Amistades en distanciamiento social

2020 en apariencia es un número geométricamente redondo y simétrico. Dos cifras que de forma independiente aportan fuerza, 20 y 20, pero que unidas exhalan belleza visual.

Suelen decir que siempre hay una excepción que rompe la regla, pues este 2020 ha querido salirse de la línea recta establecida y mostrar una curva llena de subidas y bajadas, al fin y al cabo, eso es la vida, ¿no?

El 14 de marzo fue el clímax final de una vida rutinaria, una vida que llevábamos viviendo nada más y nada menos que 2020 años. Pero ¿por qué los cambios siempre parecen que son malos? Quizás el problema está en no saber pulir el obstáculo para encontrar el beneficio.

Hay que mirar al 2020 como una nueva dimensión, hemos evolucionado y debemos hacer evolucionar con nosotros todo lo que verdaderamente nos importa. En marzo, la sociedad mundial se enfrentó a un confinamiento obligatorio y lo solventó rozando la matrícula de honor, por lo que en este nuevo ‘Estado de Alarma’ nuestro deber es llevarnos el título con distinción.

La amistad es uno de los bienes más preciados era una de las ideas de Aristóteles sobre el sentido de la vida, y no se equivocaba. Desde que nacemos empezamos a crear un círculo de amistades que van formando parte de nuestra vida, amistades que van naciendo, que permanecen e incluso algunas que terminan, pero siempre está la amistad. Siendo así, ahora en esta pandemia mundial que nos ha enseñado a valorar todo lo que nos importa, es el momento de aferrarse y hacer única esas amistades.

Cierto es que hay restricciones que pueden imposibilitar algunos planes con amigos por la noche o el hecho de tener que organizar tu agenda para poder verlos a todos cumpliendo la ley y siendo responsables con la situación de crisis sanitaria en la que estamos inmersos.

Pero ¿realmente es un problema? ¡Todo lo contrario! Ha llegado el momento de organizar quedadas diarias, quedadas al aire libre, vale que no puedas salir con 18 amigos, pero puedes estar en tres sitios distintos durante tres días con seis amigos. Al final, todo son ventajas: el lunes un paseo por el Muelle Uno con los cinco amigos de toda la vida, el martes de turismo por la Alcazaba con otros cinco, miércoles de cervecitas al sol con los amigos de la facultad por Calle Larios, jueves en familia y viernes de risas y anécdotas a los pies de Málaga desde el mirador del Gibralfaro.

El agobio está solo en nuestra cabeza, no hay problema si buscas solución y la verdad es que quizás solo hay puntos positivos: tienes el triple de planes cada semana, disfrutas mucho más en cada quedada y, sobre todo, seguimos compartiendo vida con los amigos al mismo tiempo que apoyamos la responsabilidad que la pandemia merece.

Málaga está a la espera de veros pasear, reír e incluso llorar en el hombro de algún amigo, porque Málaga también es amiga y quiere recibir de vuelta esa amistad. Quizás, no puedas estar el mismo día con todo el grupo, pero sí puedes estar con la mitad y hacer videollamada con el resto. Vivimos en la era digital, podemos escuchar el sonido de la risa de un amigo cuándo y dónde queramos, por lo que ni el COVID, ni el 2020 pueden prohibirte disfrutar de algo tan imprescindible como un rato de desconexión con la gente que quieres, solo hay que buscar la forma de poder hacerlo beneficiando a todos.

Una vez leí que se puede tener un mejor amigo aun estando en ciudades distintas, porque a la hora de la verdad lo vital es saber que cuando sucede algo bueno y, sobre todo, algo malo, les tienes ahí. Así que olvídate de lo negativo y ten por seguro que un distanciamiento social no va a poder con el vínculo de lealtad de vuestra amistad.

Puede que hoy no, puede que mañana tampoco, pero en un tiempo volveremos a esa dimensión rutinaria de la que nos han sacado y tú y tus amigos os encontraréis y frente a Málaga recordaréis que la pandemia os ha enseñado a valorar lo imprescindible que es la amistad.

Autora del artículo: Inma Martínez