Cinco puntos para ser un buen vecino
Los vecinos son esas personas que pocas veces nos caen bien, muchos son ruidosos, bordes, molestos… Pero la mayoría de las veces solo vemos la paja en el ojo ajeno y no nos damos cuenta de que nosotros también tenemos algunas actitudes con ellos que dejan mucho que desear. Por eso, os dejamos esta lista de cinco puntos básicos que, si todos respetásemos, viviríamos mejor y sin vecinos molestos.
-
El ruido
El ruido es el problema más extendido en el tema vecinos, da igual si vives en una casa unifamiliar o en un bloque de pisos, todos tenemos a ese vecino que no deja de hacer ruido, ya sea de música o de una conversación tan alta que todos sabemos ya con quién se va a casar su prima la del pueblo de al lado (basado en hechos reales).
Es mucho más sencillo de lo que pensamos respetar el descanso de todos, pero sobretodo debemos tener en cuenta que el ruido no sólo molesta por las noches. La gente que estudia o trabaja en casa es la que más suele sufrir de estos problemas. La próxima vez que vayas a poner música, a invitar a gente a casa o a hacer cualquier actividad que suponga hacer más ruido de lo habitual, debemos pensar en si podemos bajar un poco los decibelios, haciendo que ese momento tan molesto se vea algo reducido. No decimos que no puedas oír música, pero quizá el volumen que tenemos puede ser más bajo, disfrutando nosotros y haciendo felices al vecino de enfrente.
-
Sé amable
Aunque seas la persona más borde del mundo o tengas un mal día, tus vecinos no tienen que pagar por ello. A todos nos resulta agradable que, cuando nos encontramos a un vecino en el descansillo, recogiendo el correo o subiendo en el ascensor, nos dedique un “buenos días” o un “madre mía cómo está el tiempo”. No tratamos de establecer lazos de amistad con ellos, aunque a veces pueda llegar a ocurrir, pero a todos nos hará la convivencia más sencilla el tratar con amabilidad a las personas que viven a nuestro alrededor. Así, cuando hagan ruido de más, podemos quejarnos sin quedar mal, menuda ventaja, ¿no?
-
Cierra la puerta
Esto parece algo que es de cajón, pero que a todos se nos ha olvidado alguna vez y justo puede ocurrir una desgracia. Si vivimos en un bloque de pisos, el cuidado de las zonas comunes es algo que nos incumbe a todos, pero también la seguridad del resto del vecindario. El simple gesto de dejar las puertas comunes abiertas puede hacer que ocurran cosas como que por ejemplo entre un atracador a esperar a que pase algún vecino para robarle.
Para evitar esto, solo nos tenemos que asegurar de que la puerta quede bien cerrada. Además de no olvidarnos que, si al bajar la basura o cualquier cosa ensuciamos las zonas comunes, deberíamos usar el sentido común y limpiarlas.
-
No invadas el espacio de los demás
Y nos referimos, en su mayoría, al estacionamiento. Y no sólo cuando vivimos en un bloque de pisos con garaje, donde es muy común encontrarse el coche del vecino mal aparcado, dificultándonos a nosotros esta acción. Sino también cuando vivimos en un pueblo pequeño y estacionamos justo en la puerta de nuestro vecino. Es verdad que algunas veces quizá no quede más remedio, pero seguro que a nadie le divierte llegar a casa con el maletero lleno de bolsas de la compra y ver que el aparcamiento de su puerta está ocupado. Al igual ocurre con la entrada a un garaje, debemos tener en cuenta si bloqueamos o dificultamos la entrada y salida de coches. De esta forma, no sólo nuestros vecinos aparcarán mejor, sino que también nos ayudará a nosotros.
-
Mascotas y niños
Todos adoramos a nuestras mascotas e hijos, pero quizá los demás no tanto. Si tenemos animales o niños en casa es normal que a veces sean un poco más escandalosos de la cuenta, pero debemos educarles para que eso no se convierta en un problema que ocurre a diario. Sobre todo, con los perros, cuando son pequeños no podemos permitirles algunos comportamientos para que, al crecer, no se conviertan en el pan de cada día, como puede ser ladrar en casa por cualquier motivo, gruñir a los otros vecinos, hacer las necesidades donde no deben…
Si todos cumplimos con estos cinco sencillos puntos, nuestra relación con los vecinos y nuestra calidad de vida serán mucho mejores. Y aunque hemos puesto puntos que seguro que todos habéis vivido en vuestro día a día, queremos que dejéis en los comentarios aquellas cosas que hacen vuestros vecinos que os molestan tanto. No se trata de señalar a nadie, sino de que todos podamos ponernos en el lugar de los demás y darnos cuenta de que quizá no estamos haciendo las cosas tan bien como pensábamos.
Autora del artículo: Noelia Ruiz
Voy a copiar el enlace del artículo y lo voy a pegar en el ascensor a ver si el vecino del 3º se da por enterado, vaya tela tiene la pareja, tiene a la comunidad negra, y da igual las veces que se hable con ellos, son unos insociables
Como te entiendo Magda, nosotros hace un par de años tuvimos unos vecinos iguales y vaya tela la que liaban todos los días, sin importarles lo más mínimo el resto, por suerte y después de muchas peleas se marcharon y vaya descanso nos quedó.
Es que con lo que vale un piso, que es una inversión para toda la vida, te tocan unos prendas de este calibre y te quieres morir, nosotros de momento en nuestra comunidad no tenemos ese problema, por suerte, somos gente muy apañá
Exacto Carlos, te pasa eso y no veas el historión, por eso una de las ventajas de vivir de alquiler, es que es un momento dado, coges y te mudas, porque este tipo de personas no entran en razón por más que se intente dialogar con ellos.
En los.pueblos pequeños tenemos ventajas e inconvenientes, las ventajas, que los vecinos son muy sociables y si te hace falta algo ahí están, nos intercambiamos los frutos que da el campo…. Pero ahora, como te toque el loco de las chupazas vas apañada, por no ir más lejos, anoche a las doce y cuarto estaba uno con el taladro- guarrito, guarrito el taladro jaja que daban ganas de cantar la canción de Martirio: ¡Ay qué hartura, Dios mío,
riapitá, mira que me voy a la calle a pegar chillíos…!
Yo hace años tuve también una muy mala experiencia con un vecino del bloque y eso no se lo deseo ni al peor de mis enemigos, que amargura, al final me tuve que mudar
Vivir en comunidad no es nada sencillo, puesto que uno debe de saber dar y recibir para que la cordialidad sea la nota predominante y este equilibrio muchas personas no lo entienden.
El tema de las comunidades y los vecinos es para estar hablando de ello largo y tendido porque se escucha cada cosa por ahí que no te lo acabas de creer. Nosotros donde vivimos es un bloque pequeñito, solo somos 8 vecinos, y nos llevamos muy bien, gracias a Dios.