5 hábitos de las personas resilientes
Málaga es por excelencia una ciudad resiliente, que ha superado todas las adversidades que se le han ido presentando a lo largo de los siglos. Pero, ¿qué es una persona resiliente?
Las personas resilientes son aquellas que tienen la capacidad de superar cualquier obstáculo y salir más fortalecidas de las dificultades. Además de reforzarse ante situaciones complicadas, los resilientes se caracterizan por poder afrontar situaciones de gran estrés, sucesos traumáticos y modelar sus recursos psicológicos en función de su entorno y de las circunstancias que les rodean.
Para los resilientes no existe una vida dura, sino momentos o circunstancias difíciles que se deben superar. Uno de los hábitos que los caracteriza es la flexibilidad. Este tipo de personas pueden adaptar sus planes y rutinas, afrontando las situaciones más adversas e inesperadas. ¡Están todo el día haciendo cosas! Mantener una actitud activa y perseverante les ayuda, además, a conseguir sus objetivos y a centrarse en ellos, lo que aumenta su confianza.
¿Quieres saber más sobre la resiliencia? A continuación, te mostramos los 5 hábitos más característicos de las personas resilientes, ¡toma nota!
1.- Trabajan la gestión emocional
Una de las características de las personas resilientes, que les ayuda precisamente a ser como son, es la gestión que llevan sobre sus emociones. Estas personas, por lo general, han pasado por algún duro momento o trance que los ha llevado a ser quiénes son, por lo que han tenido que aprender a manejar sus emociones en momentos muy difíciles. Sus emociones, además, van acompañadas de su entorno. Las personas resilientes tienden a rodearse de gente positiva, envolviendose de una comunidad receptiva donde prevalezca el optimismo y la superación personal.
2.- Utilizan diferentes recursos para empoderarse
La meditación tiene múltiples beneficios, entre los que se encuentra la aparición de pensamientos positivos y la reducción del estrés, por ello, es una actividad muy practicada por las personas resilientes. El deporte, por su parte, también es una actividad usual entre este tipo de personas, ya que les sirve para relajarse y adquirir autoconfianza.
El humor es un instrumento muy valioso que ayuda a quitarle valor a las cosas, y las personas resilientes lo saben bien. Hacer bromas sobre los problemas es algo saludable, ya que se minimizan, por ello, este tipo de personas lo utilizan de manera espontánea, para hacer frente a situaciones adversas.
3.- Reservan momentos para pensar
Para enfrentar adversidades es necesario mirar más allá de la tristeza que pueda producir enfrentarse a ciertas situaciones. Las personas que entran en una dinámica de resiliencia son capaces de pararse a pensar para planificar sus objetivos a largo plazo. Esta actividad ayuda a las personas a mantener los pensamientos firmes en aquellas cosas que se pueden mejorar, ya que el hecho de poder cambiar el contexto permite enfrentarse con mayor facilidad a situaciones negativas.
Las personas resilientes, además, practican con frecuencia el mindfulness. Esta práctica se basa en la atención completa hacia las cosas, que les permite vivir cada instante con plenitud. Los resilientes tienen la capacidad de vivir el “aquí y ahora”, por lo que, para ellos, las vivencias anteriores forman parte del pasado y no constituyen una fuente de culpabilidad, sino de aprendizaje.
4.- Son personas creativas
Una buena técnica para desarrollar la resiliencia es explorar distintas formas de pensamiento y acción. Para ello, la cultura es fundamental; ya que de este modo se descubren a diferentes pensadores y artistas que descubren sus diferentes pensamientos y vivencias y enseñan las diversas formas que hay de experimentar la vida. A medida que crecen las opciones de pensamiento, crece la libertad y la capacidad de hacer cosas de manera distinta. Las personas resilientes, por tanto, se rodean de la cultura para estimularse y avanzar.
5.- Contagian la actitud positiva
Las personas resilientes incorporan a su entorno a sus proyectos y, los hacen partícipes de sus metas. Este tipo de personas intentan contagiar su actitud positiva y pensamientos a los demás y, al mismo tiempo, hacer que esta actitud positiva vuelva a ellos en una especie de “eco”. Los proyectos que integran a muchas personas son, en ocasiones, más estimulantes que los solitarios, ya que las expectativas y objetivos de los demás les ayudan y empujan a seguir.
Tras leer el artículo te preguntarás, ¿se puede aprender a ser resiliente? Pues bien, la respuesta es SÍ. La resiliencia se puede entrenar y aplicar a los diferentes ámbitos de la vida. Afrontar la vida con optimismo y valentía es algo que está al alcance de todos y que nos ayudará a avanzar. Rodearse de un entorno positivo y ser consciente de nuestras propias limitaciones implica la mejora de nuestro estado de ánimo y bienestar.
Tú también puedes ser resiliente, solo necesitas implicación y un cambio de visión que te invite a encontrar la fortaleza que todos tenemos y te permite ver la vida con una perspectiva más feliz. Y tú, ¿te consideras una persona resiliente?
Autora del artículo: Amanda Pinto
En la vida la aptitud cuenta muchísimo, y ser positivos antes las adversidades es fundamental para poder afrontarlas con éxito
La vida no es un camino fácil y siempre nos vamos a encontrar escollos que superar y la mejor manera de hacerlo es siendo muy positivo y ver el lado bueno, aunque parezca que no lo tenga
Siempre hay que ser positivos, es como mejor se vive, obviamente en toda una vida surgirán problemas, pero cuando pase tenemos que utilizar nuestra mejor versión para superarlos
Efectivamente chicxs así es como debemos de mirar a la vida, de frente y con la positividad como bandera
Es cierto que cuando te viene algo duro en la vida por naturaleza tendemos a que nos supere, pero aunque cueste hay que saber reponerse a esa situación y digamos «coger el toro por los cuernos» porque eso nos da la aptitud necesaria para salir airoso, de lo contrario si dejamos que nos venza, esa losa igual no la puedes levantar nunca