¿Cómo puedo tener un estilo de vida saludable en el trabajo?
Todos queremos llevar un estilo de vida saludable, aunque a veces hay situaciones que nos impiden cumplirlo, como lo es el tener que comer en el trabajo. Las prisas o falta de opciones nos suelen llevar a comer mal en la oficina. Pero esto tiene que dejar de ser una excusa, y aunque sea algo difícil y la tentación de bajar a por unos dulces esté siempre ahí, hoy venimos con algunos trucos para mantener un estilo de vida saludable en la oficina.
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El desayuno es la comida más importante del día
Estamos hartos de escuchar esta frase, pero es que no puede ser más real. El desayuno es muy importante, y son muchas las personas que se lo saltan. Debemos desayunar bien, no sólo para tener fuerzas al principio de la mañana, sino también para no querer picar luego entre horas o sobre alimentarnos en la siguiente comida.
Tu cerebro funcionará mejor y ya no sentirás esos retortijones de hambre por la mañana. Por lo que la concentración y el estado de ánimo mejorarán, mientras que el estrés se verá reducido.
Recuerda introducir fruta en tu desayuno, pero también hidratos de carbono y algo de calcio, esto hará que sea lo más completo posible aportándonos los nutrientes que necesitamos. Mi opción favorita, marcada por una nutricionista profesional, es una rebanada de pan con aceite de oliva, una pieza de fruta y un café con leche.
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Planificación
Siempre nos agobiamos porque no sabemos qué vamos a cocinar el mismo día, al final acabamos pillando cualquier cosa sin pensar si es o no saludable. Por eso, el domingo deberíamos realizar un calendario semanal de las comidas que vamos a hacer cada día de la semana. Así, nos aseguraremos de tener todos los ingredientes en la nevera, de que no se nos hace repetitiva la semana y que comemos equilibrado.
Además, así podremos prepararnos las fiambreras por la noche para poder almorzar comida casera al día siguiente en la oficina. Quizá de mucha pereza, pero con esfuerzo y costumbre todo acaba costando menos y formando parte de la rutina.
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Los porcentajes
La división del plato en porcentajes es tu nueva mejor amiga. Sí, como lo oyes, este truco infalible nos va a ayudar a que nuestros platos sean equilibrados y sanos. Consiste en que las proporciones de verduras han de suponer el 50% del plato, los hidratos de carbono el 25% y las proteínas el otro 25%.
De esta forma, nuestro plato será saludable y mantendremos una dieta equilibrada. A la hora de organizar nuestras comidas tenemos que pensar en estas proporciones que nos ayudarán a crear un mejor menú para disfrutarlo en la oficina.
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Agua y fruta
Es muy importante mantenerse hidratado, muchas veces la concentración en el trabajo nos absorbe de tal manera que se nos olvida beber agua porque no tenemos sed. Recordad siempre que no hay que tener sed para beber agua, pues es importante que bebamos unos dos litros diarios y esto casi nunca se cumple.
Al igual que pasa con la fruta, tomar 5 piezas de frutas y verduras al día no es tan difícil, incorporaremos las verduras en nuestros almuerzos y cenas, y la fruta en el desayuno, la media mañana y la merienda. Así habremos alcanzado los objetivos, y es algo muy sencillo de consumir en una oficina.
También es importante no rodearnos de tentaciones, y tener a mano siempre una fruta, frutos secos o chocolate negro para hacer la media mañana y la merienda, no cayendo en la bollería industrial o productos con muchas grasas saturadas.
Recomendaciones de nutricionista:
Media mañana: Un té, una pieza de fruta y un puñado de frutos secos (añadir yogurt de ser necesario)
Merienda: Un té, un yogurt natural (sin azúcar), una pieza de fruta y un par de onzas de chocolate negro (cuanto más alto su porcentaje más sano es)
(El yogurt sin azúcar puede resultar muy amargo para algunas personas, yo le añado canela, un edulcorante natural que le da un sabor delicioso)
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Nunca es “solo por una vez”
Compañeros de trabajo, os agradecemos mucho que queráis ir a probar el nuevo restaurante de hamburguesas que han abierto en la esquina. Pero no, aunque está bien saltarse de vez en cuando el “ser saludable”, no suele ocurrir solo una vez.
El mejor truco cuando estamos empezando a crear hábitos de vida saludable es no caer en la tentación, será lo más difícil, pero al final acabaremos acostumbrándonos a sacar el yogurt con canela en el descanso de la oficina y lo disfrutaremos casi tanto como una hamburguesa. Las grasas saturadas acaban siendo adictivas, por eso es importante desengancharnos para que el esfuerzo que hacemos por comer sano en la oficina no sea en vano.
Una vez creado el hábito (según la persona puede tardar más o menos), podemos “caer en la tentación” un par de veces al mes, por ejemplo, pues ya no habrá adicción y sabremos disfrutar mejor de una pizza, un dulce o algo frito.
Así que ya no hay excusa, os quiero ver a todos siguiendo estos cinco trucos para llevar una vida saludable en el trabajo. Vuestro cuerpo y mente os lo agradecerán, y empezaréis a vivir la vida de otra forma completamente diferente.
Autora del artículo: Noelia Ruiz
Desde luego no está reñido el comer sano con comer en la oficina, yo de hecho me llevo unas ensaladas que son la envidia de mis compis!!
Cierto Alberto, yo la comida que me llevo a la oficina procuro que sea saludable y equilibrada, tengo y todo mi menú diario, es la única manera de no pasarme 🙂
Dentro de lo que cabe y puedo, también intento comer sano y llevarme algo preparado de casa, comer todos los días fuera es complicado.
Yo también procuro tener una dieta equilibrada y cuidar mi salud
Me uno al grupo de los que comen sano, y en mi trabajo tengo unos compañeros que tienen tela que siempre se meten con lo que como…jejeje