Almoarchi vuelve más fuerte, más especializada y con más ilusión que nunca
José Antonio Montiel Porras es un apasionado de la construcción. Comenzó trabajando en estructura con 15 años, especializándose en ello desde entonces. Su historia, una realidad vivida por muchos, primero el éxito y luego la dura crisis. Pero ahora, Antonio ha recargado todas sus pilas y ha vuelto a las andadas continuando con su pasión por la construcción.
Todo comenzó con la albañilería a los 15 años, especializándose más tarde en encofrados y estructura. Trabajó para varias empresas, en la última duró muchos años y gracias a sus dotes como estructurista consiguió ascender rápidamente. Su potencial le dio la seguridad suficiente para aventurarse a crear una cooperativa junto a un amigo y un par de hermanos, y así nació la primera Almoarchi. 70 trabajadores, muy buenos contratos y trabajo muy duro fueron lo que convirtió el nombre de Almoarchi en sinónimo de calidad dentro del mundo de la construcción y empezaron a ascender.
Pero llega la crisis, esa que nos golpeó a todos duramente, y varias empresas que tenían contratadas los servicios de Antonio deciden retirarse y dejarle una deuda de más de 300 mil euros. Endeudado, la primera decisión que toma es hacerse cargo primero de sus empleados, pagar todo lo que les debía y todos los seguros sociales, y luego pensar en él. Eso es, sin duda, algo que lo caracteriza, su parte más humana aprendida en el ámbito familiar. Pues él nos cuenta que viene de una familia sencilla, de Almogía, pero con unos valores muy grandes, pues si uno de ellos tiene un problema, el resto “sale al ruedo”. Y por eso él supo que no tenía que dejar caer a sus empleados de aquella forma y asumió todas las deudas solo.
A Antonio le costó remontar, pero al tiempo volvió a trabajar para otras empresas en la construcción recobrando su ilusión por una parte tan importante de su vida. Sin embargo, un infarto lo lleva a tener que dejar el trabajo tan duro que realizaba tras estar un mes hospitalizado y con dos intervenciones en las que le pusieron seis muelles en tres arterias. Nuevamente, el destino lo separaba de la construcción, pero en esta ocasión contaba con alguien especial a su lado que le dio el empujón que necesitaba, su pareja Verónica.
La confianza que ella tiene en él, en su trabajo, hizo que le animase a hacer resurgir Almoarchi, ya no podía realizar el trabajo físico para otros, pero es tan bueno en construcción y en la creación de equipos de trabajo que podía perfectamente dirigir una constructora. Y es así como en abril del año pasado se da de alta como autónomo y empieza a trabajar, por suerte, no han parado hasta ahora.
En Almoarchi están especializados en estructura, el esqueleto de una construcción es lo más importante y no se lo confías a cualquiera. Es por esto, que gracias a su experiencia y la seguridad que ofrece, cada vez son más las personas que confían en Antonio para hacer esta difícil tarea. Y tan contentos quedan algunos, que deciden dejar todo el proyecto en sus manos expertas, pues no solo realizan todo el trabajo de estructura, sino que cuentan con todos los servicios de construcción.
“Mi pasión de toda la vida por la construcción, el empuje y la seguridad que me da mi pareja apoyándome y motivándome en la parte que me da más miedo, y el trato y la capacidad que tengo para formar mis equipos de trabajo”, es lo que nos contaba Antonio que cree que es la clave de su éxito. Y es que, como ya hablábamos antes, él no dejó caer en su momento a sus empleados, y eso ha hecho que muchos vuelvan a confiar en la construcción y hayan querido emprender este camino junto a él. No importa el dinero que puedan ofrecer en otros sitios, las condiciones, el cariño y la confianza con la que Antonio trata a sus empleados hace que estos vuelvan a repetir con él una y otra vez.
Ahora se habla de otra crisis, lo que infunde un poco de miedo en todas aquellas personas que lo pasaron realmente mal con la anterior, pero Antonio sigue adelante, sabe que el haber caído lo ha hecho más fuerte y ha podido aprender de esos errores para que, si viene una nueva crisis, puedan resistir. Almoarchi ha resurgido de sus cenizas más fuerte que nunca, con la confianza que los clientes depositan en ellos por la experiencia que tienen y no piensan parar de trabajar.
Contacto
C/ Mesonero Romanos, 10
646 742 200
almoarchi@hotmail.com
Eso si que es un historia de superación y sobre todo, de ser una persona muy honesta. Ese tema de los trabajadores no todo el mundo hubiera actuado igual.
Comparto la opinión de Alfredo, eso no lo hace cualquiera, lo importante de ser así es que generas en la gente una confianza extrema, tanto en lo personal como en lo profesional.
Que importante es la honestidad en esta vida, por todas las puertas que te abre. La historia de este hombre y la visión que tiene de los negocios es magnifica. Que sigan los éxitos.
El titular del artículo hace honor a la lucha de este hombre. Enhorabuena por todo lo conseguido.
Me ha conmovido mucho la historia. Suerte y muchos éxitos que serán más que merecidos.
La mejor empresa del mundo. Profesionalidad y calidad.
Un hombre que lucha y consigue todo lo que se propone.
ALMOARCHI
Una maravillosa persona. Profesionalidad, seriedad y calidad. Enhorabuena por llegar tan lejos.