De ruta por Pizarra
Al noroeste de la capital malagueña, situada en la comarca del Valle del Guadalhorce y atravesada por este, se encuentra el municipio de Pizarra. El origen de Pizarra nos transporta al siglo XV, careciendo de jurisdicción ordinaria y hallándose sometido a la justicia de Álora. Siendo esto así, 7 de febrero de 1803 acuden los vecinos al rey Carlos IV solicitando la separación de Álora, hasta que en 1818 obtuvieron la gracia de villazgo. Pero no fue hasta 1847 que se reconoció como término municipal, tras la ardua lucha de los pizarreños y pizarreñas por el reconocimiento de su identidad. Hoy vamos a conocer mejor este pueblo malagueño, con tanta historia que contar.
Primero pasearemos por el municipio, recorreremos sus calles para disfrutar de los monumentos que nos ofrece y que nos cuentan una historia. Como la ermita mozárabe de Nuestra Señora de la Fuensanta, patrona de pizarra. El edificio cuenta con una nave única que está excavada en la roca. Data del siglo XVIII, aunque fue restaurada a principio del siglo XX, sustituyendo entonces el retablo de madera por el actual de mármol y dotándola de una portada Neogótica. O la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, con una sola nave mudéjar y una torre de planta cuadrada. En 1862 se agregó un cuerpo de campanas y se dotó a la Iglesia de una nueva portada de entrada, trayéndose desde San Sebastián los rosetones y vidrieras que aún se conservan.
También el Sagrado Corazón de Jesús, conocido popularmente como “El Santo”, mandado a construir en 1916, de bronce e hierro, con una altura de 2,5 metros, para colocarlo en la cima de la sierra. En 1936, durante la Guerra Civil, la imagen fue arrancada de su base y precipitada al barranco, rompiéndose en pedazos. En 1940 se decidió instalar allí una cruz de madera, depositando en su base los restos del Santo que se pudieron recuperar, pero esta fue destruida por un rayo y sustituida por otra que se mantuvo en el sitio hasta 1994. En 1995 un nuevo Corazón de Jesús fue colocado en la zona y desde entonces cada 28 de febrero celebran en el pueblo una romería conmemorando este momento.
Otro sitio con una gran historia es el palacio de los condes de Puerto Hermoso, quemado durante la Guerra Civil y restaurado posteriormente. El 5 de febrero de 1922 se produjo aquí la conocida como Conferencia de Pizarra, para tratar los asuntos que planteaba la guerra de Marruecos, reuniendo al alto comisario de España en Marruecos, general Berenguer, el almirante Aznar, el presidente del Gobierno Antonio Maura y varios ministros. La conferencia se celebró con una gran reserva en orden a lo tratado, estudiándose en ella la sumisión de El Raisuni, heredero al trono de Marruecos, y los proyectos de operaciones de Alhucemas, que luego llevaría a cabo el general Primo de Rivera. En la actualidad nos encontramos numerosas obras de arte de gran valor, como la serie de tapices flamencos sobre escenas del Quijote, el cuatro de Goya “Carlos III cazador” y el tapiz gótico representando a la reina rodeada de cortesanos, obras declaradas Bien de Interés Cultural.
Además de los edificios religiosos y civiles, en Pizarra tenemos las tumbas prehistóricas de Castillejos de Luna. En el paraje de Castillejo de Luna y la Cañada del Sordo nos encontramos con una necrópolis de tumbas en cista. El yacimiento, que ronda la decena de cistas, demuestra que, aunque Pizarra es “reciente” en la historia, el terreno ha estado poblado desde hace miles de años.
Después de un tour por el pueblo o una buena ruta senderista por los parajes que rodean el pueblo, podemos disfrutar de la gastronomía basada en la rica huerta regada por el río Guadalhorce. Algunos platos típicos de Pizarra son la “sopa aplastá”, una variante de las sopas perotas donde todos los ingredientes se mezclan bien antes de servir, el majillo de espárragos y el gazpacho. Y por supuesto, los dulces tradicionales como las empanadillas de batata, los roscos de Cerralba y las rosquillas de pan de higo. Completando así un día redondo de excursión por otro de los maravillosos municipios de nuestra provincia.
Autora del reportaje: Noelia Ruiz
Este era el pueblo de mis abuelos y no veas que recuerdos de los veranos que me pasaba allí de pequeña
Tanto el pueblo como el enclave son preciosos, y tiene una gastronomía «rica, rica» como diría Arguiñano
Pueblo muy bonito al que recomiendo ir, y la amabilidad de sus gentes es extraordinaria
Para este finde porque es muy precipitado, pero para el que viene, ya tengo plan 🙂 🙂
Como te entiendo Sandra, a mí me pasaba igual cuando iba al pueblo de mis abuelos, Casarabonela, que tiempos aquellos. Que diferente es la vida en un pueblo, todo tiene otro ritmo.
Los pueblos de la zona del Guadalhorce son muy bonitos, esa comarca de Málaga es especial
Justamente un par de semanas antes del confinamiento estuve pasando el día allí y la verdad que es un pueblo muy bonito, con unos sitios muy chulos para visitar y de comer ni os cuento.
Agendada una visita 🙂 🙂
Yo lo he visitado en varias ocasiones y merece y mucho echar un diita paseando por sus calle y conociendo todo el entorno que rodea al pueblo y luego, como no, degustar su magnifica comida en cualquiera de los restaurantes.
Será cuestión de ir a ver el pueblo y degustar el plato que comentáis de la «sopa aplastá», no??…jeje
Pizarra es un pueblo para ir a visitar porque ofrece al que va un montón de posibilidades y luego a la hora de comer, hay un restaurante en el polígono que se llama «El rincón del mohino» que se come estupendamente, sobre todo el pescado
Estuve hace tiempo y me encantó el pueblo, tengo que volver para degustar esa sopa aplastá, la gastronomía malagueña es infinita y «rica, rica».
Igual hace 10 años que estuve la última vez, con lo que creo que toca ir de nuevo y para comer habrá que ir donde nos recomienda Ana Blanco