Cinco trucos sencillos para salir perfectos en las fotos

Muchos días nos arreglamos, nos miramos en el espejo y nos vemos estupendos, pero luego vemos las fotos de ese día y nos preguntamos si la cámara nos odia. No salimos para nada igual de guapos y guapas que cuando nos veíamos en el espejo, y no es que este nos mienta, es que la mayoría nos sentimos incómodos ante la cámara y eso influye en nuestro aspecto. Por eso hoy os vamos a dar algunos trucos infalibles que harán que las cámaras os adoren y que salgáis perfectos y perfectas en las fotos.

1. Se acabaron las sonrisas

Sí, como lo oís, las sonrisas son nuestro peor enemigo en las fotografías. Sacar todos nuestros dientes, por blancos y bonitos que los tengamos, hace que todos nuestros defectos salgan a relucir: patas de gallo, ojeras, arrugas… Por eso tenemos que practicar a sonreír con los ojos, para eso podemos ponernos ante el espejo pensando en cosas divertidas y ver como nuestra boca sigue el curso natural de esa emoción.

Y, por supuesto, se acabó decir patata en las fotos, si queremos una foto divertida, con caras extrañas y graciosas está bien, pero decir patata es algo que no favorece a nadie, debemos aceptarlo.

2. Relajación y pose

Solo hace falta ver algunas alfombras rojas para darnos cuenta de que hay una pose estrella que todo el mundo conoce: el cuerpo girado ligeramente, el codo algo separado del costado, dejamos caer el peso sobre una cadera y no juntamos las piernas. Puede parecer difícil de imaginar, pero el truco infalible está en relajarnos y que no se nos tense todo el cuerpo cuando veamos a alguien sacar una cámara. Si estamos relajados y llevamos esta pose practicada de casa, todo va a ir mucho mejor.

Y como sabemos que para algunos es inevitable el ponerse tenso inconscientemente, os vamos a contar qué tenéis que hacer para relajaros. Nos concentramos en un punto de nuestro cuerpo, puede ser una mano, un dedo, cualquier cosa, y tenemos que intentar que se relaje, casi dejar esa zona “muerta”, el resto del cuerpo se irá relajando por inercia.

También debemos conocer nuestro lado bueno, todos tenemos uno, es cuestión de analizar nuestras fotos y elegir de qué forma nos vemos mejor.

Ahora, relajados y con nuestra pose practicada, parecerá que estamos en la gala de los Goya, fabulosos y fabulosas en todas nuestras fotos.

3. La luz es nuestra mejor amiga

Creo que aquí no estamos descubriendo nada nuevo, las mejores fotos son siempre las más iluminadas. Tenemos que dejar atrás las fotos en zonas poco iluminadas o a contraluz, puede parecer obvio, pero seguro que todos los que estáis leyendo esto tenéis una foto a contraluz. Así que, a no ser que busquemos una foto artística y seamos todos unos profesionales de la fotografía, debemos buscar el mejor punto de luz para que nuestra piel luzca perfecta. Nunca debe ser una luz directa, podemos aprovechar la iluminación de una ventana o si estamos en el exterior y hace un día soleado podemos buscar un lugar entre sol y sombra para jugar con la iluminación.

Este truco es perfecto para los selfies, el maquillaje no es necesario si tenemos una buena ventana por la que entre algunos rayos de sol que harán que nuestra piel parezca de porcelana. ¿Quién necesita botox ahora?

4. No más hacer el símbolo de la paz o poner cuernos con los dedos

Es divertido hacer tonterías con las manos, reconozco que soy la primera que cuando no sabe qué hacer levanta dos dedos en las fotos. Pero si queremos salir realmente bien y tener fotos impresionantes, debemos quitar el automático y tratar que nuestras manos tomen una pose lo más natural posible.

Quizá este sea el truco más complicado de llevar a cabo, sobre todo cuando te hacen una foto de cuerpo entero. Por eso tenemos que tener muy en cuenta el paso de relajarnos, así nuestras manos no saldrán agarrotadas y nos destrozarán todo el esfuerzo por salir bien en las fotos. El truco más sencillo es aparecer sujetando un bolso y meter la otra mano en un bolsillo de forma delicada, así las tendremos ocupadas y no harán de las suyas queriendo poner unos cuernos a nuestro amigo que está al lado.

5. Práctica, práctica y más práctica

La belleza es algo subjetivo, lo que no es subjetivo es ser o no fotogénico. Pero no todos nacemos con ese don, por suerte es algo que se puede aprender. Sí, todos podemos parecer unas estrellas de cine en nuestras fotos del día a día si practicamos. No hace falta que nos lo tomemos como algo a lo que fuésemos a dedicar toda nuestra vida, pero en esos momentos de aburrimiento, siempre podemos colocarnos ante un espejo y practicar poses en las que mejor nos vemos, tratar de ser más naturales, tener una expresión facial relajada y sonreír con los ojos… En resumen, practicar todo lo que hemos dicho antes para que en el momento en el que alguien saque una cámara podamos parecer todos unos profesionales del modelaje y tener las mejores fotos siempre.

Y esto es todo, una vez que pongáis en práctica estos trucos, veréis cómo empezáis a veros mejor en las fotos y todos os preguntarán si alguna vez habéis sido modelos. Se acabó el tener que elegir entre treinta fotos cuál es en la que salimos “menos mal”, venga, todo el mundo a practicar delante del espejo.

Autora del artículo: Noelia Ruiz