Preparar el café perfecto en casa

Aquí, en Málaga, no hay nada que nos guste más que un garbeo para disfrutar de nuestro maravilloso clima. En este espectacular paseo, nos encanta sentarnos en una terracita y tomarnos un café, algo tan típico de aquí, y que si no has nacido en Málaga, se convierte en un infierno a la hora de pedirlo.

Esta bebida, compuesta en un 90% de agua, es muy sencilla, económica y un imprescindible en los desayunos y conversaciones de tarde. En España, somos cafeteros declarados, consumiendo alrededor de 14.000 millones de café al año. Sabiendo esto, ¿preparamos bien el café? Aunque, como te hemos explicado anteriormente, realizarlo es muy fácil, no siempre se utiliza la técnica adecuada. Hoy, te traemos trucos muy fáciles para que puedas elaborar tu propio café en casa.

Elegir la mejor materia prima

Lo primero que se debe tener en cuenta al elaborar un café es la materia prima de este, es decir, el propio café y el agua. Lo ideal es utilizar agua de mineralización débil, para que su sabor sea lo más neutro posible. Por otro lado, el componente principal, el café, debe ser de buena calidad para que su sabor sea irresistible. Hay muchísimas variedades distintas de café, pero las más conocidas son arábica y robusta. El arábica, por su parte, proporciona un sabor más suave y afrutado, mientras que los robustas, son algo más amargos, con un sabor más fuerte, y concentran una mayor cantidad de cafeína.

Eso sí, se debe evitar el torrefacto, consumido por su sabor más fuerte y, porque se cree, que contiene una mayor cantidad de cafeína. Su sabor se debe a que uno de sus compuestos principales es el azúcar, que al calentarlo se quema y destroza las propiedades del café.

 Utiliza café en grano

Si dispones de tiempo suficiente, te recomendamos que compres granos de café y que los muelas tú mismo en casa, créenos, la diferencia se nota. Para ello, puedes utilizar una cafetera automática, un molinillo, o bien, machacarlo de forma manual.

El café comienza a liberar sus aromas y a perder sabor a instantes de ser molido, por ello, el café procesado y molido que venden en los supermercados es de menor calidad, ya que con los días se pierde su verdadera esencia.

El café no tiene fecha de caducidad, pero es necesario conocer la fecha de tueste. Te recomendamos, además, tener en cuenta su conservación, así como protegerlo de la atmósfera del aire y la luz, para asegurarte de que no pierde su sabor y poder disfrutar de un intenso y rico café.

Y si prefieres el café con leche…

Las personas que no son amantes de los sabores fuertes, suelen tomar su café mezclándolo con leche. Si tú eres una de ellas ¡presta atención! Abajo te dejamos unos truquitos para sacar el máximo partido a tu café.

¿Qué leche es mejor utilizar? La respuesta es sencilla, la leche fresca, ya que la que está muy tratada pierde el dulzor y la naturalidad, sin embargo, no te preocupes si no tienes leche fresca en casa, ya que con cualquiera servirá, incluso puedes realizar tu café con leche de avena o de almendra, que le aportará a tu combinación un sabor muy especial

Ahora que ya sabes que ingredientes utilizar, ¡Es hora de ponerse manos a la obra!, ¡Vamos allá!

Cómo elaborarlo:

1.-Calienta el agua o la leche, sin que llegue a hervir

Uno de los errores más comunes al elaborar un café es la prisa. Deja calentar con calma la leche o el agua, pero sin que esta llegue a hervir. ¿Cómo saber cuándo retirarlo del fuego? Tranquilo, es muy fácil; cuando empiecen a salirle burbujas al líquido ya sabrás que es el momento de dejar de calentarlo. ¿Ves? Es muy sencillo.

2.-Coloca el café en el filtro

Coloca el filtro con el café y cierra la cafetera usando un trapo, para así evitar daños innecesarios. Llena el filtro del café hasta el borde, pero sin aplastarlo, y haz un agujero en el centro que coincida con el tubo de la cafetera, para obtener una mezcla más cremosa.

Cuando el filtro y el café se encuentren en su sitio, enrosca y deja la tapa de la cafetera abierta, ya que si está cerrada limitará el sabor del café y vuélvela a poner en el fuego. Cuando el café empiece a salir, cierra la tapa y aparta la cafetera del fuego.

3.-Déjalo reposar

Una vez que ya esté elaborado, deja la mezcla reposar durante un minuto para que se asiente el café. Ahora sí, ¡es el momento de disfrutar de tu taza de café!

Y tú, ¿Qué trucos utilizas para hacer el café? ¡Cuéntanos!

Autora del artículo: Amanda Pinto