Dana Cervantes: “El rival te hace mejor, eso es un valor”
Estamos con Dana Cervantes, malagueña de pro, de admirar y con una vida marcada por el atletismo. La presentamos como la atleta que ha sido 9 veces campeona de España, plusmarquista nacional en 40 ocasiones, y finalista en los juegos olímpicos de Atenas 2004. Una mujer que ha venido a la entrevista con su perrita adoptada, como si fuera parte de su familia, y ya sabéis lo que dicen, que los perros son como los dueños, y como apunte os diré, que la perrita es un amor, muy buena, que te mira con cara de confianza, de bondad… y sí, Dana Cervantes, también mira así.
Ella está repleta de valores, muchos de ellos gracias al deporte, fuerte, valiente, decidida, apasionada, motivada e ilusionada con todo lo que hace, porque eso es lo que la mueve para seguir haciendo cosas nuevas. Es sensible y muy empática con las injusticias, pionera en el salto con pértiga, humilde a la hora de reconocerse como la gran atleta que ha sido, modesta y algo tímida con los elogios.
Se define a sí misma como una persona privilegiada, porque siempre se ha dedicado a lo que realmente le ha gustado en cada momento de su vida, y entre risas, nos confiesa que es un “culillo de mal asiento”, que cuando se ilusiona con algo, tiene que ir a por ello y damos fe, de que siempre lo consigue.
Pero antes que atleta, fue niña, y le preguntamos qué soñaba cuando era pequeña: “mi sueño era hacer lo que yo quisiera, hacer lo que me gustara… pero no pensaba más allá, no había más pretensión que disfrutar del deporte, porque siempre ha sido así. Desde pequeña, yo sabía que lo que más me gustaba era el deporte. De hecho yo compaginaba los estudios musicales hasta quinto de solfeo, cuarto de piano, o sea, yo hacía, por un lado música y por el otro deporte, claro, hubo un momento que dije, la música me encanta, pero a mí lo que más me gusta es el deporte, entonces hubo un momento que lo que había era incompatibilidad, porque a una carrera de piano hay que dedicarle muchas horas, y además, yo me dispersaba, yo no iba para pianista, yo iba para atleta, nos confiesa entre risas Dana Cervantes.

También nos explica que aunque siempre ha estado vinculada al deporte, el atletismo llegó por casualidad. Ella jugaba al hockey y a todo lo que pudiera jugar en el colegio, pero si no había suficientes niños para formar equipo, se quitaba la actividad extraescolar. Como decimos nosotros, no hay mal que por bien no venga, porque eso la llevó a acompañar a su padre a la pista de atletismo por hacer algo. Dana nos relata, “a partir de ahí, se inicia una etapa completamente inesperada para mí, pero súper bonita claro. Que es lo que pasa, que toda mi carrera deportiva ha ido llegando así, o sea, yo empiezo en atletismo, empecé haciendo velocidad y vayas, pero nunca pensé que iba a terminar haciendo pértiga. Cuando empiezo a hacer pértiga, empiezo a hacer pértiga porque me parece muy guay (lo dice con énfasis) veo a los chicos saltar, casi a ninguna chica y yo digo, yo quiero hacer eso, empiezo a hacer pértiga y no tengo ni idea de a dónde voy a llegar, porque en ese momento ni siquiera era una prueba oficial… y a partir de ahí, van llegando nuevas oportunidades, nuevos retos, entonces, nunca pensé que yo iba a estar en unos juegos olímpicos”.
Algo muy interesante, importante y que tienen en común muchas de las grandes personas que han llegado lejos en la vida, es que Dana ha tenido una familia que la ha potenciado siempre, que la ha apoyado en todo lo que ella ha ido queriendo hacer, y como ella comenta, “poca broma con eso. Yo quería hacer esto y hacían todo lo posible porque yo pudiera hacerlo”. Cuando le preguntamos si habría podido llegar donde ha llegado sin ese apoyo, nos responde con un rotundo NO. Nos cuenta que fue toda una lucha conseguir un espacio en el salto con pértiga, alcanzar visibilidad no era fácil si no había un apoyo de la familia o tenías cierta cobertura, y culmina diciendo “me hubiese quedado más sola que la una, esto se hubiese quedado en nada…”
Ya sabemos que el deporte a nivel profesional ha sido intenso, pero queremos saber que le ha aportado a nivel personal, “de hecho el mayor valor que tiene mi carrera como atleta, es personal, vamos, indudablemente” responde sin pensar Dana. Nos explica que la parte deportiva está muy bien, y que le sigue sorprendiendo mirar los rankings actualizados, cuando ve que Dana Cervantes está en el puesto… de todos los tiempos. “Tú lo miras y dices, que cosa de mirar, que guay no… pero indudablemente el valor para mí ha sido personal, porque lo que se aprende son valores, se aprende a perder, se aprende a arriesgar, pones en práctica todo lo más intenso de la vida, aprendes a arriesgar y luego las cosas no salen como esperabas, entonces tienes que aprender a perder y juntar todo, lo bueno, lo malo, no sé qué, arriesgar y entonces, eso te da un bagaje para salir al mundo de verdad” nos relata Dana con emoción en su rostro.
Ella es tan respetuosa y modesta, que nos explica que su mayor triunfo no son ni las medallas, ni las cosas tangibles, que son las amistades, que son muchas y que la han nutrido hasta el día de hoy, que aun estando retiradas, siguen manteniendo un vínculo que no hubiese sido posible de no ser por el atletismo, el deporte y los Juegos Olímpicos.
Cuando nos cuenta todo esto, con ese énfasis que ella le pone, le preguntamos si se hacen más amigos que competidores, y nos cuenta que sí, que en su caso ella ha vivido la rivalidad como un puntazo, y nos explica que por ejemplo, su rival Naroa Agirre, que era la que más sonaba en ese momento, mantenía una amistad, “hacíamos todo lo posible por ganar la una a la otra obviamente, pero, cuando dabas todo lo mejor… y te alegrabas incluso, porque sabíamos que todo lo que hacía una, repercutía en la otra. Si ella era mejor, yo ya me obligaba a ser mejor, entonces esa concepción, significa pues eso, que el rival te hace mejor, eso es un valor. A mí me está ayudando a subir, es que si yo estuviese aquí sola, seguramente no sería tan competitiva, ni sería tan satisfactorio como cuando lo consigues, entonces, sí, sí, indudablemente el deporte me ha dado muchísimo, muchísimas amistades, viajes, he conocido lugares increíbles, como en Málaga no se está en ningún lado, también te lo digo, pero he tenido la oportunidad de viajar y de tener experiencias con el deporte que es verdad que no se hace con el ocio, saliendo, que también es alucinante, pero sí, sí, yo he sido una privilegiada, porque, yo era una niña que le gustaba el deporte, que es verdad que era un culillo de mal asiento, siempre estaba buscando la manera de hacer el deporte más raro, de no parar de moverse, pero en ningún momento pensaba que iba a tener este regalo, porque para mí ha sido un regalo”.
Le recordamos todos los logros de su carrera, 9 veces campeona de España, plusmarquista nacional en 40 ocasiones, y finalista en los juegos olímpicos de Atenas 2004, pero ¿cómo te gustaría que te recordara la gente? Se hace el silencio, piensa y responde, “uisss, tu sabes que cuando me comentan datos de mi palmarés, se lo tengo que preguntar a mi madre porque yo no me acuerdo, o lo tengo que buscar en Wikipedia muchas veces, todo eso está muy bien y es verdad que yo lo pongo en valor, pero lo pongo en valor ahora, porque fíjate que me parece, ostras, que esto lo hice yo ehhhh, que puntazo y, de hecho, siento que la gente le da valor a eso y me parece…”. Pero si hay algo por lo que le gustaría que la recordaran es por algo a lo que no le dio importancia en su momento, el estar andando un camino que ha dado más visibilidad para otras saltadoras. “Fíjate que ahora es lo que más me gusta de todo el palmarés, el haber estado en el comienzo, haber abierto esa puerta, haber sido pionera en ese momento cuando se decían cosas como, la pértiga a la mujer nos dejaba estériles. Al principio yo era una niña de 16 años y había cada comentario gracioso… por eso digo, que haber abierto esa puerta me enorgullece. Era una cosa muy habitual, que además yo asumí, fíjate, que ahora con la experiencia, con la edad, sí que lo miras y dices, madre mía lo que teníamos normalizado no, que hablaran de las mujeres como las niñas, las niñas que saltábamos, cuando teníamos la misma edad que los saltadores, y era curioso que, ahora que las niñas se han puesto a saltar, como si fuese una cosa como, con menos valor que el resto de deportistas, como si entrenásemos menos, como si nos lo regalasen… entonces, sí que es verdad que haber formado parte de eso… en ese momento no me di cuenta, no era consciente, a mí me decían pionera, pionera, y yo, no sé de qué me estáis hablando, yo estoy haciendo esto porque me gusta y yo voy para arriba y yo voy para adelante y esto es lo que tengo que hacer y a mí no me habléis de esto, yo estoy en otra cosa. Ahora cuando ya ha pasado todo y ya se mira hacia atrás y dices, pues sí me alegro de haber formado parte de esa andadura, de esa apertura de puertas, porque, joder, mola, mola, mola… durante mucho tiempo dije no, no es así, pero si es verdad, o sea, es cierto, obviamente no era la única ni mucho menos, pero si es cierto que fuimos un grupo de mujeres que en ese momento hacían una cosa que no era habitual y que formábamos parte de eso, éramos las pioneras, y abrimos las puertas a niñas que en un momento dado pues iban a conocer a saltadoras. Yo en ese momento, todos mis referentes eran masculinos, era Bubka, eran saltadores masculinos, no conocía otra… al final tuvimos que hacer un camino que las niñas que empiezan ahora hablan de Yegorova, Isinbayeva, de referentes femeninos y creo que eso es súper importante” puntualiza Dana.
Le preguntamos cómo reacciona ante las injusticias, ya que no tuvo que ser fácil quedar fuera de los Juegos Olímpicos de Sidney y nos encontramos con una Dana firme, implacable, “marca, marca y no se olvida y marca para siempre, todo lo que yo veo y siento que se está haciendo una injusticia con alguien, que se está acusando de algo que no ha hecho, que no se está teniendo en cuenta la presunción de inocencia, que de repente se ha señalado a alguien y todavía no ha habido manera de saber que… es algo que todavía sufro, y mira, hasta hace muy poco y a día de hoy, todavía me cuesta hablar de ello, o sea, a mí se me acusó de dopaje en un momento, que además yo tenía creo 19 o 20 años, era una niña, o sea, si me pasa siendo una mujer y teniendo la experiencia y teniendo más recursos de todo tipo, obviamente se hubiese afrontado de otra manera, pero a mí me marcó de una manera… fue devastador, y hasta hace muy poco y a día de hoy, fíjate, me afecta, ¿sabes por qué? Porque cada vez que hablo de esto, siento, que se vuelve a poner otra vez en duda mi inocencia, entonces, luché por mi inocencia, por supuesto soy inocente, el daño fue irreparable, nadie me pidió perdón por aquello, nadie, fueron ocho meses devastadores, devastadores además a… vuelvo a repetir, una niña de 20 años que lo único que hacía era entrenar y hacer el deporte que le gustaba, y de repente le llega una hostia con algo tan heavy como puede ser el deporte, a mí, además, que yo mi concepción del deporte jamás en la vida pasaría por algo tan nocivo, tan dañino, como es el dopaje. Entonces, de repente, me acusan de eso y mi mundo se desmorona… llama una cámara de Telecinco a mi casa, llaman a mi familia, a través de mi familia intentan localizarme, yo tengo que aislarme en ese momento porque era una cuestión ya como de acoso absoluto y afortunadamente mi búnquer fue Málaga, por eso yo jamás me quise mover de aquí, porque para mí esto fue mi salvación, mi ciudad fue mi salvación, porque yo en Málaga sí me sentí creída, luego querida, obviamente, porque eso ya es un valor absoluto, pero creída. Para mí era importante que creyesen en mi inocencia porque era la única manera de defenderme y aquí sí lo conseguí. Se recogieron, ya no recuerdo ni el número de firmas, pero se recogieron una barbaridad de firmas, prensa, figuras del deporte malagueño, federación, estuvieron conmigo, entonces eso fue imprescindible… Todavía esto me sacude. Yo no voy a unos juegos porque de repente a mí me sancionan y cuando ya puedo ir, todos esos meses los he perdido, entonces claro, va una cosa ligada con la otra. Sí que lo sentí como una injusticia absoluta, que luego cuando me dieron la razón ya pude volver a retomar cierta normalidad en mi vida, puse más énfasis en poder seguir adelante que en pedir explicaciones y pedir daños. Toda mi energía tenía que ir a eso, pero la verdad es, que a mí se me hizo un daño que nunca se me reparó, eso sí es verdad. Entonces soy muy sensible, tengo mucha empatía con las injusticias”.
Hablar con Dana es tan interesante, que no se deja de aprender valores, lecciones y filosofía de vida. Por eso queremos saber que siente una atleta de su categoría cuando se retira, ella responde con seguridad, “yo me retiré tomando una decisión, o sea, la tomé yo, con lo cual eso me hizo sentir poderosa y libre, es algo que todos los deportistas no pueden decir, hay amistades que se han tenido que retirar por una lesión, o por una enfermedad, entonces, poder decidir cuando era la hora de retirarme, para mí eso fue un regalo, eso vaya por delante, con lo cual, eso implicaba haber tenido un periodo de reflexión, y eso también implicaba que sentí que mi ciclo deportivo profesional había terminado, con lo cual no fue traumático, no fue dramático, fue, como diría yo, pues, fue una transición a otro ciclo que empezaba, que además empezaba con muchísima ilusión, con la misma ilusión que había desarrollado mi carrera deportiva, con la misma ilusión empezaba otro ciclo”
Es aquí donde nos confiesa que es un culillo de mal asiento y que en su vida ha hecho mil cosas, algunas de ellas han sido opositar a bombero, socorrista de una piscina, monitora de un piso de acogida en un programa para personas con problemas de adicciones, producción audiovisual, colaboraciones con programas de radio, conductora en producciones de vehículos grandes, como vehículos de cámara, agricultora, entrenadora personal, entre otras muchas cosas que como ella dice, se trata de “hacer siempre lo que he querido hacer, en realidad es un poco las motivaciones que van en ese momento, igual de respetable es el que tiene vocación y una carrera marcada y tienen el camino como bastante lineal, muy a favor y maravilloso, porque eso es, entiendo, una vocación y motivación, pues igual de respetable es estar haciendo zigzag y experimentar lo que en ese momento quieres hacer, y ese ha sido mi caso”.
Nos llama mucho la atención el tema de opositar para bombero, pero ella siempre tiene una respuesta clara para todo, “cuando estaba opositando de bombera, lo hice por mi capacidad y filosofía de vida, me gustaba mucho el hecho de que fuese una acción social de ayuda y por otro lado, requería de unas capacidades físicas que en ese momento yo creía que tenía y era un trabajo que me llamaba la atención, pero debido a que durante casi siete años no salieron plazas, esas circunstancias llevaron a que yo empezara a crear la escuela de atletismo junto a Juanjo Sánchez, empezamos con la escuela de atletismo y volcamos todo nuestro esfuerzo y nuestro tiempo en la escuela de atletismo”.
Después de todo este currículum vitae, queremos saber qué es lo que le ha quedado por hacer, que tiene en mente para el futuro, “no lo sé ni yo, porque si lo tuviese en mente ya lo estaría haciendo, mi cabeza funciona así, en el momento en que mi cabeza empieza a pensarlo, la motivación va, la pasión va y la decisión va, no dejaría mucho plazo de tiempo. Ahora mismo estoy donde quiero estar, todo está bien. Ahora, algo que sí que me gustaría hacer en un momento dado, es algo parecido a podcasts, algo así que sea relacionado con el deporte, no yo hablando, sino, otras personas importantes hablando y que sean charlas, pues no te voy a mentir, eso sí que en algún momento lo he pensado, porque sí que me gusta y soy consumidora de podcasts”.
Finalizamos la entrevista con una reflexión interesante, ¿una atleta, será siempre atleta? “Sí, luego puedes hacer otras cosas, yo me puse a jugar a fútbol, baloncesto y aun así, siento que soy una atleta disfrazada de otro deporte. Sí, tanto a nivel deportivo como en mi vida personal, yo he sido exatleta y ahora sigo sintiendo que soy atleta, que no me termino de desvincular, es como desvincularse de la familia, no puedes” afirma Dana Cervantes.
Para despedirse, nos cita como referente histórico malagueño a María Zambrano, aunque visto lo visto, nosotros la nombramos a ella por todos los valores, personalidad y logros adquiridos a lo largo de su vida.
Gracias Dana Cervantes por mostrarte tal y como eres, GRANDE en mayúsculas y en todo el sentido de la palabra.
Y a continuación os dejamos el «Tets con Alma» y el «Test Made in Málaga» que le hicimos a Dana para la entrevista:
Autora de la entrevista: Sara Gili
Una grandísima deportista, si señor
Excelente entrevista a una chica que lo ha sido todo en el deporte, Enhorabuena!!
Una mujer forjada a si misma, eso es maravilloso
Aparte de una atleta como la copa de un pino, en esta entrevista queda patente la gran humanidad que tiene
Una grandísima campeona!!!!
No conocía la historia de esta mujer y me ha impactado, Enhorabuena Dana, de corazón, eres una mujer extraordinaria
Solo con el detalle del perrito, ya se ve el corazón que tiene esta mujer, que por supuesto luego queda reflejado en la entrevista. Enhorabuena 🙂 🙂
Excelente deportista, excelente persona y encima malagueña, lo tiene todo está mujer.
Felicidades!!
Esta chica nos deja claro que tiene una personalidad extraordinaria y eso la hace muy grande, a lo que hay que sumarle, por supuesto, todos sus logros como deportista, y eso la eleva a otro nivel.
Bravo Dana por todo lo que has conseguido y por dejar el pabellón tan alto.
Esta chica ha sido muy grande como deportista, pero es que como persona y por lo que refleja la entrevista, es aún más grande.
Por cierto, los test, buenísimos…jejeje
Cuanto bueno tenemos aquí en Málaga, y esta chica es todo un ejemplo a seguir
Una chica con un alma muy grande y una gran nobleza, y como profesional de 10
Me ha gustado mucho la entrevista, una gran persona esta chica, Felicidades!!!!
Que arte ha tenido en las respuestas de los test…. jajaja
Una muy buena entrevista donde se pone de manifiesto lo grande que es esta mujer en todos los aspectos.
Una entrevista muy bonita, y que por lo que nos cuenta se ve que es una chica con un gran corazón y mucha humanidad.
Ni que decir tiene que en lo profesional ha sido una crack
Muchísimas gracias de corazón por vuestros comentarios, me siento muy emocionada por todas esas palabras de cariño. Soy una mujer con mucha suerte, desde luego. GRACIAS.
¡OS ABRAZO!
Gracias a ti Dana por darnos tanto y tan bueno 🙂
Vaya encanto de chica por Dios, que cosas más bonita nos deja en la entrevista. Enhorabuena!!!
Como deportista todo el mundo sabe que es una auténtica campeona, y con esta entrevista y lo que nos cuenta en ella, se desprende que como persona tiene un valor muy, muy grande, felicidades Dana
Felicidades Dana, lo tienes todo, tanto como deportista como persona
Con los test me he partido, que arte…. jejeje