Restaurante Veracruz, un pequeño rincón mexicano en Ciudad Jardín
Pepe y María son un matrimonio malagueño que al principio de los 2000 tenían una situación económica bastante complicada. A ambos les costaba bastante encontrar trabajo, hasta que María se hizo friega platos de un restaurante mexicano en Nueva Málaga. Pepe vio la oportunidad de hacerse socio del dueño, y abrieron un nuevo local al lado para llevar la comida a domicilio. Sin embargo, este proyecto no funcionó por problemas entre los tres socios y decidieron emprender un nuevo camino, abrir su propio restaurante. Hoy Pepe ha venido a Ciudad con Alma a contarnos cómo hace 19 años comenzaron con ilusión un proyecto en el que, aunque con miedo, pusieron toda su ilusión y se lanzaron a la piscina.
El 14 de septiembre del 2001 Pepe y María abrían en un pequeño local de Ciudad Jardín el restaurante de Veracruz. Ayudados por su cuñada, quien les aportó un lugar de manera gratuita al principio y también los materiales para la obra, y habiendo aprendido de su experiencia anterior en el restaurante mexicano, abrieron sus puertas y enseguida el barrio se hizo eco de este lugar. Para Pepe, el alma de este restaurante siempre ha sido su esposa, quien aprendió la cocina típica mexicana en su anterior trabajo y quien aportó su toque propio, diferenciándose así del resto y haciendo aún más atrayente su restaurante.
Pero, aun siendo la calidad de su comida un gran referente de por qué este pequeño restaurante se fue haciendo tan conocido en Málaga, también el trato que recibe el cliente es una de las claves por las que la gente decide volver a este sitio. Pues para su dueño, es importante que las personas que van a comer allí se sientan como en casa, en un ambiente familiar, y que disfruten con la misma ilusión que él tiene por su restaurante. Además, todo es comida casera, hecha diariamente con mucho mimo y en una cocina abierta donde los clientes pueden ver cómo se hace todo.
Después de 19 años, han ocurrido muchas cosas en este restaurante que levantó este matrimonio malagueño de la nada. Después de quince años trabajando “a piñón” los dos, solo descansando los lunes, con constancia, los problemas se fueron acumulando. No siempre es plato de buen gusto trabajar con la familia, pues al final los problemas de casa se llevan al trabajo y viceversa, sus camareras comenzaron a llamarlos de forma graciosa “los Pimpinela”. Esto cambió cuando, después de tantos años de trabajo, su mujer desarrolló una tendinitis en las manos, ya que el tener que transportar cada día varias ollas de unos 20 kilos acabó pasándole factura. Tuvo que darse de baja y es ahí cuando entra a trabajar el hermano pequeño de Pepe.
Santi había estudiado hostelería en Benalmádena y contaba con una gran formación a sus espaldas, además, Pepe destaca su arte y su gracia, asegurando que eso trajo un aire completamente renovado al restaurante. Instruido por María, su hermano se comenzó a hacer cargo de la cocina, y todo tomó un rumbo nuevo. “Después de esos 15 años nos habíamos planteado tirar la toalla, cambiar de negocio o trabajar por cuenta ajena. Mi hermano entró a la cocina y eso nos revolucionó, nos dio de nuevo la ilusión y las ganas de seguir”, nos contaba el dueño del restaurante.
Empezaron él, su mujer y una camarera, ahora cuentan con una plantilla de seis trabajadores, y todo un local lleno cada vez que abren las puertas. Ni siquiera la pandemia ha podido apagar sus ánimos, pues, aunque tuvieron que cerrar, el 13 de mayo volvieron a las andadas con el servicio de comida a domicilio en las grandes plataformas, pasando esto de ser el 15% de su facturación a convertirse en casi el 50%. A mediados de junio, volvieron los clientes al restaurante y se volvió a llenar de vida. Sin duda, Pepe reconoce que el éxito se debe a la confianza que estos depositan en ellos y a que están teniendo mucho cuidado siguiendo todas las medidas necesarias para que comer allí sea seguro tanto para los clientes como para los empleados.
Y cuando le decimos que qué le diría a aquellas personas que aún no conocen su restaurante para animarlos a ir, nos confiesa que se le da “muy malamente eso de verderse”. Pero que sin duda lo que premia es la calidad precio, pues puedes irte “bien comido” por menos de diez euros por cabeza, así como el trato y el ambiente que hay en el restaurante. Y como recomendación especial suya, algo que no se puede perder nadie que va a Veracruz a comer son los nachos con queso y chili. Ellos preparan una mezcla de quesos especial que se funde al contacto con el chili casero, preparado con muchas especias que combinan a la perfección. Tanto gusta este plato que al cabo de un mes pueden llegar a vender unos 900 nachos con chili y queso.
Cuando hablamos de futuro Pepe lo tiene claro, él quiere seguir con su restaurante hasta que ya las fuerzas no le den para más. Pero no habla de ampliarlo, ni de crear franquicias, porque a él le gusta tal y como está y le funciona bien, puede vivir tranquilo con lo que tiene y eso le es suficiente. Han sobrevivido a una crisis, a todos los problemas, y ahora están pasando esta con nota, con un restaurante tan pequeñito han conseguido hacerse un hueco en el mercado gastronómico malagueño y espera seguir 20 años más.
Cómo llegar
Web: Restaurante Veracruz
Dirección: Alcalde Nicolás Maroto, 6 – local 3
Teléfono para pedidos (recoger en local) y reservas: 650738528
Autora de la entrevista: Noelia Ruiz
Que casualidad, he estado un par de veces en el restaurante, la última antes del confinamiento y tanto la atención del personal como la comida fueron excelentes, y el ambiente es muy bueno.
Yo estuve hace un par de años por recomendación de un primo mío y la verdad que nos lo pasamos muy bien, porque además de comer estupendamente lo pasamos genial porque el ambiente que tienen está muy bien y muy familiar
Pues tomo nota, será cuestión de ir y disfrutar de un buena comida mexicana!!!
Gran historia de trabajo y esfuerzo, felicidades!!
Este es el fruto de la constancia y del buen hacer, sobre todo en hostelería que es una profesión complicada, porque como no trabajes bien, te hundes y esta familia si lleva tanto años ahí es porque mima su negocio día a día. Enhorabuena 🙂
La ilusión y las ganas de mejorar día a día es la base de cualquier negocio y esta familia por lo visto lo lleva en la sangre, así que a seguir en esa linea
Las cosas bien hechas siempre, siempre dan su fruto.
Y después de leer los comentarios, es indispensable hacer una visita.
Un negocio que se ha hecho así mismo con el trabajo y el tezón diario de los propietarios, Enhorabuena!!
Yo y mi pareja hemos ido en varias ocasiones y corroboro lo dicho anteriormente, si quieres pasar un rato agradable y comer bien y en cantidad a un buen precio, aquí lo conseguirás.
Me han entrado unas ganas de comer comida mexicana que ni os cuento….jejejeje…..seguro que iré
Grande esta gente de restaurante Veracruz, y sus comidas de muerte, felicidades por vuestra profesionalidad, y vuestro bien hacer ,nos vemos muy pronto tocayo
Muy buenas a todos. Soy Pepe, la mitad del restaurante. Me gustaría, a todos los que nos apoyáis con vuestra visita y vuestros comentarios, daros las gracias de todo corazón. Si hemos llegado hasta aquí ha sido solamente gracias a vosotros. Sois los que nos dais fuerza y nos hacéis superarnos dia a dia para daros lo mejor de nosotros. Y a los que no habéis estado en Veracruz, os esperamos con los brazos abiertos.
Y no quiero olvidarme del artífice de este articulo, muchas gracias por todo, Jesús. Y a ti, Noelia, que en el rato que estuvimos hablando, supiste entrever algunas cosas que han hecho de tu artículo algo muy bonito y entrañable. Muchas gracias, de verdad, has sabido reflejar el alma del restaurante con unas palabras que me han emocionado. MUCHAS GRACIAS, en mayúsculas.
Gracias a ti y a María por ser dos personas muy entrañables y luchadoras, que se hacen de querer. Sois muy grandes pareja!!!!
Me gusto mucho ir a conocerlos fue una experiencia fantástica pero puede notar que hay pequeños lugares afectados por el agua les recomiendo utilizar materiales impermeables como pinturas así esos problemas.