“Vivo Málaga desde el recuerdo”
Antonio Banderas es, sin lugar a duda, uno de los malagueños más internacionales que hay, además de uno de los actores más destacados de su generación. A sus 57 años, su unión con Málaga no para de sumar vínculos, aunque en ocasiones reconoce que vive su tierra desde el recuerdo y lamenta no poder pasar más tiempo aquí. Su familia, su ático en Alcazabilla o un paseo marítimo con su nombre, la fundación Lágrimas y Favores y su anhelada Semana Santa, la gala benéfica Starlite, su proyecto cultural con el Teatro Alameda, su reciente adquisición como socio de parte de la bodega El Pimpi y, ahora, su interpretación de otro ilustre malagueño: Picasso, en la serie ‘Genius’ de National Geographic. Estos son solo algunos de los lazos más conocidos de Antonio con su Málaga natal.
Antonio Banderas puede presumir de ser actor, productor, director, cantante, diseñador y empresario de éxito. Pero a la lista hay que añadir cofrade y malagueño de pro. Desde que en 1982 fuera elegido por Pedro Almodóvar para ‘Laberinto de Pasiones’, su camino hacia al éxito internacional y Hollywood fue imparable. Ha recibido unas críticas magníficas por sus interpretaciones en cine, televisión y teatro, y ha sido nominado a numerosos Globos de Oro, Tonys y Emmys. Entre sus méritos profesionales destacan el haber sido nombrado hijo predilecto de Andalucía en 2013, recibir el Goya de Honor de la Academia de Cine de España en 2015, y haber sido distinguido con el Premio Nacional de Cinematografía en 2017. Además, ha trabajado de forma paralela como director de películas, entre las que destaca ‘El Camino de los Ingleses’, basada en la novela homónima del escritor malagueño Antonio Soler y rodada en Málaga. Y es que Antonio apuesta por su ciudad, sobre todo el lo referente a la cultura.
“Málaga está creciendo mucho culturalmente, y es algo que va a costar muchos años y esfuerzo, pero es importante para la ciudad y hay que ir apostando por ello. Somos muchos lo que nos estamos apuntando y por eso me he hecho con el proyecto del Teatro Alameda. Vamos a producir un teatro profesional para el gran público que estará en la parte de bajo, y en la parte de arriba un espacio de 250 sillas para nuevas voces y una apuesta por el teatro alternativo. Me hace mucha ilusión volver con algo así en las manos para mi tierra. El teatro siempre ha sido mi gran pasión, mucho más que el cine. Y lamento haberlo abandonado, por ese motivo he hecho esto”.
Este proyecto no verá la luz hasta 2019, después de casi un año de trabajos de remodelación y rehabilitación, con una nueva programación que decidirá el propio Banderas, y que pretende revitalizar el Soho de Málaga y convertirse en un referente internacional. Así lo ha indicado durante su reciente visita a la ciudad por dos importantes motivos: el estreno mundial de la serie ‘Genius: Picasso’ en el Teatro Cervantes y para disfrutar de la Semana Santa, en la que cada Domingo de Ramos ejerce de mayordomo en el trono de la Virgen de Lágrimas y Favores, titular de las Cofradías Fusionadas.
Este año, el trono ha lucido un crespón negro en recuerdo a su madre, Ana, fallecida en noviembre del pasado año. Ha sido una forma de sentirla más cerca, tanto para él como para su hermano Javier, conocido cariñosamente como Chico. Todos los malagueños salieron a la calle para arroparlos. Y no solo ellos: el equipo entero del rodaje de ‘Genius’ aprovechó para disfrutar de la Semana Santa malagueña y conocerla a través de los ojos de Banderas. Y es que el actor apuesta por la internacionalización de esta fiesta religiosa de Málaga.
“Los cofrades somos muy endogámicos y nos miramos mucho el ombligo, como que no necesitamos de nadie, y a mí eso me da mucha pena. Como cuando ves el Domingo de Ramos a los cruceristas dando tumbos por Málaga sin saber que es lo que está pasando. Por eso creo que se deberían hacer unos programas en inglés, francés y alemán, para que los que nos visitan conozcan las leyendas de las cofradías, de dónde vienen, el arte popular andaluz o porque vestimos a las vírgenes como princesas centroeuropeas del barroco. Yo un año lo hice: cogí el itinerario de la Semana Santa y realicé una descripción cofradía por cofradía, para mi familia y los amigos que me traje de los Estados Unidos”.
EL REGRESO DE PICASSO
Antonio Banderas ha podido dar vida al célebre pintor malagueño Picasso en ‘Genius’, una serie de 10 episodios, de National Geographic, que repasa la vida del genio atravesando sus tempestuosas relaciones con las mujeres y las diferentes etapas artísticas de su obra: el periodo azul, periodo rosa o el cubismo. El estreno mundial se ha celebrado en Málaga y el motivo ha sido por deseo expreso del propio Banderas: “Volver a traer a Picasso a su tierra”, razón por la que también parte del rodaje se realizó aquí.
“Me dio mucho coraje que el pintor falleciera tres años antes que Franco, porque me hubiera encantado ver a Picasso darse un paseito por La Malagueta y recibir el aplauso de los malagueños. Y entonces, el productor de ‘Genius’, Ron Howard, me hizo un regalo; que no fue solo para mí, si no también para el propio Picasso: una escena, que tiene lugar en el sur de Francia, finalmente se rodó aquí, en las playas de Málaga”.
Ambos nacieron en Málaga y abandonaron la ciudad para poder cumplir su sueño: el de Picasso ser un pintor reconocido, y el de Banderas triunfar en el mundo de la interpretación. Ese paralelismo ha hecho que el actor tomara como propio el deseo incumplido del artista de regresar a su ciudad natal.
“No quería que Málaga fuera la niña tonta en la vida de Picasso, porque es un personaje que tiene muchos novios. Pero si hay algo objetivo es que él nació aquí. Y yo, que también soy un poco niño, vivo mucho Málaga desde el recuerdo: determinados olores, determinadas luces, determinadas cosas de mi familia, de mis padres, de mi hermano… Son recuerdos de una juventud, y creo que los diez primeros años de la vida de Picasso en Málaga nunca se le olvidaron. Y él, en el final de sus días, recordaba Málaga, Eso yo lo he visto en mi padre antes de morir, que debido al Alzheimer, los recuerdos importantes estaban situados al principio de su vida. Cuando ya no nos conocía ni a mi hermano ni a mí, sí se acordaba de lo que le había pasado cuando se cayó de la bicicleta con siete años en Ronda. Y eso vuelve como un ciclo a la cabeza de Picasso al final de sus días. […] Howard entendió muy bien porqué el rodaje debía hacerse aquí. Me lo traje a Málaga y lo llevé a la Casa Natal y al Museo Picasso Málaga, que nos han dado todas las facilidades posibles. También lo llevamos al Palomar, un sitio que se debería recuperar porque fue donde él empezó a pintar con su padre y está destrozado. Me gustaría que alguna institución recuperase ese lugar y formase parte de esas visitas al mundo picassiano y malagueño”.
Se trata de un papel que Banderas considera que ha llegado en el momento adecuado. Dice que lo más complicado a nivel interpretativo ha sido el propio amor que él siente por Picasso y descubrir que tiene lados muy oscuros, que detrás de las cámaras le han costado alguna que otra negativa o pelea con los directores. También ha señalado que una de las mayores dificultades ha sido las cinco horas de maquillaje diario a las que tuvo que someterse para encarnar al pintor en la última parte de su vida. Eso sí, del rodaje admite haberse llevado ropa del personaje, una parte como recuerdo y otra porque también le gusta donarla para eventos benéficos; algo que suele hacer con sus papeles más conocidos.
HISTORIA DE MÁLAGA
Otro vínculo importante que Banderas ha iniciado con Málaga recientemente ha sido su entrada como socio de la mítica bodega El Pimpi, vinculada con la familia Cobos, tras comprar la participación que tenía uno de los fundadores: Francisco Campos. Además, su interés por el proyecto de la Fundación El Pimpi, es personal, porque se une a la Fundación Lágrimas y Favores que él impulsa en Málaga.
“El Pimpi es historia de Málaga, un lugar emblemático y una institución en la ciudad, que yo he frecuentado desde joven en mis primeras salidas con los amigos. El trato que he tenido en El Pimpi siempre ha sido maravilloso. Me da hasta vergüenza decirlo, pero no me han dejado pagar nunca. Yo lo intentaba, pero los camareros me decían que los iban a echar si me dejaban pagar. […] Por eso, cuando se me ofreció la posibilidad de participar, me abrí de brazos encantado, máxime cuando se pusieron sobre la mesa unas ideas con un resumen muy simple: renovarse o morir. Y ellos lo tienen muy claro”.
Además de todos estos proyectos e iniciativas, Banderas ha creado una aplicación para buscar y ofrecer talentos artísticos (Vibuk), tiene una marca de perfumes y fragancias con su nombre, diseña líneas de ropa y complementos (algunas se pueden encontrar en StarliteShop, el espacio comercial de la plataforma con fines solidarios), está inmerso en el rodaje de dos películas más… Pero admite que no quiere bajar el ritmo, a pesar de los problemas de corazón que sufrió el pasado año.
“Hubo un discurso en Los Goya en el que le pedí perdón a mi hija por no pasar más tiempo con ella. Pero me contradigo, porque siempre digo que lo más importante son los hijos, pero al final estoy todo el día rondando. Y es que tengo un sueño iluso, basado en un poema del malagueño Manuel Alcántara, que además el mismo pintó en la terraza de mi piso en calle Alcazabilla. Es un anhelo insensato que tengo, en el que creo que voy a llegar a él y me doy cuenta de que nunca voy a llegar. El poema dice: “A la sombra de una barca me quiero tumbar un día; echarme todo a la espalda y soñar con alegría”. Pues no es posible, la barca se mueve mucho y no puedo parar. He dejado de fumar y me tomo mis pastillas, pero no puedo dejar de trabajar y si eso me va a llevar a que me muera un poco antes, pues me moriré haciendo lo que me dé la gana, pero lo que no quiero es vivir muerto”.
Texto: Carmen Romera
Fotografía de cabecera: Lorenzo Carnero
Fotografías del reportaje: Antonio Hurtado
Buenas tardes,
Que grande es este hombre y lo que me encanta es que siempre lleva a su querida Málaga por bandera y eso es digno de elogio.