Tortas locas

Estoy completamente seguro de que al oír el nombre “Tortas Locas” puedes reconocer de qué dulce estamos hablando, incluso sentir el sabor de la crema pastelera recorrer tu paladar. ¡Es que son irresistibles!. Una tradición malagueña que a través de los años ha mantenido intacta su receta y a la que es imposible resistirse. La historia de las Tortas Locas nace en un contexto difícil para la ciudad andaluza. Málaga atravesaba una de sus peores crisis y las clases menos favorecidas (que era la mayoría de ciudadanos) debían conformarse con dulces secos y lúgubres. La repostería fina no se conocía.

Nadie puede resistirse al exquisito sabor que tiene un chocolate, un pionono…  y por esas épocas el antojo era el mismo. Así fue como surgió esta famosa receta que llegó para animar la reportería malagueña. El matrimonio Tejeros, quienes actualmente son reconocidos como grandes confiteros en la ciudad, dieron el paso para crear esta famosa receta y así brindarle a todos los malagueños, la opción de disfrutar de un delicioso dulce, sin que este representara un gran coste para ellos.

La receta es muy sencilla. Juntaron dos discos de hojaldre, lo rellenaron con crema pastelera y le colocaron un glaseado naranja encima, coronando el pastel con media guinda. Todos ingredientes sencillos, baratos y de fácil acceso. Y aunque parezca que el glaseado es el más difícil de conseguir, está hecho de azúcar, lo que resulta mucho más económico. Aunque actualmente se ha variado este ingrediente para darle un mejor sabor, mezclándolo con yema de huevo.

Ahora, estoy seguro que al conocer todos estos detalles, te gustará saber cómo preparar tus propias tortas locas. Puedes servirlas para cualquier ocasión: una reunión de amigos, un regalo de aniversario, un obsequio de cumpleaños o simplemente para calmar el antojo. Aquí, desde Ciudad con Alma te ayudamos a que tú mismo puedas preparar este dulce tradicional y, quién sabe, quizá te vuelvas la nueva figura de la repostería malagueña.

¡Manos a la cocina!

En principio necesitas 2 planchas de hojaldre.

Para la crema pastelera:

• Medio litro de leche
• 3 yemas
• 50 g Maicena
• 150 g Azúcar
• Cáscara de medio limón
• Medio palo de canela
• Esencia de vainilla (opcional)

Para el glaseado de Yema

• 4 Yemas
• 135 g Azúcar
• 75 g Maicena
• 200 ml Agua (almíbar)
• 200 g Azúcar (almíbar)
• Colorante naranja (opcional)

Para el glaseado final:

• 125 ml Agua
• 250 g Azúcar

A modo de decoración

• Guindas rojas en almíbar

Ya que tenemos todos los ingredientes listos, ¡iniciamos!

Como primer paso debes estirar el hojaldre y cortarlo en círculos. Luego, precalentar el horno a 200º. Colocar un papel vegetal encima de la bandeja del horno y encima los discos de hojaldre. Colocar otro papel vegetal encima de los discos y  luego pondrás otra bandeja de horno encima para hacer de peso y evitar que el hojaldre suba en exceso. Por último, lo introduces al horno unos 15 minutos aproximadamente. Una vez listos, los dejas enfriar.

Luego procedes a elaborar la crema pastelera. Para ello, debes poner la leche al fuego (dejando un poco en un vaso para disolver la maicena) con la cáscara de limón y el medio palo de canela hasta que empiece a hervir.  Una vez haya hervido, lo tapas y esperas a que se enfríe un poco. En una olla pones las yemas, el azúcar y mezclas bien. Por otro lado, disuelves la maicena en la leche que has reservado previamente y la añades a las yemas. Mezclas bien. Por último, si lo deseas, este es el momento para agregar la esencia de vainilla.

Ahora retiras el limón y la canela de la leche. Dejas que repose a fuego suave y remueves constantemente hasta que espese. Por último la colocas en una manga pastelera o en un bol.

Ahora preparas el glaseado de yema. Pondrás al fuego los 200 ml de agua y los 200 g de azúcar hasta que se disuelva todo el azúcar, esto es el almíbar. En una olla pones las yemas, el azúcar, la maicena y mezclas bien. Puedes echar el colorante naranja en este paso. Irás añadiendo el almíbar pero sin dejar de batir para evitar que la yema se cuaje. Finalmente lo pondrás al fuego hasta que espese. Para el glaseado final, pondrás al fuego el agua y el azúcar hasta que empiece a espesar y a tener un color blanco suave.

Con todo listo, ¡es hora de montar la torta! Pones un disco de hojaldre y lo cubres con crema pastelera. Pones encima el otro disco de hojaldre, presionas un poco para que se pegue a la crema pastelera y le echas en el centro el glaseado de yema utilizando una cuchara y procurando que cubra casi todo el disco de hojaldre. Finalmente decoras con la guinda.

Como verán, es muy sencillo, y puedes aprovechar para preparar este dulce tradicional en familia o con algún ser querido. ¡A DISFRUTAR! ¿Eres cocinillas?

Autor del artículo: Favio M. Ascencio