Así es Málaga en cuarentena
Nos ha tocado quedarnos en casa, algunos empezamos el sábado 14 de marzo a contar los días y luego nos dijeron que oficialmente empezó la cuarentena el lunes 16, así que ya no sé cuántos días llevo contando, lo que sí sé es que he descubierto otra Málaga, he descubierto su alma más pura estos días encerrada.
El viernes ya se avisó del Estado de Alarma, a nosotras esta noticia nos pilló comprando y, de pronto, todo estaba vacío, la gente empezaba a guardar la calma y a volver a casa. Nosotras al llegar al bloque, y viendo lo que venía, decidimos colgar un cartel en el portal ofreciéndonos a ayudar a las personas mayores y en riesgo yendo a la farmacia o al supermercado por ellos, para que no tuvieran que salir. El resto del edificio se volcó con la iniciativa, y el lunes ya veíamos carteles del mismo estilo por todos lados, incluso gente que se ofrecía a cuidar niños y pasear perros. Todo por hacer más amena la cuarentena a aquellos que más la sufren.
Las noticias de personas comprando compulsivamente en grandes superficies era desalentadora, no había desabastecimiento, pero lo estaban provocando. Yo el viernes había conseguido el último paquete de macarrones, lo siento por mi dietista, pero no pudieron ser integrales. Sin embargo, aunque había personas que cogían cantidades industriales de cosas sin sentido (¿para qué necesitará una persona 20 paquetes de rollos de papel?), otras, al ver que algunas personas se quedaban sin lo que querían coger se lo daban de lo que ellos tenían.
Para el martes ya me quedé sin leche, y eso de comer macarrones todos los días como si no hubiese otra cosa en el mundo ya no me estaba pareciendo tan buena idea. Así que cogí mi bolsa de la compra y decidí bajar al supermercado. Las calles casi vacías, con algunos policías paseando por ellas preguntando a todo aquel que había que a donde iba. Sin duda, en mi cabeza pasaban escenas de películas apocalípticas, preparada para huir de algún zombie en cualquier momento.
Menuda locura, el mundo había cambiado en cuestión de tres días. Me acuerdo cuando veíamos tan lejos el virus, luego expandiéndose en Italia y, de pronto, estábamos en cuarentena. Pero oye, estoy muy orgullosa de mi provincia, se ve que cada vez la gente se lo toma más enserio, que nos quedamos en casa, que pensamos en grupo y no de forma individual. Como cada día a las ocho, que todo mi barrio sale al balcón a aplaudir y agradecer a todas las personas que trabajan en la sanidad pública y que están dando sus vidas por salvar otras.
Después del aplauso viene la música, “Sobreviviré” de Mónica Naranjo, “Resistiré” del Dúo Dinámico, pero mi momento favorito fue cuando pusieron “Paquito el Chocolatero” y cada uno, desde su balcón, al unísono bailaba al ritmo del “¡Eh! ¡eh! ¡eh!”. Da igual en la situación en la que estemos, Málaga siempre nos sacará una sonrisa. Y mientras oímos música, bailamos y nos olvidamos durante media hora al día de la situación que nos ha tocado vivir, tus vecinos del bloque de enfrente te preguntan que cómo estás, otros ofrecen su ayuda, y los demás se mandan ánimos.
Pero es así en muchos barrios, en diferentes ciudades y pueblos de Málaga, pues me mandan mis amigos videos todos los días, me cuentan su situación y cómo los malagueños y malagueñas vuelven a demostrar que la solidaridad es algo que va en nuestra sangre. Como la iniciativa de las peluquerías de mi zona natal, que están reuniendo sus mascarillas, guantes y capas para poder darlos al hospital y ayudar con el desabastecimiento de estos productos.
También la ONG “Health Warriors” ayuda a todos los que trabajan en la sanidad pública, llevándoles comida de forma gratuita para hacerles más amena la jornada. El proyecto, que surgió en Barcelona, se ha implantado recientemente en Málaga de la mano del servicio malagueño de mensajería en bicicleta “Málaga Courier” y ya se están uniendo algunos restaurantes dispuestos a ayudar con esta iniciativa.
O el cuerpo de voluntarios de Protección Civil de Málaga, que pasean por los distritos de Málaga alertando a la ciudadanía del Estado de Alarma y comprobando el cumplimiento de este. Además, ayudan a todo aquel que lo necesite y mantienen informada a la ciudadanía a través de sus redes sociales. Así mismo, nos decían que están abiertos a nuevos voluntarios debido a la gravedad del asunto y que se puede unir casi cualquier persona dispuesta ayudar a los demás (teléfono en redes sociales).
Por todas estas cosas que cuento, y otras tantas que van llegando a mis oídos por parte de mi familia y amigos, me enorgullece decir que soy de Málaga, porque no solo tenemos a los mejores profesionales, sino que todos se han volcado de forma voluntaria para ayudar en lo posible, haciendo que la situación sea mejor y que pronto podamos volver a la normalidad. Así que mucho ánimo, pues seguro que ya queda poco y que pronto volveremos a disfrutar de nuestros rincones y clima maravillosos.
Y ahora os pedimos que llenéis de solidaridad los comentarios, podéis contarnos cómo estáis viviendo esta cuarentena y qué cosas maravillosas estáis viendo en vuestras localidades.
Autora del reportaje: Noelia Ruiz
Quitando lo de las compras compulsivas que no lo entiendo, yo me he encontrado con una Málaga muy solidaria y eso me encanta, esto nos cambiara mucho como sociedad
Coincido contigo Yolanda, quitando ciertas actitudes irresponsable de algunos, tanto Málaga como los malagueños y España en general están a la altura de las circunstancias y ha aflorado ese espíritu colaborativo que llevamos dentro
De cualquier situación difícil o comprometida siempre se sale más fuerte y eso es lo que pasará con esto del coronavirus, que nos va a cambiar mucho en el aspecto social
Ahora nos ha tocado vivir esta difícil situación pero con la unidad de tod@s vamos salir y quedará en una mera anécdota #Yomequedoencasa
Lo que hemos hecho en casa para este confinamiento es hacernos una rutina diaria con un calendario con cosas que hacer, por un lado mi mujer y yo, y por otra, las peques con sus deberes del colegio, y nos funciona perfectamente porque los días no se nos hacen eternos
Yo creo que este drama que nos ha tocado vivir nos va a volver más fuertes y más solidarios, sólo hay que ver a esa juventud ofreciendo su ayuda a los mayores, a los balcones llenos de luz, color, música y aplausos en agradecimiento a los sanitarios que anteponen nuestra salud a sus propias vidas, a medios de comunicación como es el vuestro que nos animan y siempre sacan lo mejor de los malagueños y malagueñas, eso es de agradecer en estos tiempos de bulos y sobre información que nos hacen un flaco favor. Así que muchas gracias por ser siempre positivos y animarnos es estos momentos.
Eso es precisamente lo que también hemos hecho nosotros Jaime, mi mujer y yo estamos teletrabajando porque nuestras empresas estaban adaptadas y la nena con sus deberes y es cierto que los días se pasan rápidos y es que en estos momentos tener una ocupación diaria ayuda y mucho. Por supuesto el momento más emotivo del día es por la tarde cuando los vecinos nos juntamos en el balcón, hay que ver como cosas de este calibre hacen que el ser humano sea mucho más solidario.