Curiosidades de Málaga: El Paseo de los Curas

¿Cuántas veces hemos pasado caminando o en coche por el Paseo de los Curas de Málaga? ¿Sabíais que por ahí pasaba Don Alfredo en “El Camino de los Ingleses”? ¿Sabéis de dónde proviene el nombre? Hay un montón de curiosidades sobre Málaga que desconocemos, un gran misterio es el Paseo de los Curas, tan transitado, pero tan poco pensado por los malagueños que por allí pasan. Por eso queremos contaros algunas de las cosas más interesantes de esta calle de la capital.

Para hablar del Paseo de los Curas, tenemos que hablar del Parque de Málaga, o, como se conoce en Málaga: “Paseo del Parque”. Situado en el centro de la capital, su diseño corresponde a un jardín mediterráneo con numerosas especies tropicales y subtropicales, que lo convierten en uno de los más importantes parques públicos de Europa en lo que a flora exótica se refiere. Fue construido en el siglo XIX, en los terrenos que se ganó al mar para la ampliación del puerto.

El paseo fue trazado como una prolongación de la Alameda Principal, Antonio Cánovas del Castillo fue el que impulsó este ambicioso proyecto para ampliar el recinto portuario y conformar la estructura moderna que ha conservado hasta la actualidad. La plantación del parque comenzó en 1899, después de que veinte años atrás se fuera rellenando el terreno con los restos del derribo de las casas situadas en la falda sur de la Alcazaba. Para construir las escolleras de los nuevos diques del puerto, se utilizó el material procedente del monte El Morlaco, que tuvo que ser llevado en barcazas hasta el puerto y más tarde por tierra desde la cantera de Almellones, en el barrio de El Palo.

En nuestro parque, además de encontrar la arboleda y flora, existen rincones de estilo romántico y detalles de tipo regionalista como bancos de obra revestidos con azulejería sevillana; o distintos bustos y obeliscos en memoria de ilustres malagueños y personajes culturales importantes como Rubén Darío, Salvador Rueda o el pintor Antonio Muñoz Degrain.

Creo que casi ningún malagueño que se haya aventurado a entrar en el Parque y perderse por sus recovecos ha conseguido jamás descubrir todos los secretos que guarda. Porque cada día que vas, descubres un nuevo camino, una nueva fuente o una nueva escultura. Quizá sea magia, o quizá la frondosidad de sus plantas hagan que sus secretos queden ocultos, evitando que puedas verlos dos veces en tu vida. Sus 650 metros cuadrados hacen que el centro de Málaga se vea sumergido en un frondoso jardín mediterráneo que aporta vida a la ciudad.

Otro de sus rincones, o más bien su paseo del lado derecho, el más cercano al puerto, más visitados es el Paseo de los Curas. No solo se denomina así a lo que ahora es una ancha carretera que conecta el centro con la entrada a Málaga por el barrio de El Palo, sino también al largo paseo peatonal que pertenece al recinto del Parque de Málaga.

Pero esta calle tan transitada originalmente carecía de nombre, por lo que el origen del “Paseo de los Curas” se basa en la historia que allí queda viva. Los malagueños y malagueñas se basaron en el hecho cierto de que antaño los curas, aprovechando la cercanía de la Catedral, paseaban en meditación o lectura en las primeras horas de la tarde por ese recinto. Al final, la voz popular es lo que hace que la historia perdure, y es por eso que esta zona ha perdurado en el tiempo con ese nombre.

Y también es famosa, Málaga ha sido destino para numerosos rodajes, por ello no iba a ser menos nuestro Paseo de los Curas, y es que, nuestro querido Antonio Banderas, utilizó este enclave para su película “El camino de los ingleses”, siendo el recorrido habitual de Don Alfredo en su coche.

Ahora que conocemos un poco más de la historia del centro de Málaga, cada vez que pasemos por allí tendremos más consciencia de ella, sabiendo que paseamos por donde, hace ya muchos años, paseaban los curas de la catedral. Y vosotros, ¿cuántas veces habéis pasado por allí?

Autora del artículo: Noelia Ruiz