Mercedes León: “Hay otra forma de hacer teatro”
Málaga, cuna de grandes artistas, y sí, sabemos que no es la primera vez que decimos lo mismo, pero es que sentimos gran orgullo por la cantera de artistas que tenemos.
Hoy, disfrutamos de la suerte de entrevistar, o mejor dicho, de hablar y conocer un poquito más a una grande de Málaga, estamos hablando de Mercedes León. Profesionalmente la conocéis por ser directora teatral de varias obras, también escribe y es monitora de teatro, pero sobre todo, la conocéis por ser actriz. Ha participado en “La Isla Mínima”, película por la cual obtuvo una nominación a los Goya como mejor actriz de reparto, en las series “El Secreto de Puente Viejo”, “La Veneno”, “La que se avecina”, “Los herederos de la tierra” que se estrenará próximamente, entre muchas otras series y, en infinitas obras de teatro. A nivel personal se nos antoja como una persona tímida, respetuosa, que le gusta pasar desapercibida y que tiene el sentido de la psicología muy desarrollado, pero no por ello, deja de ser divertida y con un gran sentido del humor, de hecho, su manera de reír es altamente contagiosa.
Mercedes nos cuenta que de pequeña se crio en la calle, que nunca se aburría, ni cuando estaba sola. Sus padres tenían una tienda que estaba justamente en medio de dos cines, uno de ellos era un cine de verano. Le encantaban los animales y, tanto era así, que alguna vez había pensado en ser veterinaria, pero claro, ese pensamiento tuvo las patitas muy cortas, porque pronto comenzó a descubrir el mundo del teatro gracias a su padre, aunque lejos de lo que podáis pensar, no fue por el teatro en sí, sino porque como hemos comentado un poco más arriba, Mercedes escribe, es autora y su padre leía una revista que se llamaba La Codorniz y a ella le compraba un tebeo, pero veía que su padre se reía mucho y ella quería leer esa revista con él, deseaba compartir esas risas con su padre. “Todavía eres muy pequeña y no lo vas a entender, cuando seas más mayor lo lees” le decía su padre y le guardó un par de cajas llenas de esas revistas. Esas revistas en las que leía chistes que no entendía porque eran de política, con un sentido mordaz y satírico, llena de cosas que no le llegaban pero que le cambiaron la vida… Mercedes con la mirada iluminada, nos confiesa que esas revistas las ha guardado hasta hace poco, que por desgracias las extravió en una mudanza, pero aún tiene 10 números que guarda con mucho cariño, pues gracias a esa experiencia, despertó su interés por la cultura, se dio cuenta de que no quería ser secretaria o médico, no, ella quería algo relacionado con la cultura, porque entraba en una especie de locura que la tenía enganchada por completo.
A Mercedes la interpretación siempre le gustó y nos cuenta entre risas, que le escribía cartas a personas como el padre de Verónica Forqué, a revistas de fotonovelas (que antes se llevaban mucho), y a todo el mundo, y esto siendo muy jovencita. También nos dice que nunca le respondieron, pero no fue motivo suficiente para tirar la toalla porque ella tenía que conseguir su propósito, trabajar para la cultura y ganarse la vida con ello.
Después pasó algo importante, que parece una bendición del universo; Mercedes no sabía que existía la Escuela de Arte Dramático de Málaga y estando en la cola para inscribirse en Bellas Artes, se obró el milagro, escuchó como una chica le contaba a otra que iba a hacerle la matrícula a su hermana de arte dramático e inmediatamente, Mercedes abandonó la cola que estaba haciendo desde las nueve de la mañana, para apuntarse a la Escuela de Arte Dramático, porque para más inri, era el último día para matricularse. A partir de ahí, su día fue una odisea repleta de burocracia con el banco y el papeleo, que le arrancaron más de una lágrima de desesperación. Movió Santiago con Roma y finalmente consiguió matricularse entre las dudas de “¿qué habría pasado si voy otro día a apuntarme a Bellas Artes?” comenta Mercedes sorprendida con la ironía del destino.
Una trayectoria profesional tan completa como la de ella, nos lleva a indagar un poquito más para saber quién ha sido su referente a nivel profesional y aunque nos dice que hay mucha gente que le gusta, acaba reconociendo que Nuria Espert la marcó mucho cuando en un viaje de estudios fueron a ver “Doña Rosita la Soltera”, y vio una escena donde Nuria Espert, que interpreta la soltera a la que su novio la deja porque se va fuera, sigue esperando su regreso, y de pronto, llega una carta de su amado, la abre y deja al público con el corazón en un puño, “Nuria cae de rodillas al suelo, con un haz de luz, una angustia muy contenida y tú dices, la va a dejar” comenta Mercedes, y de repente Nuria Espert dice “que viene, que viene…”. Ahí la cautivó con “esa caída lenta, ese que no podía respirar y tú ahí… y te dice levantando la cabeza, que viene, que viene, que apenas se escuchaba, bueno, eso no está pagado” comenta Mercedes, y es cuando aprendió que había otra manera de hacer teatro. Relata que le encanta cuando un actor o actriz dice más callando que diciendo, cuando trabajan la mirada, la pausa, el silencio, la voz… porque todo eso compone la magia del actor.
Reconoce que cine ha hecho poco, que ha trabajado más en series, pero que si la ponemos en la tesitura de escoger entre la pantalla o el teatro, se queda claramente con el teatro, “es que, para mí la base, y lo más importante es el teatro, el teatro es muy intenso, muy cansado, se sufre mucho también, pero es maravilloso. Es curioso, es como… te entra en vena y ya está, es una droga dura. Eso sí, el reconocimiento a mí nunca me han dicho hola por la calle y estuve en Puente Viejo nueve meses y me saludaban, y eso te lo da por eso, porque como tú has dicho entras en las casas de la gente, pero es que en el teatro, entras en el corazón de la gente, entonces ahí no hay tu tía, tu respiras, tu oyes, tu hueles, a ti te molesta un asiento que cruje, tú estás ahí, ves el silencio y luego el aplauso que te reconforta…”.
Además, Mercedes nos comenta que el teatro tiene su aquél, “el memorizar un texto, y darle un tono, darle una interpretación. En el cine cortan, lo hacen de nuevo, pero en el teatro… no puedes decir, perdón, voy a empezar otra vez. Por eso el estrés que te causa, el miedo escénico y todo, quedarte en blanco que les pasa a muchos actores”, pero ella sigue prefiriendo el teatro, lo siente como más real, de una conexión inexplicable con el público.
Con un tono de cariño y admiración, recuerda que habiéndose quedado en blanco en el Test Made in Málaga cuando le preguntábamos por un humorista malagueño, le ha venido a la cabeza Chiquito de la Calzada, “a mí me encanta Chiquito de la Calzada vamos… que es que dejaba todo por verlo cuando salía y me parecía una persona que ha innovado y que es buenísimo y que me gusta muchísimo, como ser humano es maravilloso” aclara Mercedes.
Revela que no es muy de premios, que le sorprendió la nominación a los Goya porque no tenía padrinos, ni tan siquiera representante y que eso le dio un chute de autoestima, le pareció un regalazo que le había costado mucho trabajo porque “otra cosa, una cara nueva con tu edad ¿no?, yo llevo en este mundo desde que era un monillo, llevo muchísimos años, lo que pasa es que no es mediático, y no te pone en la perspectiva del público, te conocen igual las personas de aquí”, nos cuenta Mercedes.
También nos habla del reconocimiento a su trayectoria de teatro con la Medalla del Ateneo ”ufff esto no está pagado, yo tenía una emoción… mi padre pudo venir, porque mi padre ya no está, pero estuvo allí…, me miraba, no sé, me gustó muchísimo, gracias a eso sentí una alegría, que quieres que te diga, un agradecimiento enorme y me gustó muchísimo, me sentí muy bien, y luego se te pasa, no es una cosa que tu vayas… pero es bonito, igual que el de la Unión de Actores de Madrid, que también me lo llevé, no me llevé el Goya pero me llevé estar allí en Madrid, ver a un José Sacristán aplaudiéndote, ver a toda la gente que son tus referentes que tú has visto, bueno, no podía, estaba luchando con la lagrimilla, con el tembleque de voz, porque también fue una sorpresa preciosa” finaliza Mercedes con un brillo especial en su cara.
Define su profesión como un paseo que le aporta cosas a su vida, tanto espiritualmente como anímicamente, es algo que la enriquece, “yo lo saboreo, quiero saborearlo todo, si dirijo, los ensayos son más importantes que el estreno, ese momento de ir a ensayar, de crear, de ver a las actrices, de conocerlas, conocerlos, trabajar con los actores… ese laboratorio en el que nos convertimos. Escribir, mi café de noche, que ya no me molesta nadie, crear, tu página en blanco y de pronto ver cómo se va llenando de palabras que son tuyas, no sé, yo disfruto, y luego actuar, actuar me da más miedo pero me pone, es que para mí el actor es lo más importante del hecho teatral, una de las cosas más importante, es el eje. Igual que en el cine dicen que es un buen guion, sino, se cae todo, porque el actor lo puede torear un poco con el corten, no sé qué, el doblaje, en fin, que ahí hay más trampilla, pero en el teatro el actor no tiene vuelta de hoja, no puedes engañar a nadie, si no se te escucha, no se te escucha, si te mueves como un pato, te mueves como un pato. Yo disfruto de todo, de todas las ramas, me gusta”.
Mercedes tiene claro que debemos darle más valor a la cultura, porque como ella dice, “¿sin cultura qué somos?, seríamos animales. La cultura te hace pensar, te abre, te hace empatizar, te hace sensibilizarte, cuanto más conocimiento tienes, más libre eres y como eso lo saben, anulan la cultura para que seamos unos zoquetones y no pensemos y sigamos igual, punto. Debemos valorar la cultura, que se de cultura, que se dé teatro en la escuela desde pequeños, que no se lo tomen a cachondeo, a risas. Que los políticos se comprometan más”.
Le pedimos que dé algún consejo a las personas que quieran iniciar el camino de la actuación y lo primero que destaca es que se debe diferenciar entre el éxito y la fama. También hace hincapié en que se debe trabajar duro, pero eso sí, sin sufrir “ojo, mucho cuidado, hay mucha gente que lo toma todo como un sufrimiento… porque una cosa es que pase nervios, y otra cosa es como yo veo a gente con esa agonía, por favor… disfruta del trabajo. Lo que le aconsejo es que no tire la toalla, que se forme… Si mis hijos hubieran querido dedicarse a esto los animaría, no me importa, es una profesión maravillosa. Ojalá más gente quisiera dedicarse a algo así” responde Mercedes.
Claro que también pasan cosas inauditas en los escenarios, como cuando alguna de las actrices se queda en blanco y tienen que improvisar, o como aquella vez que nos cuenta Mercedes que en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, una compañera salió sangrando por la nariz y ella se quedó incluso en blanco porque vio que no era maquillaje, que era sangre real, o cuando un compañero se puso malo en medio de una escena, salió para vomitar, se limpió y volvió al escenario teniendo que improvisar nuevamente ante la situación, pero nos quedamos con la última anécdota que nos relata Mercedes, “en una función, yo daba un salto y acababan de arreglar el escenario, lo cogieron con unas puntillitas y caí, me quedé con el cuerpo abajo y los brazos encima del escenario, y en esa época estaba delgadita. Había un pico de hierro que por poco me quedo empalada, di un salto y continuamos, eso sí con la pierna sangrando; no cortamos, y luego mi compañera sale y cuando entra dice, hay que bonito, ¿qué tenéis ahí?, ¿Un sótano no? Sí un sótano, ten cuidado que es que no tiene escaleras todavía, y la gente meada de risa porque sabían que ahí había pasado algo, pero es que otros pensaban que es que había pasado de verdad, que era parte de la obra, porque fue limpio, un redondel que lo habían arreglado el momento antes y ahora yo tengo un salto de arriba de un sofá ahí y ras, para abajo. Nos ha pasado de todo en el teatro”.
Es una mujer completa como profesional y como persona, nos quedamos con cada uno de sus comentarios, porque con ella, la sensatez se respira en el ambiente.
A continuación os dejamos el “Test con Alma” que le hicimos a Mercedes León para nuestro magazine:
Y este de aquí es el «Test Made in Málaga»
Autora de la entrevista: Sara Gili Gatius
Una señora actriz
Una actriz como la copa de un pino.
Gracias por la entrevista tan magnífica que nos deja
Muy buena la entrevista y vaya con la anécdota donde se cae en el hoyo del escenario, vaya cosas pasan
A esta mujer la he visto trabajando en Puente Viejo, lo que no sabía que era malagueña.
Pues me alegro mucho porque es una excelente actriz.
Vaya personalidad tan grande tiene esta mujer, Felicidades
Gran entrevista a una grandísima profesional 🙂 🙂
Profesional de 10, mejor persona y de Málaga, esta mujer lo tiene todo!!!
Esta entrevista nos descubre lo que es esta mujer, una grandísima persona con un enorme corazón, amén de ser una magnífica profesional
Me encanta cómo trabaja está mujer
Excelente actriz, si señor!!!
Una gran entrevista donde esta mujer nos cuenta un montón de cosas muy interesantes.
Cómo actriz es espléndida 🙂 🙂
Gran actriz donde las haya
m8mdea