Día Internacional del Niño: consejos para enseñar a nuestros hijos el valor de los bienes materiales
La crianza de los hijos se hace muchas veces cuesta arriba, sobre todo en la sociedad en la que nos movemos hoy día. El consumismo mueve el mundo y si no enseñamos a nuestros hijos a vivir con ello desde pequeños, quizás cuando sean más grandes será mucho más complicado.
La etapa del colegio es vital para niños y niñas a la hora de aprender a gestionar emociones y adquirir comportamientos. Uno de los escollos más difíciles para los padres son los juguetes. Los pequeños que son bombardeados continuamente por la publicidad siempre quieren más y más juguetes. ¿Cómo podemos educar a nuestros hijos para evitar estos deseos?
Uno de los primeros pasos a seguir sería criar a nuestros hijos en un ámbito de consumo responsable. Los niños son esponjas que absorben todos nuestros comportamientos. Si los adultos no nos limitamos a la hora de las compras y no podemos pedirles a los pequeños se controlen.
Los niños deben comprender que el afecto no se puede sustituir por bienes materiales. Además, en los últimos años con la llegada de internet la espera está desapareciendo de nuestras vidas. Aprender a ser pacientes y comprender que no se puede tener todo en el momento que se desea es vital para conocer el mundo en el que vivimos.
No podemos ofrecer un juguete a cambio de que cumplan sus tareas, porque asociaran los juguetes como recompensas y se trata de su obligación al igual que la del adulto es trabajar. Es más educativo recompensarles con más tiempo de juego en la calle con amigos o pasando un rato juntos viendo una película o jugando, entre otras cosas.
Inculcar el valor del dinero desde pequeñitos, con un lenguaje comprensible para ellos claro, hablar sin tabús de lo que cuesta conseguir el dinero y el valor que tiene. Enseñar a los peques de la casa que si quieres algo tienes que esforzarte para conseguirlo.
La respuesta más común de los niños ante un no es el enfado y la pataleta. En esas situaciones, es mejor dejar pasar un tiempo hasta que se le pase y una vez calmado hacerle entender que ese no era el momento apropiado para comprar un juguete. Si caemos una vez y cedemos, el niño va a saber que cada vez que tenga ese comportamiento se le terminará comprando lo que quiere.
El 20 de noviembre se celebra el día internacional del niño. La ONU recomendó destinar un día para promover el bienestar de niños y niñas con actividades sociales y culturales. Además de concienciar sobre los derechos fundamentales de los más pequeños, que al final son los más vulnerables.
Te proponemos un plan para que toda la familia paséis un buen rato, para hoy o cualquier día de la semana. Visita la Cueva de las Maravillas en el Rincón de la Victoria, este lugar mágico y lleno de encanto sorprenderá tanto a los más jóvenes como a los mayores. Además, la primera visita del día es gratuita ya que la Cueva de las Maravillas es un monumento Bien de Interés Cultural (BIC).
Autora del reportaje: Maria Maldonado
Eso es obligación de todos porque es cierto que se están perdiendo muchos valores.
Los niñ@s son como esponjas y por eso desde pequeñitos hay que enseñarles el valor que tiene todo, y no empezar desde pequeños a dárselo todo.
Como bien dice Laura, hay que enseñarlos desde pequeñitos para que luego sean adultos responsables.
Me voy a meter yo también, pero es que malcriamos a nuestros hij@s queriendo dárselo todo y eso no es así., porque creamos a unos inconformistas.
Y tanto que si Mario, los padres y madres tendemos a lo fácil y eso a la larga es perjudicial para todos.
Los padres solemos tender a dar todo a nuestros hijos pensando que en nuestra época nuestros padres no podian darnoslo todo y para que eso no les pase a ellos, pues la mayoría de las veces cedemos y eso es un error muy grave.
Más vale una rabieta o pataleta a tiempo que crear, como dice uno de los comentarios, unos inconformistas, porque luego eso ya no tiene marcha atrás.
Yo tengo un caso muy cercano en mi familia y con mi sobrino están criando a un «monstruo». Es abrir el niño la boca, y zas, lo que pida, tiene. Y por más que hable con mi hermana, ella ni caso, luego vendrán los arrepentimientos.
Los padres tenemos la falsa creencia que dándoselo todo a los niñ@s, somo más «guays» y lo que no vemos, es que son nuestros hij@s, no nuestros colegas y es por eso que tenemos nuestras obligaciones.
Le has dado en el clavo Jorge, y eso que hacemos al final es un error que como no sepamos atajar, mal asunto cuando los niñ@s sean mayores, vamos que te chulean.
Chulearte es poco Conchi, que yo he visto algunos casos que es para echarse a llorar, los pollos que le montan los hijos a los padres. Y eso antes no pasaba.