Una malagueña de Erasmus Parte II
Tras el pasado artículo Una Malagueña de Erasmus Parte I continuamos hablando de la experiencia de mi vida.
Cada vez las temperaturas iban bajando más. Llegamos a tener -14º C y había que utilizar los guantes a diario, sino era imposible salir a la calle.
Lo bueno de esa época del año es que estaba abierta la pista de patinaje sobre hielo, que comenzaban los mercadillos navideños y que por supuesto, continuamos con nuestros viajes.
Empezaré hablando de Bruselas, la capital de Bélgica. Si ya es bonita de por sí, en navidad muchísimo más. La Grand Place se ilumina acompañada de un espectáculo de luces que es sencillamente impresionante.
Además de esta impresionante plaza, hay que probar los waffles que están situados junto al “Manneken pis”, también conocido como “el niño meón”, una pequeña estatua que visten con diferentes atuendos según el día.
Otros de los lugares más conocidos de Bruselas son el Atomium, El Palacio del Cincuentenario, El Palacio de la Justicia, El Palacio Real, La Catedral de San Miguel, la Basílica del Sagrado Corazón o las Galerías Saint Hubert, entre otros.
Otra de las ciudades que visitamos fue Ámsterdam. Como consejo para cuando hagáis viajes por Europa entre ciudades y países cercanos, Flixbus es una empresa de autobuses muy económica para viajar entre unos y otros. Por 24€ ida y vuelta, por ejemplo, fuimos a Ámsterdam, a conocer los famosos canales.
Uno de los datos que más me impresionó es que en Ámsterdam había más bicicletas que personas. La razón es que muchas personas dejan sus bicicletas aparcadas en los parkings y llegan en tren a la ciudad para luego coger su bici e ir a trabajar. Otra cosa que me llamó la atención fue que existe una tradición Erasmus que consiste en tirar las bicicletas a los canales al final de la estancia. Por ello, cada año tienen que quitar miles de bicicletas de debajo de las aguas.
En Ámsterdam los lugares más conocidos para visitar son La Casa de Anne Frank, “las letras Im Amsterdam”, Los tulipanes, El Barrio Rojo, La Plaza Dam, El Museo Van Gogh, el Begijnhoff, los mercados de las flores, los coffeshops, el Rijksmuseum o la Heineken Experience. La cultura de esta ciudad es digna de conocer. Como ya mencionaba en el anterior artículo, es muy importante hacer Free Tours para conocer realmente tanto la ciudad como su cultura y curiosidades. Tras haber probado varias empresas, recomiendo sin duda Sandemans ya que las explicaciones eran muy claras y se podía reservar en español, de forma gratuita y online. Otro consejo, que sé gracias a estos guías, es que los pueblecitos cercanos merecen mucho la pena. Yo no pude visitarlos por falta de tiempo y organización, pero ahora ya sé que para la próxima no se me escaparán. Se trata de Volendam , Marken, Edam y Zaanse Schans, a escasos kilómetros de Ámsterdam.
Tras esta experiencia, nos fuimos a Sofía, la capital de Bulgaria. No estaba en nuestros planes, pero con un vuelo de 16€ ida y vuelta, ¿quién diría que no?
Lo mejor de todo, fue que nos pilló la primera nevada de la temporada. Sofía es muy pequeña, pero los precios son bajos y tiene algunos edificios preciosos. También disfrutamos de su mercadillo navideño, probamos comida típica y nos fuimos a tomar un chocolate caliente entre estufas.
Vuelta a Bélgica, vuelta a la rutina Erasmus, a las clases y a las excursiones por las ciudades vecinas. Después, tocó Brujas. Brujas es una ciudad con muchísimo encanto, te enamorarás de cada uno de sus rincones. Es cierto que hace muchísimo frío en invierno debido a su situación geográfica, pero merecerá la pena.
Será como un cuento de hadas. Recomiendo dar un paseo en barquita. Están guiados y te permiten conocer la ciudad mucho mejor. Además, en invierno, el mercadillo navideño de Brujas es precioso. Las luces, la música, la pista de patinaje de hielo o el chocolate con churros. Querrás repetir sin duda.
Tras esta visita, volvimos a planificar la siguiente escapada. Se trata de Bucarest, en Rumanía. Otro chollo por 20€ ida y vuelta. De nuevo, ambiente navideño, mercadillos navideños gastronómicos con unos dulces que estaban exquisitos. El Parlamento, que es tan conocido, era impresionante y la comida típica de allí nos encantó además de su buen precio. Era una ciudad muy acogedora, nos trataron genial. También había guías en español y nos facilitaron mucho entender la cultura de allí.
Como dije en el primer artículo, la ciudad en la que viví casi 10 meses era Hasselt. También con su decorado navideño y con su típico y conocido Winterland.
Está claro que viajar en estas fechas tiene sus cosas malas, como el riesgo de que llueva o las bajas temperaturas. Sin embargo, parecerá que estas dentro de un cuento. Las decoraciones, los ambientes o la música harán que te enamores aún más de todas estas ciudades.
He de decir, que volví a casa por Navidad. Echaba de menos el clima de Málaga, la comida de aquí (y de mi madre, por supuesto) a mi familia, a mis amigos, y necesitaba un soplo de aire fresco para los meses que me quedaban por delante sin ellos. Vuelves con el chip cambiado, hablándole en inglés a los camareros sin darte cuenta y sin poder parar de pensar en tu familia erasmus y en las ganas que tienes ya de volver a verles.
A la vuelta, ya teníamos planificado el siguiente viaje justo al acabar los exámenes. Porque aunque parezca que solo viajábamos, los días entre semana tocaba ir a clase y en Enero nos esperaban las pruebas finales.
Esta vez tocó Budapest, en Hungría. Fue de los viajes más bonitos que he hecho nunca. De nuevo nos tocó una pequeña nevada, temperaturas muy bajas pero no cambio esos 4 días por nada del mundo. Una de las cosas que más ilusión me hizo y que recomiendo a todo el que va a visitarla, son las termas. Están en un recinto al aire libre y tienen una temperatura de unos 24ºC. El día que yo fui, hacía -3ºC en la calle y el contraste era muy brusco, pero la sensación era genial y muy relajante.
Al igual que Bucarest, otro de los atractivos turísticos más singulares de la ciudad es el parlamento. Nosotros reservamos un paseo en barco, donde nos daban una copa de vino y paseábamos por el río Danubio, el que separa Buda y Pest. Porque ese dato lo desconocía y me pareció muy interesante. La ciudad se divide en dos partes muy diferentes para ellos. Además, también recomiendo subir a la estatua de la libertad. Es un camino duro, porque está muy alta, pero las vistas son sencillamente espectaculares.
Otro consejo para aquellos que quieran visitar Budapest es que vayan al pub húngaro Szimpla Kert. Tiene un diseño muy alternativo y original. Los visitantes suelen escribir sus nombres por las paredes, por ello no olvides echar al bolso tu rotulador permanente.
Este fue el viaje de despedida, el último de la familia que habíamos formado durante medio año. Estábamos a finales de enero y la mayoría de mis compañeros acabaron su etapa ahí. Fueron unas semanas duras, de despedidas, lágrimas, recuerdos, incluso se elaboró un discurso de despedida, todos juntos, unas cervezas y muchas risas y lágrimas juntas.
Los que nos quedábamos todo el año, teníamos pena por pensar que ya no todos continuábamos con la experiencia. Los que se iban, veían el fin de unos meses maravillosos. Es cierto que muchos éramos españoles y que después sabíamos que sería más fácil vernos. Sin embargo, otros eran de distintos puntos de Europa, o incluso del mundo y es muy duro despedirte sin saber si nos volveremos a ver en los próximos años, y si lo hacíamos, nunca lo haríamos todos juntos.
En los dos próximos artículos, seguiré hablando sobre el segundo semestre, con nuevos amigos, nuevos viajes y nuevas experiencias. Y de nuevo recordar, que si conocéis a alguien que tenga dudas sobre irse o no de Erasmus, les animéis a vivir una etapa inolvidable.
Autora del reportaje: Elena Pérez
Que envidia de la sana. Estas cosas hay que disfrutarlas cuando uno es joven.
Ya lo comenté en el otro artículo, una pena que en mi época de estudiante esto no existiera…sino anda que no me hubiera ido yo!
Esta chica si que ha sabido disfrutar…
Vaya cara de felicidad tiene esta chica en las fotos….seguro que se lo pasó muy mal…jejejeje
Después de leer el artículo y ver las fotos, me están entrando unas ganas de irme de viaje, que «pa qué»….
Yo me voy contigo Javi…jajaja…que sitios tan bonitos, y lo de las termas, vaya chulada.
Ainssss, quien fuera estudiante universitario. Lo que yo hubiera dado por haberme podido ir por ahí.
Esta es la parte lúdica, supongo yo que para llegar aquí habrá que estudiar bastante y poner mucho esfuerzo y dedicación.
Yo no me hubiera movido de Bruselas comiendo gofres, que pintazas tienen XD:)
Miedo me da cuando mi hijo tenga la edad y me diga que se quiere ir….y este, como es, se va fijo. Y más con los cantos de sirena que le cuentan sus amigos.
Yo he visitado Bruselas en verano y es cierto que es una maravilla, así que no me la quiero imaginar en invierno, tiene que estar aún más preciosa.
Javi, Noemí que yo me apunto y formamos el trio del saco….jajaja