir orgullosos de tener en la ciudad un establecimiento con el carisma que tiene El Pimpi.
Saludos
Buenas tardes Rafael,
Y tanto que es así.
¡ Felices Fiestas !
Buenas,
Estoy con Rafael, el carisma y reconocimiento que tiene es digno de admirar. Además el personal es muy agradable y eso para un cliente es fundamental.
Hola Marina,
El reconocimiento del Pimpi va más allá de nuestras fronteras y eso para la ciudad es muy importante.
¡ Felices Fiestas !
Buenas tardes,
Gran familia la del Pimpi!!
Felices Fiestas.
Buenas tardes Pepa,
Podemos dar fe de ello.
¡ Felices Fiestas !
Buenas tardes,
El Pimpi es una gran institucion no solo en Málaga, también a nivel internacional es muy conocido y eso debe de ser un orgullo para los malagueños.
Feliz Navidad.
Buenas tardes María,
Málaga se siente muy orgullosa del Pimpi y viceversa.
¡ Felices Fiestas !
Buenas noches,
Lo que dice Pepe de que el malagueño cada vez que viene una visita la lleva a ver el Pimpi es una gran verdad….yo siempre lo hago….jejeje….y eso es porque nos sentimos orgullosos y lo consideramos un poquito nuestro.
Felices Fiestas.
Buenos días Anichi,
Si, si..eso lo hemos hecho todos..jejeje
¡ Feliz Navidad !