Malagueñas con alma: María Zambrano
La vida de María Zambrano está llena de luces y sombras, pero sin lugar a duda es una historia digna de ser conocida. María nació en Vélez-Málaga en 1904 y aunque solo pasó sus primeros cuatro años de vida en la ciudad malagueña fueron suficientes para vincularla de una forma mágica con Andalucía y su gente. Unos años más tarde nació su hermana Araceli que en palabras de la propia María fue el mejor regalo que le habían hecho jamás. Las dos crearon un vínculo que jamás se rompería, siempre mejores amigas.
Los padres de María eran profesores por lo que pasaron gran parte de su vida trasladándose de un lugar a otro, sin ahondar raíces en ningún sitio. La pequeña María era muy curiosa, quería saber el porqué de las cosas y este interés la llevaría a terminar estudiando años después filosofía.
Zambrano se trasladó a Madrid para cursar filosofía, asistía a clases de Ortega y Gasset o Zubiri, entre otros. La malagueña intentó en un primer instante seguir los pasos de su maestro, Ortega y Gasset, pero no terminó de brillar en este ámbito. María era especial y su obra tenía que ser transmitida con singularidad. La poesía fue la vía para canalizar su filosofía, dando lugar a la Razón Poética, tan característica de toda la obra de Zambrano. Nadie más antes se planteó aunar estos dos conceptos para que pudieran convivir de una forma tan pura, la malagueña estaba destinada a crear algo único.
María Zambrano no era una joven más. Rompió con todos los estereotipos femeninos de la época: estudió filosofía, se vinculó con la política, apoyo la causa de la República y fue una clara reivindicadora de los derechos de las mujeres. Esta vinculación con la República fue lo que le llevo al exilio. Cuba, Italia, Francia, etc. una larga lista de destinos por los que la filósofa fue pasando a lo largo de su exilio. Tuvo la suerte de codearse con personajes de la talla de Antonio Machado, Luis Cernuda, Jorge Guillén o Lezama Lima.
El 20 de noviembre de 1984 bajaba del avión en Barajas una María de 80 años para poner el punto final a su largo exilio. Vuelve a un país del que según ella nunca se había ido, pero siendo una autentica desconocida entre los españoles. Incansable hasta el día de su fallecimiento, pasó los últimos años de su vida recitando nuevas obras para que salieran a la luz. Su último artículo publicado fue “Peligros de la Paz” en 1990 sobre el conflicto en el Golfo Pérsico.
Juan Gámez, exalcalde de Vélez-Málaga, entendió el carácter de la malagueña y se ofreció a ayudarla cuando más lo necesitó a través de la fundación que lleva su nombre. Ella devolvió el favor con los únicos bienes que poseía, su obra. La filosofa estaba llena de poesía y dulzura, una mujer llena de conocimiento que no tuvo el reconocimiento que merecía de su país hasta los últimos años de su vida.
María marcó un antes y después de toda una generación convirtiéndose en la primera mujer en recibir el Premio Cervantes en 1988, su mal estado de salud le impidió recoger personalmente su merecido premio.
La vida de María Zambrano terminó como empezó, en Vélez-Málaga. Fallece el 6 de febrero de 1991 en Madrid, pero fue trasladada a la ciudad malagueña. Sus retos reposan hoy día junto a su hermana Araceli, siempre juntas, debajo de la sombra de un limonero.
Autora del reportaje: Maria Maldonado
Esta mujer fue muy grande, es todo un icono.
Un ejemplo de lucha y valentía.
Enorme Maria!!!
Mujer adelantada a su tiempo y con una visión muy clara de lo que quería.
El mundo todavía necesita muchas María Zambrano, por desgracia, claro está.
María tenía una personalidad extraordinaria y eso la convirtió en una gran mujer.
María Zambrano es historia de nuestro país. Grandísima mujer con grandísimos valores.
Ya lo han dicho en uno de los comentarios, una mujer con una extraordinaria valentía y eso la llevó a convertirse en todo un referente.
Todo un ejemplo de mujer que sabía muy bien lo que quería y que luchó por ello.
Para mi está mujer fue todo una: LUCHADORA
Soy una admiradora de la obra de esta mujer.
Esta mujer le echó todo el valor del mundo en hacer lo que hizo en aquella época. Y eso le valió el respeto y admiración de tod@s.