El efecto emocional y subliminal de los colores
Intuimos que los colores se relacionan con cualidades y sentimientos, pero estas asociaciones no son accidentales, ni una cuestión de gusto sino experiencias culturales universales profundamente arraigadas en la mente y en el lenguaje a través del simbolismo y la tradición. Ningún color carece de significado puesto que el contexto determina su efecto, es decir la conexión de significados en que es percibido, las estadísticas han testado ampliamente estas percepciones.
Para minimizar tiempo y esfuerzo las personas que trabajan con colores deben conocer el efecto que estos producen en los demás, incorporando conocimientos que aventajen a la mera intuición. Para equilibrar factores que fomentan la creatividad, como el talento, las influencias externas y los conocimientos adquiridos. Hay más emociones que colores por lo que los efectos pueden variar o ser a menudo contradictorios, actuando de distinto modo según el acorde cromático o la combinación. Un acorde cromático es una asociación frecuentemente vinculada a un efecto particular, que forman un todo inconfundible y determina al color principal.
La teoría del color de Goethe y los diferentes análisis caracterológicos de la psicología profunda, apuntan tanto a teorías basadas en las asociaciones lingüísticas como a significados naturales. Aunque la supuesta inarmonía de la combinación verde y azul defendida por él, no parece disponer de una base lógica, sino supuestos culturales. Tanto la cromoterapia como la manipulación subliminal, lejos de las atribuciones mágicas han sido objeto del interés científico.
El azul sigue siendo el favorito de 45% de los encuestados, es el color de las buenas cualidades simpatía, armonía, fidelidad, pese a ser frío y distante. Asociado tanto a los sentimientos verdaderos, la femineidad y las virtudes espirituales, como a las cualidades intelectuales masculinas, considerado el más estimulante en los espacios de trabajo. Existen más de 111 tonos de azul, algunos muy populares y otros habituales entre los artistas.
El rojo es el color de la pasión, del amor y el odio, de los reyes y el comunismo, de la alegría y el peligro, la agresividad, la guerra, Aries y Escorpión. Existen 105 tonos de rojo y es la denominación cromática más antigua, la primera que viene a nuestra mente y a la vista humana. El favorito del 12% de los encuestados y de los más jóvenes, despertando más interés culinario que creativo. A nivel simbólico remite al fuego y la sangre impregnándolo de un significado existencial. Su omnipresencia en la publicidad lo vuelve molesto y aversivo. Es indicativo de dinamismo, corrección, control y justicia. Pero junto al negro denota peligro o prohibición, en teoría eleva la presión arterial por lo que podría volvernos más agresivos.
El amarillo es el color más contradictorio el favorito del 6% de los encuestados, irradia optimismo y diversión, favorece el entendimiento, representa al verano y en su lado oscuro es el color de los celos, la traición y la deshonra, el oro y el azufre. Representa la luz, la iluminación, la madurez y el amor sensual, remite al gusto ácido y la forma aguda e indica advertencia. Han sido reconocidos hasta 115 tonos de amarillo. Van Gogh pintó sus girasoles con amarillo cromo, más barato que el cadmio.
El verde es el color de la fertilidad, la esperanza, la inmadurez y la juventud, a la par que, de la burguesía, la naturaleza y lo natural. Es el color intermedio, de la vida y de la salud, de lo sagrado y lo venenoso, del amor incipiente, Venus y Tauro. Con una gama de 100 tonos reconocidos, es el favorito de entre el 15 y el 16% de los encuestados hasta los 25 años, edad en que los colores apagados pierden en favor de aquellos que se asocian a la juventud. Masculino o femenino según la cultura, asociado a la liturgia o a lo monstruoso. Es el color de la primavera y de las plantas de las que hereda su cualidad tranquilizadora, remitiendo a la libertad a los irlandeses y jugando un importante papel en la ordenación viaria debido a su simbolismo.
Entre los menos predilectos para los encuestados están el negro, el color del poder, la violencia, evoca sofisticación, elegancia, seguridad emocional, sustancia y eficacia. A la par que opresión, frialdad, amenaza y pesadez. El gris evoca desde el punto de vista positivo neutralidad psicológica pero también falta de seguridad, desaliento, depresión, hibernación y falta de energía. El marrón es tanto serio, natural y cálido como evocador de la confianza, el apoyo y la practicidad. Aunque en su aspecto negativo refiere a la falta de humor, pesadez y falta de sofisticación. El violeta es el color de la conciencia espiritual, la contención, visión, lujo, autenticidad, verdad y calidad. Mientras que en su lado oscuro remite a la introversión, decadencia, supresión e inferioridad. Se dice del turquesa que es el color verdadero del universo y de su mística, relacionándose con la alegría, generosidad, riqueza y expansión.
Autora del artículo: Alicia Tenorio
Aunque parezca que no pero los colores influyen y mucho en nuestra vida
Efectivamente Noemí, los colores y nuestro estado de ánimo van de la mano, el porqué pues no lo sé, pero que es así, seguro!!