La niña de Benalmádena cumple 50 años
Dice el tango que “veinte años no es nada”. Quizá sea verdad y el tiempo empiece a pesar cuando nos asomamos al balcón del medio siglo, edad que cumple este 2018 la escultura de la ‘Niña de Benalmádena’ realizada en 1968 por el escultor Jaime F. Pimentel, autor de algunas de las obras más icónicas que deja la Málaga del siglo XX.
Premiar a los galardonados en el ya desaparecido Festival de Cine de Autor de Benalmádena. Ese fue el motivo por el que se diseñó esta pieza originalmente, que transcendió el ámbito de lo cinematográfico y alcanzó, con el paso de los años, la categoría de icono de Benalmádena. Un icono tan conocido en todo el mundo que incluso un benalmadense, de viaje en Ciudad del Cabo, se encontró con una reproducción de la ‘Niñap’ en un mercadillo de antigüedades, a más de 8.000 kilómetros.
Tal y como ha confesado innumerables veces su autor, para su creación se utilizó como modelo a Mari Cruz González, la sobrina de un pescador del municipio de Almayate, Manolo ‘El petaca’, al que hubo que convencer y que fue quien, a su vez, inspiró al escultor para realizar el famoso ‘Cenachero’ de Málaga.
La estampa de la ‘Niña de Benalmádena’ preside la plaza que lleva su nombre, centro neurálgico de Benalmádena Pueblo, casco histórico de un municipio que vio nacer, según la leyenda, a Ibn Al Baytar, un botánico y farmacólogo andalusí autor de algunos de los tratados sobre remedios naturales y plantas medicinales más influyentes del medievo.
El aniversario de este icono del municipio conlleva la celebración de diversas actividades durante todo el año, que son solo un motivo más para visitar Benalmádena Pueblo y perderse por sus calles, que conservan toda la atmósfera de los tradicionales pueblos blancos y algunos restos de las antiguas murallas que custodiaban esta fortaleza cristiana del siglo XI, base de los actuales Jardines del Muro.
Qué visitar
En el centro histórico de la localidad, el Museo de Arte Precolombino Felipe Orlando, inaugurado en 1970, es otro de los lugares de obligada visita. Sede de una de las colecciones de arte de la América Precolombina más importantes de Europa, frente a él se encuentra, en la Plaza de las Tres Culturas, un monolito de inspiración Maya, obra de Francisco Javier Galán, y que preside la celebración de numerosos eventos y fiestas populares, como el zoco árabe, la programación navideña, el Carnaval, la festividad del Día de Muertos Mexicano o Halloween, entre otras.
El Mariposario, el mayor de Europa, de unos 2.000 metros cuadrados y con más de 1.500 mariposas exóticas de todo el mundo; el Castillo de Colomares, uno de los enclaves de la localidad más fotografiados; o la Estupa budista, de gran belleza, lugar de culto que atrae a personas de todo el mundo hasta Benalmádena, son algunos de los atractivos que el visitante no puede dejar de conocer.
La iglesia de Santo Domingo de Guzmán, del siglo XVI y restaurada varias veces tras sufrir fuertes daños de varios terremotos, se encuentra emplazada en el lugar más elevado del antiguo casco urbano de Benalmádena Pueblo, un enclave privilegiado que cuenta con un mirador con vistas a gran parte de la costa.
Reportaje de: Carmen Romera