5 formas de hidratar la piel

¿Tú también has notado últimamente tu piel seca y deshidratada? Es normal, la bajada de las temperaturas y la cantidad de horas que pasamos con la mascarilla puesta pueden acabar haciendo estragos en nuestra piel. Pero, ¡que no cunda el pánico! Hay mil formas de evitar el daño y en este artículo te las explicamos todas.

La sequedad en la piel provocada por el cambio de temperatura puede llegar a causar descamaciones y grietas muy molestas, mientras que para muchas personas el uso prolongado de la mascarilla ha causado el (re)surgimiento del acné. Son malos tiempos para el cuidado de la piel, pero no te agobies. Ahí van algunos consejos que puede que te ayuden a mantenerla sana, limpia e hidratada:

1. Bebe mucha agua

Que sí, que es lo típico. Pero permítenos que insistamos en ello porque es muy importante.

Entre el 15% y el 20% del agua de nuestro organismo se encuentra en la piel, un porcentaje que además va disminuyendo con la edad.

La forma más eficaz para hidratar la piel seca y mantener un rostro saludable es beber hasta un litro y medio de agua al día, con ello conseguiremos evitar la sequedad y devolver la elasticidad y la luminosidad a nuestro rostro.

Comer mucha fruta y llevar una dieta equilibrada es también un paso fundamental para lucir una tez limpia e hidratada. En concreto consumir alimentos ricos en omega 3, como el pescado azul, las nueces o las semillas de chía, es una de las mejores formas para hidratar un rostro seco y evitar la aparición de rojeces gracias a su efecto antiinflamatorio.

2. Limpia tu rostro a diario

Crea la rutina diaria facial que mejor se adapte a las características de tu rostro y recuerda cumplir con ella a diario. No vale con cualquier tipo de jabón, es necesario que encuentres un gel limpiador específico para tu tipo de piel, según si la tienes seca, mixta o grasa.

¿Un consejo? Prioriza los geles de fabricación natural por delante de aquellos con compuestos químicos y apuesta por un limpiador facial antibacteriano los días en los que el acné te golpee, notarás la diferencia.

Ah, y no olvides que completar tu rutina con un tónico y una crema hidratante de uso diario es fundamental.

3. Desmaquíllate bien (pero de manera suave)

Si no puedes pasar sin el maquillaje, recuerda que es muy importante retirar a diario los restos de sebo, suciedad, polución, productos aplicados y las propias células muertas. Sí, sí, por eso algo que no puede faltar en tu rutina es un buen desmaquillante, que sea suave con tu piel y, a ser posible, natural. ¿Has usado alguna vez las esponjas vegetales? Son mucho más ecológicas que las clásicas toallitas desmaquillantes y más sanas que los tónicos con compuestos químicos, ¡te las recomendamos!

4. Baja la temperatura del agua

¿Eres de quienes necesitan que el grifo emita vapor? Sentimos decirte que someter nuestro rostro a los vapores del agua hirviendo afecta a los aceites que la mantienen hidratada y, a la larga, puede provocar sequedad. Por muy tentadora que pueda parecer la ducha caliente en invierno, te aconsejamos que bajes la temperatura a templada y, por supuesto, que no pases más tiempo del estrictamente necesario bajo el agua.

5. Usa mascarilla una vez a la semana

Sí, pero no la que usamos a diario para salir a la calle, nos referimos a la gran cantidad de mascarillas faciales que pueden devolver a tu rostro el equilibrio que ha perdido. Algunas ejercen de protección hacia el cutis, dotándolo de hidratación y nutrición; otras limpian con profundad el rostro; y una gran mayoría poseen efectos energizantes y antifatiga. Pero, recuerda, ¡no todo vale! Busca la que mejor se adapte a las necesidades de tu piel.

También es fundamental que protejas tu rostro del sol. Ahora que llega el invierno, quizá no lo necesites tanto, pero nosotros te lo recordamos para cuando vuelvan a pegar fuerte los rayos UV que pueden provocar rojeces, sequedad y manchas en la piel. Por eso aplícate crema solar cada vez que salgas a la calle.

Si con todo ello problemas como la piel seca o la aparición de acné persisten de manera prolongada, te recomendamos que asistas a un dermatólogo. No se trata de belleza, se trata de salud. ¿Y tú? ¿Cumples con los puntos que te detallamos en el artículo? ¡Cuéntanoslo!

Autora del artículo: Ana Eva Jiménez