Conoce los 10 pueblos menos habitados de Málaga

Todos sabemos que hay provincias en España con pueblos donde el despoblamiento se está convirtiendo en un grave problema, como pueden ser Soria, Salamanca o León. En Málaga también existen zonas que tienen menos habitantes, a pesar de la importancia que tenemos como destino turístico o, que somos una zona donde los extranjeros vienen a jubilarse.

Las personas que siguen viviendo en estos 28 pueblos destacan la calidad de vida y la tranquilidad que se respira allí, pero echan en falta más ayudas públicas y oportunidades laborales, que escasean al margen del campo. Hoy en Ciudad con Alma, os presentamos los 10 pueblos menos habitados de Málaga, para que podáis conocerlos mejor, pues rebosan encanto, historia y tradición.

10. Jimera de Líbar

Comenzamos con Jimera de Líbar que ha entrado en el ránking por poco. Con 376 habitantes pertenece a la Serranía de Ronda. Es el sitio perfecto si queremos disfrutar de un poco de turismo rural, pues se encuentra en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en el valle del río Guadiaro.

Además, en la finca del Tesoro, a unos 4 kilómetros del pueblo, se han encontrado vestigios de cerámica y otros restos de un poblado y su necrópolis. También una sepultura con joyas y otros utensilios que debieron constituir el ajuar del difunto. Estas formas de enterrar eran propias del pueblo fenicio.

El monumento más destacado del pueblo es su Iglesia, que fue construida sobre una antigua mezquita, pues la forma de minarete de sus torres pone de manifiesto el diseño árabe del templo. La herencia morisca también se percibe en sus calles, con numerosas subidas y bajadas que se abren a un grandioso paisaje serrano.

9. Pujerra

Continuamos en la Serranía de Ronda, en esta ocasión en el Alto Genal, al sureste de la comarca. Pujerra es un pueblo tradicional andaluz con 294 habitantes, de fachadas blancas cuyo trazado conserva la memoria de su pasado andalusí de calles estrechas e irregulares.

Situado a 769 metros de altura, el pueblo se encuentra rodeado de naturaleza, sus característicos castaños grandes y centenarios mantienen casi oculta la blancura del pueblo. Y además de la naturaleza, el pueblo posee la Iglesia del Espíritu Santo, erigida en 1505 tras la expulsión morisca. También se pueden visitar las ruinas del Molino Capilla y los últimos vestigios del antiguo puente sobre el río Genal.

Uno de los mejores momentos para visitar Pujerra es en la Feria de la Castaña, cuando celebran el fin de la recolección tan importante para la economía y la vida de todos los pujerreños. Las fiestas suelen celebrarse entre finales de octubre y principios de noviembre, coincidiendo con una estampa de ensueño gracias a que el paisaje en estas fechas va cambiando poco a poco y, cubriéndose de tonalidades marrones, amarillas y ocres a causa de la caída de las hojas de los castaños, lo que es conocido como “El Bosque de Cobre”

8. Parauta

Sin duda, la Serranía de Ronda es la gran protagonista en este ránking. También en el Valle del Genal, Parauta cuenta con 253 habitantes, en el entorno del pueblo el paisaje ofrece un fuerte contraste entre los grises cerros en los que las rocas se asoman bajo un escaso manto vegetal, y las colinas cubiertas de pinos, castaños, encinares y olivos que se abren al valle.

Al igual que los anteriores, el origen árabe de Parauta ha quedado marcado en sus calles, algunas de ellas aún empedradas. La Iglesia de la Inmaculada Concepción edificada en el siglo XVI tiene una torre mudéjar con arcos de medio punto y un tejado a cuatro aguas.

Y en este municipio, situada al este del casco urbano, encontramos una de las encinas más antiguas del mundo. La encina Valdecilla, es un ejemplar centenario de más de tres metros de diámetro y 20 metros de altura.

Estamos en zona de montaña, por lo que es común encontrar carnes de granja o de caza y, es por esto, que en noviembre nos encontramos una festividad dedicada al conejo. Cada año, vecinos y vecinas del municipio cocinan de forma diferente este manjar, siempre respetando la cocina tradicional del lugar. Desde primera hora de la mañana, los habitantes del pueblo elaboran los productos que se repartirán gratuitamente durante la celebración. En esta fiesta, no solo podremos degustar la gastronomía típica, sino que estaremos rodeados de verdiales y flamenco en un entorno natural incomparable.

7. Alpandeire

Este municipio ocupa el séptimo puesto del ránking por tan solo un habitante, pues en él habitan 252 personas. Está situado en una meseta a los pies de la Sierra de Jarastepar a unos 700 metros de altitud. Forma parte de la Serranía de Ronda y su origen se remonta a la prehistoria pues se han localizado hallazgos arqueológicos de Encinas Borrachas. Hubo una época en la que Alpandeire se convirtió en una de las principales fortalezas de los alrededores de Ronda, pero tras su conquista y la posterior expulsión de los moriscos, estas tierras sufrieron tal despoblamiento que Felipe III tuvo que publicar un decreto de repoblación.

La Iglesia de San Antonio de Padua está ubicada en el centro del pueblo. Este monumento llama la atención del visitante por sus grandes dimensiones, a pesar de lo pequeño que es el pueblo. Sus dimensiones son tales que es conocida popularmente como la “Catedral de la Serranía” y comenzó su construcción en el siglo XVI. En la cripta de la Iglesia hay dos momias muy bien conservadas, que al parecer, son de un matrimonio que contribuyó económicamente a la construcción del templo.

Otro sitio de interés es la casa natal de fray Leopoldo, donde vino al mundo este personaje que sobresalió a nivel mundial por sus obras caritativas. También destaca el Antiguo Pósito que fue transformado en un centro cultural y data del siglo XVII.

6. Faraján

El nombre de este pueblo proviene del árabe y significa lugar ameno, alegre y deleitoso. En el siglo XVI, tras la expulsión de los moriscos, la zona queda prácticamente despoblada, repoblándose con familias cristianas. En 1814, el rey Fernando VII le otorga la “Carta de Real Privilegio de Villa” premiando la “constancia, lealtad y sacrificios soportados durante la Guerra de Independencia contra los franceses” y le permite usar como escudo, las armas de la Corona española con el emblema “muy noble y fidelísima Villa de Faraján”.

Con tan solo 248 habitantes, el pueblo sigue siendo uno de los menos poblados de Málaga, ocupando el sexto puesto en el ránking. Y al igual que en los demás, su Iglesia parroquial de la Virgen del Rosario, es el monumento que más destaca.

Posee restos arqueológicos en el Romeral, como es el caso del dolmen. Así como huellas de las antiguas alquerías de Balastar, Chicar, Majada del Juez y otras. Las alquerías eran pequeñas comunidades rurales de unas pocas casas que se dedicaban a explotar las tierras de los alrededores, solían ser más habituales de Valencia y Granada, pero como veis en Málaga podemos encontrarlas en zonas como el municipio de Farraján.

Como se encuentra situado en el Alto Genal, su enclave es un deleite para la vista. Uno de los rincones de mayor belleza de este lugar, es el de las Huertas de Balastar, situado en la zona baja del municipio. Los propietarios de las pequeñas parcelas mantienen aún un antiguo sistema de regadío, que aprovecha el caudal del arroyo Balastar, recorriendo estas huertas antes de llevar sus aguas hasta el Genal.

5. Cartajima

Nuevamente nos encontramos dos puestos bastante reñidos, Cartajima solo tiene un habitante menos que Farraján, 247. Se encuentra en medio de parajes muy accidentados a una altura de 846 metros.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario fue erigida a comienzos del siglo XVI y en ella podemos encontrar obras escultóricas de los siglos XVII y XVIII, como la imagen de la Virgen del Rosario que está colocada en una hornacina central.

Además, en el municipio, nos encontramos con algunos lugares de interés como la docena de cuevas y otros que resaltan por su valor paisajístico, como son los enclaves kársticos de Los Riscos y las simas de Canailla, Lobo y la del Cepo.

4/3. Benadalid y Júzcar

Empatadas en el puesto número tres nos encontramos con estos dos municipios de 225 habitantes cada uno.

En el primero de ellos podemos destacar el edificio del Ayuntamiento, la iglesia parroquial, una fuente del siglo XVIII y las casas de dos plantas encaladas en algunas de las cuales figuran todavía escudos heráldicos. Fuera del casco urbano, se encuentra un viejo castillo de origen árabe, reconstruido en el siglo XVII por el Conde de Feria, actualmente convertido en cementerio.

Y seguramente os suene el nombre del segundo, pues hace unos años este pueblo malagueño sirvió como promoción para la película de Los Pitufos, pintando todas sus casas del color de estos simpáticos personajes. Y no penséis que solo las casas están pintadas de azul, la iglesia parroquial de Santa Catalina construida en el siglo XVI también es parte de este “pueblo pitufo”. Además, en Júzcar podemos visitar lugares de interés como pueden ser las cuevas del Agua y del Rey Moro, el puente del molino, las ruinas de la Real Fábrica de Hojalata “San Miguel” o las ruinas del despoblado Moclón.

2. Salares

Con 174 habitantes, Salares es el único pueblo que no pertenece a la Serranía de Ronda que se ha colado en nuestro ránking, siendo el segundo municipio menos poblado de la provincia de Málaga. Este pueblo pertenece a la comarca de la Áxarquía y forma parte del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.

La iglesia parroquial de Santa Ana es el edificio más importante del pueblo, su construcción data del siglo XVI. Además, también podemos visitar el puente medieval que se encuentra sobre el río Salares y es de un solo ojo. Así como hay restos arqueológicos de una fortaleza y una mezquita junto a la iglesia, demostrando el pasado árabe de este pueblo.

A poca distancia de la iglesia de Santa Ana puede verse la Casa Torreón, una joya de la arquitectura popular andalusí, que se conserva en perfecto estado. Y hablando de andalusí, los últimos días de septiembre se celebra el Festival árabe Andalusí donde podemos degustar la gastronomía típica y deleitarnos con la música, la poesía, pintura, historia…

1. Atajate

Y cerramos nuestro ránking con Atajate, un pueblo de apenas 169 habitantes. Se encuentra situado entre los valles del Guadiaro y del Genal, abrigado por el cerro del Cuervo y el pico de Peñasblancas.

La Iglesia es nuevamente la protagonista del municipio, construida en el siglo XVII destaca entre las sinuosas y empinadas calles blancas de Atajate. Lo mejor de todo, es poder hacer una ruta por estos pueblos del Valle del Genal, disfrutando de las vistas y los parajes tan sobrecogedores en los que se encuentran.

En Atajate nos encontramos con la Fiesta de Moros y cristianos que tiene lugar el Domingo de Resurrección. Los vecinos se preparan con las ropas morunas y se van a la carretera donde “secuestran” a los turistas ofreciéndoles dulces y licores típicos del pueblo. Para ser liberados, deben dejar un donativo para las fiestas de agosto a las que están invitados.

Autora del reportaje: Noelia Ruiz