Ángeles Malagueños de la Noche: “nuestra filosofía es que todo el mundo que se ponga a la cola se le atiende y se le ofrece comida”
Los Ángeles Malagueños de la Noche se inició en 2007, con el viaje que hicieron sus fundadores a Italia. Allí, pudieron observar como un grupo de ciudadanos repartían comida a las personas que vivían en la calle. Esa idea la trasladaron a Málaga. Con ayudas de los amigos de los pioneros, por la noche iban donde estaban situados los más necesitados para distribuir comida caliente, de ahí el nombre de la ONG. Unos años más adelante, con la autorización del Ayuntamiento de Málaga, se consigue montar una caseta, y fue la primera vez que contaron con un lugar fijo para ofrecer esta ayuda. Todo esto, nos lo cuenta Miguel Ángel Ruano, voluntario de la asociación desde hace un año y medio, mientras nos hace una guía por el comedor social explicando las funciones de cada miembro y cómo planifican las comidas semanales.
“Una de las características y nuestra filosofía es que todo el mundo que se pone en la cola se le atiende y se le ofrece comida”. Al usuario no se le pide documentación, “la persona que se pone en este tipo de cola se sobreentiende que le hace falta, aunque, sí es cierto que puede haber un porcentaje que a lo mejor se aproveche de esto, pero es mínimo. Incluso hay muchos que se avergüenza, porque en tramos puntuales, necesitan este tipo de ayuda”.
Una voluntaria dejó en la cuenta de los Ángeles Malagueños, de forma anónima, una cantidad de más o menos de 90 mil euros. Investigando, descubrieron que el ingreso, procede de una sucursal de Córdoba. Con ese dinero se pudo montar el actual comedor social. Las obras comenzaron en 2015 y un año más tarde, tuvo lugar su inauguración. El local está formado por dos naves. Aún quedan unos 30 mil euros de hipoteca para terminar de pagar el local.
Actualmente solo cuentan con el cocinero en plantilla. “No podemos permitirnos más asalariados”, todo los demás, funciona con voluntariado. Lo componen alrededor de unas 60 personas que van rotando de lunes a sábados, “para que no se cansen, hay muchas que viene todos los días, otras una vez por semana, otras un par de mañanas… lo que pueden, y con eso vamos funcionando”.
Aunque llegó la pandemia, la asociación no ha parado su función, pero, con el protocolo covid la comida se ofrece desde una ventanilla, y ya no pueden acceder dentro del comedor. Se puede observar, que la inmensa mayoría de los usuarios tienen sus trabas psicológicas, “el que duerme en la calle tiene un deterioro grandísimo, lo ves que vienen andando como si fueran tortuguitas, porque las articulaciones a nivel motor se deterioran de una forma más rápida. De vez en cuando, aparece alguien que llama la atención, que es recuperable, que está ahí circunstancialmente, a este tipo de personas los intentamos derivar a servicios sociales. Nos gustaría hacer más cosas, pero de momento, estamos centrados en darle el desayuno, comida y cena”.
Si es cierto, que, a raíz de la pandemia, hay un porcentaje de un nuevo perfil que aparece en ventanilla “a lo mejor la clase media ve que no llega a fin de mes, y, ya a partir del día 15 o 20, podemos observar que empieza a aparecer este tipo de perfil. Quizás porque pinchen económicamente dos o tres meses, pues se ven en un extremo de tener que pedir aquí”.
Esta ONG no cuenta con ayudas de las administraciones públicas, pero tampoco se les puede culpar. Para conseguir este tipo de beneficio, es necesario demostrar las labores que realizan a través de documentos, “no puedes ir a una administración y decir, mira estoy alimentando a 400 personas, todos los días, la administración te va a pedir que se le demuestres”. Este año, es la primera vez que están recaudando este tipo de información, mediante una tarjeta de identificación que se le da al usuario, que frecuentemente visita la asociación, con el fin de poder pedir subvenciones.
La organización recibe apoyo de entidades privadas. Cruz Roja dona material cada trimestre, “es el único canal medio oficial que recibimos”. Por otro lado, hace 4 meses, que gracias a la fundación El Pimpi (perteneciente a CaixaBank), están recibiendo verduras y frutas diariamente. Esto fue un gran paso, porque en sus inicios iban trabajando sobre la marcha con los productos que les llegaban, y ahora tienen una planificación semanal.
Cuando pensamos en fechas tan señaladas como Nochebuena o Nochevieja, a todos nos vienen unos recuerdos y sensaciones de alegría, familia y grandes comidas ¿no?, pues, por desgracia, esta no es la realidad para todas las personas. La asociación, en estos días realizan menús especiales. Como tradición, cuentan con la colaboración de asadoras de pollo, que para el menú de Nochebuena preparan medio pollo con una guarnición y una tortilla. Estos dos últimos años, también han tenido la colaboración especial de IKEA, con su donación de 700 menús para los usuarios. Además, por primera vez, Coca-Cola organizó un catering, que ha ayudado a cubrir el día de Navidad y Nochevieja.
Para acabar, los planes a corto y largo plazo son: a nivel de presupuesto, conseguir financiación para que el nivel de estrés o de buscada de recurso disminuya. Quieren unos presupuestos fijos a principios de año para poder planificar con tranquilidad y de forma diaria. Y, otro de los grandes objetivos, es que el tipo de perfil de voluntariado sea “uno que realmente tenga una sensibilidad por la persona que está ahí fuera, queremos que él que venga a echar una mano, también se llevé una experiencia de armonía y de pasárselo bien”.
Tras finalizar la entrevista con Miguel Ángel, en la puerta estaba Blanca, una mujer de 49 años que en verano va a hacer un año que vive en la rotonda del Palacio de Ferias y Congresos, con su novio Miguel. Desde hace 6 años frecuenta los Ángeles Malagueños de la Noche para alimentarse.
Nos cuenta un poco su rutina. Por las mañanas se levanta sobre las 10, para poder estar a y media en la asociación y desayunar, mientras su novio trabaja durante 12 horas. Después de esto, se sienta en la calle Armengual de la Mota con su cartel “Solo pido tres euros”, para poder pagar su fijación de dientes, que vale alrededor de 3,5 euros. Nació y vivió en Vitoria, pero desde hace 10 años se mudó a Málaga. “La situación es que estoy viviendo en la calle con mi pareja, con los huesos mal, servicios sociales no nos ayudan en nada, y los únicos que nos echan una manita, una vez a la semana es Cruz Roja, que nos lleva lo esencial para la higiene, comida… y luego pues porque vengo aquí para la comida, y para lo más esencial, leche café… pues lo pido en la calle”.
Ella misma entre lágrimas dice “soy una luchadora, tienes que luchar día a día siendo constante y diaria”. Nos relata sucesos importantes en su vida como haber perdido a su madre por cáncer de pulmón cuando solo tenía 10 años. Y, desde que le dijeron que se iba a quedar en la calle, su hermana Yolanda, la mayor, no le habla. “En noviembre fue su cumpleaños y yo le felicité, pero hoy en día sigo esperando una respuesta”. Emocionada y triste al hablar de su hermana, solo espera que el 8 de marzo, que, Blanca cumple medio siglo, reciba las felicitaciones por parte de su hermana, si no, “me quedo huérfana, ya era de madre, de padre y de abuelos, y ahora sería de hermana”.
En algún punto de nuestra conversación, se le cae su vicio más preciado, el tabaco. Poco a poco, agarrándose a una barandilla, que teníamos al lado, consigue agacharse y recoger la colilla. Al ver que le estaba costando mucho decidí cogerle yo el cigarro, pero no me deja. “Cariño, mientras que yo pueda, voy a seguir intentando hacer cosas”.
“La gente de la calle nos entendemos, tenemos un filin que solo nosotros entendemos”. Nos explica que cuando los ciudadanos pasan al lado de ellos por la calle ni los miran, “somos invisibles”, eso hace que se sientan más solos de lo que ya están. “Esto es muy duro, si no he querido suicidarme más de un millón de veces, no lo he querido nunca”.
Y esta solo es una de entre las miles de historias que envuelven las calles de nuestra ciudad.
Para más información:
Dirección: C/ Fuentecilla, 2 – 29007-Málaga
Teléfono: 951130578
Autora de la entrevista: Irena Marques
Gran labor la que hacen, si señor
Es para quitarse el sombrero, chapó por todxs
Labor encomiable y solidaria donde las haya
Son unos putos (perdón por la expresión) cracks 🙂 🙂
Me ha partido el corazón la historia de Blanca, porque es una situación en la que cualquiera sin excepción puede caer
Menos mal que existen asociaciones como esta que hacen esta magnífica labor día tras día
Son historias realmente sobrecogedoras la de las personas que pasan cada día por ahí, y como bien apunta Eva, ninguno de los aquí presentes estamos libres de caer, uno puede parecer que lo tiene todo y en un visto y no visto te puedes ver en la calle, y menos mal que existen gente con un corazón que no le cabe en el cuerpo como es el caso de los miembros de esta asociación que se desviven por hacerles a estas personas los días más fáciles
Mis más sinceras felicitaciones a la asociación por esta estupenda labor que realizan todos los días
Blanca somos todxs y es que una sociedad como la nuestra no debería dejar que hubiera situaciones como la de estas personas que si no fuera por la acción desinteresada de asociaciones como esta lo pasarían aún peor
Olé, olé y olé por esta asociación porque mira que se lo curran!!!
Es que en esas colas que se forman a diario hay historias que nos pondrían los pelos de punta.
Y para la asociación solo tengo palabras de admiración por este trabajo que hacen, Enhorabuena!!
Es que al final el pueblo ayuda al pueblo, así es ni más ni menos. Felicidades a la asociación por todo lo que hacen.