Trucos para superar una entrevista de trabajo
Como periodista puedo decir que las entrevistas son algo que ponen muy nervioso a casi todo el mundo. Da igual si eres famoso y estás acostumbrado, el hecho de desconocer de qué se va a hablar, qué te van a preguntar, pone nervioso a cualquiera. Lo mismo nos ocurre cuando se trata de una entrevista de trabajo, sobre todo por lo que nos estamos jugando en esto. Pero podemos prepararnos para que esto no ocurra, para que la entrevista sea todo un éxito y tengamos más posibilidades de conseguir el puesto de trabajo.
Por eso hoy os traemos algunos trucos que podéis seguir para que vuestra entrevista de trabajo sea todo un éxito, y no un martirio por los nervios que nos produce.
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Estudiar
Da igual qué estudios tengas y para qué sea el puesto, lo primordial antes de una entrevista es estudiárnosla. ¿Y a que nos referimos con esto? A que debemos conocer de primera mano el máximo posible sobre la empresa y el puesto de trabajo para el que te estás presentando.
Primero nos servirá para saber si realmente queremos optar a ese puesto, y, por otro lado, nos ayudará a la hora de entablar conversación con el entrevistador y a responder a algunas de sus preguntas: “¿Por qué te gustaría trabajar en esta empresa?”
Llegar a un nuevo puesto de trabajo y desconocer qué tipos de servicios o productos ofrecen, cuál es su mercado, los nuevos proyectos que tienen en marcha, puede significar nuestra eliminación automática.
Pero no solo debemos conocer a la empresa, es importante que nos conozcamos también a nosotros mismos. Y diréis que menuda chorrada, quién nos va a conocer mejor a nosotros que nosotros mismos. Estamos hablando de nuestro currículum.
El entrevistador siempre va a encontrar una laguna en él, le surgirán dudas y debemos tener respuestas razonables para ello. Como, por ejemplo, por qué empezamos la carrera cuando habíamos cumplido los 20 años y no los 18; por qué dejamos el anterior trabajo tan pronto; o por qué llevamos un año sin trabajar. Una buena respuesta, que no parezca elaborada previamente, nos salvará de un apuro, pero para ello debemos conocer lo que hemos puesto en nuestro currículum
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Practicar
Después del estudio viene la práctica, esto siempre ha sido así y en esta ocasión no iba a ser diferente. Y aunque una opción muy válida es practicar solos con una lista de preguntas que nos hayamos hecho a razón de nuestro currículum y las características de la empresa, lo mejor es que alguien nos entreviste.
Si otra persona nos entrevista, un amigo o familiar, estaremos en la misma situación de incertidumbre, solo que algo más relajados por la cercanía a esa persona. Las preguntas que nos lance han de ser lógicas y acordes con el puesto al que optamos, pero siempre diferentes, para que nunca esperemos cuál va a ser la entrevista y estemos preparados para responder a todo con seguridad.
Conocer nuestras fortalezas y debilidades nos ayudarán a la hora de responder, no basta con enumerarlas, tenemos que explicar por qué tenemos esas fortalezas y cómo nos enfrentamos a nuestras debilidades o cómo las superamos.
Cuando practiquemos, tendremos que tratar de dejar convencidos a nuestros amigos de que somos la mejor opción para el puesto. No solo por nuestras fortalezas, conocimientos y seguridad, sino también por el interés que demostramos y la pasión que tenemos por ese trabajo.
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Durante la entrevista
Una vez estudiado y practicado todo, toca poner toda la carne sobre el asador. La mayoría de las veces los nervios son inevitables, pero no podemos dejarnos vencer por ellos. Un té relajante, un poco de meditación, unos ejercicios de respiración… Cada cual ha de descubrir cuál es su mejor truco para calmar sus nervios, aunque a veces pueda ser casi imposible.
Una vez que estemos en la entrevista, debemos dejar como sea esos nervios de un lado y centrarnos en lo que nos preguntan. Quedaría muy mal hacer repetir la pregunta al entrevistador porque no hemos estado atentos. Así mismo, no debemos interrumpir, hay que dejar que acabe la pregunta y luego tendremos nuestro tiempo para responder. Importante también no distraernos con objetos de la oficina, mantener el contacto visual y mostrar interés por lo que se nos pregunta también es relevante para la entrevista.
El lenguaje no verbal dice mucho de nosotros, así que debemos mantener la calma en la medida de lo posible. Ellos saben que vamos a estar nerviosos, por lo que no es un agravante para no conseguir el puesto, pero si con nuestro lenguaje corporal demostramos seguridad, tendremos mejores resultados. Una postura recta, sin cruzar brazos ni piernas y gesticulando lo necesario para reforzar nuestros argumentos.
Aunque todo esto no servirá de nada si no somos honestos y no decimos la verdad. Como siempre se dice, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, así que tened cuidado con eso de inflar los currículums o mentir sobre estudios o vivencias, las personas que nos entrevistan son profesionales y pueden notar nuestro nerviosismo al mentir.
Y después de la entrevista solo nos queda esperar, pero seguro que si seguís estos consejos os irá mejor que nunca y tendréis más posibilidades para optar a ese puesto. Muchas veces, aunque haya una persona algo mejor preparada, si se debaten entre ambas y has creado una buena primera impresión, es más probable que te elijan a ti. Así que ya sabéis, a estudiar, practicar y controlar esos nervios para conseguir el trabajo de vuestros sueños.
Autora del artículo: Noelia Ruiz
Por desgracia ahora va a venir una época donde estar bien preparado para una entrevista va a ser fundamental.
Como lo sabes Nuri, ahora llegan momentos complicados para el trabajo
Desde luego las expectativas no son nada halagüeñas y más de uno nos vemos haciendo de nuevo entrevistas de trabajo
Pues yo a pesar de todo lo que se está diciendo soy optimista y de esta saldremos más fortalecidos 🙂 🙂
Tiempos difíciles, grandes aprendizajes.
Tener varias salidas profesionales es para mí la solución a cualquier crisis.
Cuando falla una, te salva la otra.